En la opinión de Peter Harrington-Howes, consultor de carteras dentro de la división Solutions Group de Natixis Investment Managers, en este momento del mercado, los gestores de cartera deben evitar hacer cambios dramáticos en la asignación de su cartera. A medida que un número creciente de casos de COVID-19 que se está extendiendo en Estados Unidos y Europa, el sentimiento global del mercado se ha visto afectado. Durante estos tiempos inciertos, los gestores de cartera posiblemente podrían obtener mejores resultados si dejaran que las carteras mantuvieran su curso, ya que eliminar riesgo o incrementar sus posiciones de riesgo puede tener un efecto adverso en la recuperación de la cartera.
El brote del virus aún está lejos de haber alcanzado su pico a nivel global, el número de personas afectadas por la enfermedad en los Estados Unidos, especialmente en Nueva York, Italia o España, sigue siendo considerable. El sentimiento del mercado es bajista, los mercados de renta variable continúan experimentando salidas de flujos, pero las salidas de flujo del crédito parecen haber capitulado. Hasta ahora, los mercados están descontando una recesión profunda pero corta, sin embargo, la economía global está lejos de mostrar signos de reinicio.
La recuperación podría ocurrir de muchas formas diferentes. Dependiendo de la duración del brote de coronavirus, puede tomar la senda de una recuperación en forma de U, -una recesión global profunda pero corta, siendo la base de la U una función de la respuesta fiscal y monetaria y el tiempo necesario para contener el brote-, una recuperación en forma de W, -una recesión global que se establece, pero una masiva respuesta fiscal y monetaria proporciona el telón de fondo para una fuerte recuperación de los activos de riesgo. Sin embargo, el apetito por el riesgo, el sentimiento de los consumidores y de las empresas tarda en recuperarse-, o una recuperación en forma de L, -una recesión global en la que el choque de la demanda y la falta de confianza alarga la recuperación económica-. Aunque no se ha tenido en cuenta una posible recuperación en forma de V, aún es demasiado pronto para identificar cuál será la forma de recuperación final que tomará esta crisis. Por lo tanto, Harrington-Howes aconseja evaluar cómo le está yendo a la cartera con su asignación actual, en lugar de incrementar o disminuir la exposición al riesgo de la cartera, ya que esto podría incrementar la impredecibilidad de los rendimientos.
Comparación histórica con anteriores detracciones y recuperaciones del mercado
En los últimos 30 años, el índice S&P 500 ha experimentado varias contracciones: la Operación Tormenta del Desierto en 1990, la Crisis Financiera Asiática en 1998, la Burbuja Tecnológica a principios de los 2000, la Crisis Financiera Global en 2008-2009, la Crisis del Petróleo de 2014 – 2016, y más recientemente la crisis del Coronavirus junto con la guerra d precios del crudo de Arabia Saudí.
Al observar el camino de recuperación seguido por el índice S&P 500 después de cada crisis, se podría decir que sigue un patrón aleatorio. Algunas de las recuperaciones han sido rápidas, ocurriendo en poco más de 51 días. Que la crisis del coronavirus tome una recuperación en forma de V dependerá de la resurgimiento de casos en China, donde el brote comenzó primero y algunas partes del país ya han reanudado su actividad normal.
Mirando la anatomía de la detracción del S&P 500 durante la Crisis Financiera Global y esperando que la crisis del COVID-19 no esté siguiendo los pasos de esta anterior crisis, Harrington-Howes explica que, en octubre de 2007, al comienzo de la crisis, el mercado cayó un 45%. Afortunadamente, el mercado no ha alcanzado esos niveles durante la crisis actual, pero ha estado cerca, alcanzando una reducción del 33% desde su pico en febrero.
El impacto en las carteras modelos moderadas de América Latina y US Offshore
Para evaluar el impacto de la crisis del COVID-19 en las carteras modelo con perfil moderado de América Latina y US Offshore, el grupo Portfolio and Consulting de Natixis Investment Managers creó una versión índice de estas carteras.
La versión índice de las carteras modelo de perfil moderado de América Latina y US Offshore es una colección de índices con las asignaciones que corresponden a las asignaciones promedio de 38 carteras modelos con perfil moderado gestionadas por asesores financieros y empresas de gestión patrimonial de Estados Unidos y América Latina que Harrington-Howes y su equipo han analizado durante el segundo semestre de 2019 a través de su servicio gratuito Portfolio Clarity.
El objetivo principal de este ejercicio es tener una idea de que activos están contribuyendo a los rendimientos de las carteras y qué activos los han perjudicado desde una perspectiva histórica. Esta versión índice invirtió un 40,7% en renta variable (15,3% Global, 9% Estados Unidos growth, 8,9% Estados Unidos value, 2,2% Europa, 0,9% Japón y 4,4% Emergentes), un 39,5% en renta fija (13% Global Agg., 16,19% US Agg., 3,9% Global High Yield (Hedged), 0,7% US TIPS, 1,8% EM dólar, 2,8% EM local, 0,2% préstamos bancarios, 0,8% títulos preferentes, 0,2% bonos convertibles), un 8,9% en multiactivos (2,2% Multiactivos conservador, 3,4% Multiactivos moderados, 3,4% Multiactivos agresivos), un 7,3% en activos alternativos líquidos, un 2,6% en activos monetarios y un 1,1% en materias primas.
Durante el periodo comprendido entre el 19 de febrero y el 25 de marzo de 2020, la versión índice de la cartera modelo con perfil moderado de US Offshore y América Latina experimentó una caída del 14.8%, siendo los principales detractores del rendimiento el posicionamiento en renta variable estadounidense value, con una pérdida de 29,3%, los Multiactivos agresivos, con una caída del 28,1% y la renta variable europea con una disminución de 23,5%. En el lado positivo, la renta fija estadounidense indexada a la inflación (TIPS) contribuyó con un rendimiento del 0,3% y los activos monetarios con un rendimiento del 0,2%.
Una de las cosas que Harrington-Howes considera importante saber sobre la cartera modelo es echar un vistazo a la correlación de sus activos. En los últimos tres años, ha habido una correlación negativa entre los índices US Aggregate Bond y el S&P 500, pero durante la reciente caída del mercado, la correlación entre estos índices ha aumentado. Sin embargo, la correlación entre el índice US Aggregate Bond y otros instrumentos de renta fija (bonos del Tesoro, bonos de mercado emergentes denominados en dólares y en divisa local y préstamos bancarios) se ha extendido, experimentando un aumento de la correlación negativa en ese espacio.
Es necesario saber qué tan diversificados están los activos refugio dentro de la cartera modelo. Los activos que están más correlacionados tienden a moverse en tándem, por lo tanto, es importante identificarlos para tener una mejor idea de si hay suficientes fuentes de diversificación entre los activos para mitigar el riesgo en las carteras.
Temas para estar pendientes
Tanto las estrategias ESG como las de Min Vol (volatilidad mínima) han sido un gran tema de conversación entre asesores y clientes. Comparando los rendimientos obtenidos de febrero de 2017 a 31 de enero de 2020 (hace 3 años) con los obtenidos del 19 de febrero al 25 de marzo de 2020 (pico a valle en el mercado reciente) las estrategias de volatilidad ESG y Min Volatility han obtenido mejores resultados que los índices generales (MSCI World, MSCI US, MSCI Emerging Markets).
Dado que la industria del petróleo y el gas es uno de los sectores más afectados durante la crisis actual y las estrategias ESG mitigan su exposición a esta industria, las estrategias ESG han demostrado esta vez que no son solo estrategias para “sentirse bien” ya que han superado al mercado.
Para obtener más información sobre la división Solutions Group or Portfolio Clarity, contacte con su gestor de relaciones en Natixis.