En un primer momento, la noticia del coronavirus retrotrajo a los inversores a los anteriores brotes de virus, como el SARS en 2003, que llevó a una corrección considerable pero temporal en los mercados asiáticos. Por ello, a finales de enero, NN Investment Partners (NN IP) decidió rebajar parte del riesgo en sus carteras, por ejemplo, reduciendo el peso de la renta variable y de las materias primas.
“Temíamos que el flujo de noticias primero empeorara antes de mejorar. Y esto es exactamente lo que pasó”, afirma la gestora en un artículo publicado en su página web. Aunque los datos del virus en China se encontraban en una tendencia de mejora gracias a las medidas tomadas por las autoridades locales, la propagación del virus fuera del país acabó con la resistencia de los inversores y provocó una fuerte caída de los activos de riesgo.
A su juicio, el caso base de una recuperación en forma de V se ha visto cada vez más presionado, y los datos macro y las empresas evidenciarán las consecuencias económicas del coronavirus en las próximas semanas. La ruptura de las cadenas de suministro y la caída del turismo son los dos principales mecanismos de transmisión.
Para NN IP, la noticia fue lo suficientemente mala como para reducir aún más su exposición a los activos de riesgo. El lunes 24 de febrero, rebajó sus sobreponderaciones en renta variable y en materias primas a neutral, y disminuyó los diferenciales de renta fija de una sobreponderación media a una pequeña. Los Bunds y los bonos del Tesoro estadounidense se mantuvieron neutrales.
“De ahora en adelante, vigilaremos de cerca el impacto del virus en la economía y en las perspectivas de ganancias”. En su opinión, la política monetaria puede aportar cierto alivio, pero es menos eficaz para hacer frente a las perturbaciones de la oferta que a las de la demanda. “Puede proporcionar apoyo a las condiciones financieras y mantener a las empresas a flote, pero no resolverá el origen del problema”, añade. También vigilarará factores como las elecciones presidenciales de EE.UU o las negociaciones comerciales post-Brexit.
Renta fija y renta variable
NN IP ha mantenido su postura neutral en los bonos gubernamentales seguros iniciada tras el brote del coronavirus en enero, que provocó una caída en el apetito de riesgo y una fuga hacia los activos seguros. Dentro de esta clase de activo, ha rebajado el grado de inversión, el high yield y la deuda emergente a neutral.
En renta variable, se ha centrado en las historias de crecimiento estructural -como se refleja en sus sobreponderaciones en los servicios de tecnología y comunicaciones- y en los “bond proxies”. Tras el aumento de la aversión al riesgo, ha decidido pasar de los productos de consumo discrecional a los de consumo básico. También ha incrementado el peso de los servicios públicos, “un beneficiario de los rendimientos menores de los bonos”, revela.
Por regiones, ha aumentado el peso de las acciones estadounidenses hasta una sobreponderación media y ha reducido las de la Eurozona hasta una pequeña infraponderación. “Igual que Japón, la Eurozona es sensible al crecimiento global y el panorama político parece difícil con el Brexit y la falta de unidad entre los países miembros en cuestiones presupuestarias”, afirma la gestora.
Real estate
Mientras, el real estate global permanece neutral, ya que “se espera que encuentre apoyo en una disminución de los rendimientos de los bonos gubernamentales que alimente la búsqueda de rendimientos”. Según NN IP, una política coordinada del banco central que facilite la lucha contra las disrupciones provocadas por el virus puede alimentar esta tendencia.
En cuanto a la exposición de los inversores institucionales, el real estate global y estadounidense están infraponderados después de que las posiciones se redujeran drásticamente en diciembre, mientras que el europeo continúa sobreponderado. “La solidez del mercado laboral sigue siendo un apoyo clave, igual que el hecho de que parecen probables los recortes de los tipos de interés”, señala la entidad.
A su juicio, la valoración global del real estate parece “justa”, aunque, a nivel regional, el de EE.UU. es caro mientras que el de la Eurozona y el Reino Unido es barato. “También se mantienen los obstáculos estructurales debido a las tendencias hacia la venta minorista online y el trabajo flexible”, añade.
Commodities
En vista de la incertidumbre en torno al impacto del virus, NN IP ha apostado por una posición neutral en las commodites, ya que las repercusiones del virus volvieron a afectar a la demanda a finales de febrero, cuando los indicadores de momentum y el sentimiento se derrumbaron de nuevo.
Las perspectivas para los productos básicos dependen de la rapidez con que se recupere la economía china una vez que se disipe la amenaza del coronavirus y de la medida en que el país asiático aplique estímulos compensatorios. Según la gestora, los factores favorables para este mercado son el aumento de la probabilidad de que se prorrogue el recorte de la producción de petróleo de la OPEP+ y un alto nivel de riesgo geopolítico. “La Fase 1 del acuerdo entre China y EE.UU. también ofrece apoyo a corto plazo, pero la reposición de existencias en China se retrasará después del impacto del virus”, concluye.