La información mueve a los mercados: la historia financiera demuestra claramente que suele haber numerosos factores emocionales y de comportamiento que influyen en los mercados junto a los motores fundamentales de la economía. Sin embargo, según el CIO de NN Investment Partners, Valentijn van Nieuwenhuijzen, ese efecto del sentimiento sobre los mercados es incluso más intenso en periodos de grandes crisis como la actual.
“Estamos atravesando un shock inédito en la economía real y los mercados. Comprender qué factores emocionales están moviendo a los mercados junto a lo que está ocurriendo en los fundamentales subyacentes es esencial para tomar buenas decisiones en circunstancias de tensión”, asegura en un podcast publicado en la página web de la gestora.
Van Nieuwenhuijzen destaca que el hecho de que este tipo de datos provengan de fuentes de información alternativas, medios de comunicación o redes sociales, hace que, por definición, sean mucho más actuales que la mayoría de las estadísticas de datos corporativos o macroeconómicos que, como mucho, se publican semanal o mensualmente. “Con el mundo entero moviéndose a un ritmo sin precedentes durante esta crisis, los datos actualizados y rápidos son muy útiles para comprender dónde nos encontramos realmente”, añade.
En ese sentido, Richard Peterson, director ejecutivo de MarketPsych -un proveedor global de datos de sentimiento del mercado que colabora con NN IP- hace hincapié en que el análisis del sentimiento es una nueva forma de mirar a los mercados que está aquí para quedarse. “Si observas el flujo de noticias o el ambiente en las redes sociales, puedes ver qué información está influenciando las decisiones de la gente”, señala en el mismo podcast. En el caso de la crisis desatada por el brote de coronavirus, a través de esas herramientas puedes medir de qué forma está teniendo en cuenta la ciudadanía la rapidez con la que se expande la infección o la gravedad de la cuarentena. Algo que, apunta, aún no puedes hacer con los datos económicos tradicionales.
Esto, según Peterson, no significa que el sentimiento sea algo “irracional”, sino que, más bien muchas veces se basa en emociones, como el pánico o el deseo, que no pueden ser cuantificadas de forma matemática. “Cuando están asustadas por un virus o una nueva amenaza, las personas no pueden ser racionales porque no cuentan con precedentes y tienen que descubrir la manera de transitar la situación. Es en este tipo de crisis cuando puedes medir conceptos como el miedo o la incertidumbre a través de la comunicación”, asegura.
En ese sentido, admite que ese tipo de datos pueden ser desafiantes para los inversores, ya que son “ruidosos” y “no lineares”. “Las crisis o los picos informativos ocurren de forma periódica: por eso utilizamos técnicas como el aprendizaje automático para poder capturarlos”. Por ejemplo, MarketPsych se basa en los sentimientos expresados en los medios digitales y las redes sociales para elaborar series temporales con las que cuantificarlos.
Se trata de una fórmula que en NN IP comenzaron a utilizar en las estrategias multiactivo y que han empezado a trasladar a otros equipos, complementándolos con los análisis fundamentales para lograr una perspectiva más amplia sobre lo que ocurre. Van Nieuwenhuijzen revela que, tras el brote de coronavirus, el equipo de multiactivos comenzó a analizar la evolución de las señales del comportamiento para observar si los niveles de pánico alcanzaban el pico. “Con frecuencia, después de que la preocupación de los inversores llegue al máximo, se produce un repunte técnico, como el que hemos visto en las últimas semanas en los mercados de renta variable”, afirma.
De ahí que se muestre convencido de que gran parte del pánico despertado en los mercados en marzo se debió a esas fuerzas del comportamiento. “La perspectiva que nos dieron entonces los datos del sentimiento nos ayudó a transitar por los mercados y prepararnos para el repunte en renta variable”, admite.