Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que fueron ratificados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015 con el propósito central de acabar con la pobreza, proteger nuestro planeta y garantizar la prosperidad para todos se han convertido en la base de una de las formas más innovadoras de gestión de activos de la actualidad: la inversión de impacto. Este tipo de estrategia busca lograr impactos ambientales y sociales positivos, así como rendimientos financieros, y los ODS proporcionan el marco para alinear estas metas. Sin embargo, a medida que se acerca la fecha límite de 2030 para el cumplimiento de los ODS, ¿hay lagunas en las asignaciones de inversión?
Las Naciones Unidas estiman que se necesitarán entre 5 y 7 billones de dólares de inversión anual para alcanzar los objetivos en la fecha límite. Es difícil obtener cifras exactas, pero el mundo está lamentablemente por debajo de estos niveles. Los avances han sido más notables en relación con los ODS con metas relacionadas con la economía, como el trabajo decente y crecimiento económico (nº 8); la industria, innovación e infraestructuras (nº 9); y el consumo y la producción responsables (nº 12). Sin embargo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) ha registrado graves carencias en materia de acción por el clima (nº 13); educación de calidad (nº 4); y ciudades y comunidades sostenibles (nº 11).
El informe del IPCC ofrece nuevas estimaciones sobre la probabilidad de superar el calentamiento global en más de 1,5 grados centígrados en las próximas décadas y concluye que, a menos que se produzcan reducciones inmediatas y a gran escala de las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el calentamiento a 1,5-2 grados centígrados será inalcanzable (1). Desde NN Investment Partners (NN IP) creen que los objetivos más imperativos de todos los ODS son los relativos a las soluciones climáticas, que también incluyen la energía asequible y limpia (nº 7), y que las inversiones alineadas con ellos deben acelerarse si el mundo quiere evitar el desastre.
Huub van der Riet, gestor principal de la cartera de acciones de impacto de NN Investment Partners, comentó: «El problema más acuciante para la humanidad en los próximos años va a ser la lucha contra el cambio climático. La crisis climática sigue empeorando: en muchos países se ha vuelto a registrar un año de temperaturas récord y se han intensificado las catástrofes naturales, lo que subraya lo importante que es que el mundo haga más para combatir el aumento de las temperaturas».
En la actualidad, NN IP identifica 750 valores cotizados en todo el mundo que cumplen el doble objetivo de lograr impactos positivos y rendimientos financieros. Algunos ODS son claramente más invertibles que otros. Por ejemplo, es mucho más difícil encontrar valores cotizados que tengan un impacto positivo en relación con la igualdad de género (nº 5), la vida bajo el agua (nº 14) y la vida en la tierra (nº 15). Del conjunto de 750, los temas de inversión que ofrecen más opciones bursátiles son asistencia sanitaria asequible (200 valores); infraestructuras resistentes (130 valores); transición energética (100 valores); y mejora de la productividad (más de 100). Los temas con menos opciones de acción incluyen la suficiencia alimentaria (20 acciones), la gestión del agua (20), la inclusión financiera (25) y la economía circular (40 acciones).
A nivel de los ODS, la cartera de Impact Equity de NN IP tiene actualmente un 8,6% de exposición a la energía asequible y limpia y un 1,6% a la acción climática.
«Reconocemos la urgencia de esta crisis y buscamos empresas que luchen activamente contra el cambio climático a través de soluciones relacionadas con la transición energética limpia. Sin embargo, esperamos aumentar nuestro enfoque en las inversiones que ofrecen soluciones solares, eólicas y de eficiencia energética, ya que más empresas en este espacio mejorarán su rentabilidad debido a los desarrollos tecnológicos y la escalabilidad”, añadió Van der Riet.
«Si, o cuando, las externalidades de las empresas de combustibles fósiles tengan un precio, entonces puede desencadenarse un cambio completo hacia las energías renovables y las empresas reducirán, en lugar de crear, sus emisiones de CO2. Esto marcaría un punto de inflexión importante en el ámbito del clima y el medio ambiente», consideró.
Las estrategias de Impact Equity de NN IP utilizan el marco de los ODS como vara de medir para evaluar a las empresas y las contribuciones que hacen a la resolución de tres retos globales en los que se pueden dividir. Se trata de:
- Garantizar la salud y el bienestar humanos
- Proteger el clima y el medio ambiente
- Aumentar la inclusividad del crecimiento económico
NN IP tiene tres estrategias centradas en servir a cada uno de estos retos y una cuarta que cubre los tres. En 2016 se lanzó el Fondo Global Temático de Impacto NN (L) Global Equity Impact Opportunities que, desde su inicio, ha buscado “atacar” los tres frentes ligados a las personas, a través del NN (L) Health & Well-Being; el planeta, mediante el NN (L) Climate & Enviroment; y finalmente la prosperidad, con el NN (L) Smart Connectivity.
Estas estrategias utilizan cada una cuatro temas de inversión o «soluciones», 12 en total, que pueden aprovecharse para generar impactos positivos según los criterios de los ODS y que se han identificado en función de los problemas mundiales más acuciantes y de la solidez de las oportunidades de crecimiento de la inversión a largo plazo que ofrecen.
Por ejemplo, en el ámbito de la sanidad asequible, NN IP invierte en empresas que hacen que los sistemas sanitarios sean más baratos y accesibles, pero al mismo tiempo estas compañías también se benefician de fuertes tendencias como el envejecimiento de la población y la necesidad creciente de atención de calidad.
Con la gestión de estas estrategias temáticas de impacto, NN IP quiere convertirse en un actor de relevancia a la hora de contribuir a solucionar los mayores desafíos del planeta, al tiempo que añade valor para el partícipe.
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