Los recientes máximos históricos del S&P 500 y del DAX apuntan a un considerable optimismo en los mercados de renta variable. Pero en los mercados de renta fija, explican los expertos de AllianzGI en su informe semanal, la situación es muy diferente. En el pasado, los máximos históricos en las bolsas solían hacer caer el precio de los bonos (por supuesto, este vínculo está desde hace tiempo obsoleto). Ahora, en cambio, “lo que tenemos es que Suecia se ha unido al “club de los países con rentabilidades negativas» y la situación en los mercados de deuda se está extendiendo a Asia, que despierta cada vez más el interés de los inversores europeos”, dice la firma recordando que como consecuencia de este factor, el volumen de las nuevas emisiones denominadas en euros en Asia se ha quintuplicado con respecto al año anterior hasta alcanzar los 2.300 millones de dólares.
Solamente la rentabilidad del bono a 10 años del Tesoro estadounidenseha roto esa tendencia. Su spread comparado con las referencias europeas se ha ampliado aún más, probablemente anticipándose a las actas del FOMC, que revelaban que la Fed mantendrá los tipos de interés cercanos a cero durante más tiempo. La fortaleza del dólar parece ser otra buena razón para esto, apuntan desde AllianzGI.
“Como efecto secundario, hemos observado que la baja rentabilidad de los bonos provocó además volatilidad en el mercado de forex” dicen en referencia a la volatilidad de la cesta de divisas del G-10, que la semana pasada alcanzó temporalmente niveles sólo superados en dos ocasiones durante los últimos 25 años, es decir, en 1992 y en 2008.
Los indicadores económicos tampoco son, para los analistas de la compañía, una razón convincente para explicar los máximos de la renta variable. “En particular, los indicadores de Estados Unidos son comparativamente débiles. En Japón, el PIB del cuarto trimestre se mantuvo por debajo de las expectativas y «en China hemos asistido a otro descenso más de los precios de la vivienda», escriben.
En lo que a la temporada de resultados de Estados Unidos se refiere, casi el 80% de las empresas han dado a conocer ya sus cifras. De media, las ventas superaron las expectativas por un 1,5% y el crecimiento del beneficio remontó un 5% interanual. Las acciones de empresas en sectores como el consumo, la tecnología, las telecomunicaciones y los productos farmacéuticos lo han hecho mejor. En Europa también ha concluido la primera mitad de la temporada de resultados.
Las sorpresas de empresas que ganaron más y de quienes ganaron menos están más o menos equilibradas, recuerdan desde Allianz, por lo que el panorama es mixto. Las revisiones de beneficios antes de su publicación demostró que, obviamente, el tipo de cambio euro-dólar tuvo efecto a los dos lados del Atlántico.
«JohnDonne (1572 – 1631) dijo una vez que «ningún hombre es una isla». Bien. Estas tendencias revelan que ninguna economía es una isla. Las políticas monetarias y la geopolítica tienen efectos en todo el mundo y que sean buenos o malos depende de la situación individual”.
En el caso de Europa, las reacciones del mercado a las tediosas negociaciones con Grecia revelan que la eurozona está llevando a cabo el mayor progreso institucional desde la crisis de deuda. Sin embargo, la situación aún no está clara y los altibajos han disparado repetidamente la confianza de los inversores en el mercado de renta variable. “Los diferenciales de los periféricos (excepto Grecia) con respecto a los Bunds muestran que no se espera una caída significativa”, concluyen.