Clyde Rossow, co-responsable de Quality en la gestora Ninety One, anteriormente conocida como Investec Asset Management, explica por qué las empresas de calidad son resilientes en tiempos difíciles y pueden crecer rápidamente en las recuperaciones.
El caso para la inversión en acciones de calidad -es decir, para crear una cartera de empresas con ventajas competitivas, posiciones sólidas en el mercado, balances saludables, ingresos sostenibles y baja sensibilidad al ciclo económico- es obvio cuando los mercados atraviesan un momento menos tormentoso.
Menos discutido es el potencial de las empresas de calidad para crecer de manera sólida en una recuperación de mercado. A menudo, en medio de los escombros de las empresas más débiles, a medida que se asienta el polvo, las empresas de calidad obtienen una ventaja sobre el crecimiento que puede impulsarlas a través del próximo ciclo. Un atributo clave que ayuda a las empresas de calidad, no solo a sobrevivir una recesión sino a continuar a expandirse después del desastre, es su fuerte posicionamiento en efectivo: o más específicamente el hecho de que tienden a ser resistentes al flujo de efectivo y a tener un efectivo disponible (disponible accesible).
Se suele decir que el efectivo es el rey. Después de una crisis, poseer esas ventajas gemelas en efectivo puede ser un “poder en la sombra”, ayudando a las empresas de calidad a aumentar su dominio del mercado.
Tal y como explora Ninety One a continuación, la historia sugiere que los flujos de caja han ayudado a algunas empresas de calidad a superar al rendimiento del mercado a medida que se inicia la recuperación.
¿Qué es una empresa de calidad?
Las empresas de calidad, tal y como las define Ninety One, tienen cinco atributos:
- Presentan unas ventajas competitivas duraderas y difíciles de replicar.
- Una posición dominante en el mercado en industrias de crecimiento estable.
- Una baja sensibilidad al ciclo económico y del mercado.
- Un balance contable saneado y una baja intensidad de capital.
- Una generación sostenible de flujos de caja y una asignación efectiva del capital.
Estas características ayudan a las empresas de calidad a sobrevivir a unas crisis de mercado y a la desaceleración que le sigue:
- Independientemente del contexto económico, los ingresos generalmente siguen fluyendo para las empresas de calidad, o si las circunstancias extremas interrumpen, se espera que la pausa sea breve antes de que se reanude el crecimiento estructural. Esto se debe en parte a que las empresas de calidad ofrecen productos y servicios que las personas necesitan, que pueden ser vendidos en ocasiones como una suscripción o como compras recurrentes. También tienden a operar en industrias en crecimiento en las que tienen ventajas competitivas. En consecuencia, estas empresas no son tan vulnerables cuando la economía se desacelera.
- Debido a que frecuentemente tienen posiciones dominantes en el mercado, las empresas de calidad pueden tener poder de fijación de precios, lo que les brinda una protección adicional durante una recesión.
- Las compañías de calidad tienden a tener bajos gastos operativos, especialmente, bajos costes fijos. Son también poco intensivas en capital, lo que significa que no necesitan gastar mucho en mantener fábricas o maquinaria sofisticada para mantenerse dentro del negocio.
- Los balances sólidos son otra característica de las empresas de calidad. Además de tener relativamente poca deuda, por lo general, tienen unos niveles significativos de flujos de caja y un fácil acceso a la liquidez/financiación en buenos términos, debido a sus fuertes calificaciones crediticias.
En conjunto, estos atributos dan a las empresas de calidad una mayor flexibilidad para asignar capital (ver figura abajo). Como ya sugirió Ninety One, esta ventaja no solo se mantiene en tiempos difíciles, sino también cuando la tormenta pasa.
Un incremento en las opciones:
Durante una crisis, las empresas pueden hacer un uso productivo de recompras de acciones o recortes temporales en los dividendos para garantizar que seguirán siendo resistentes y para prepararse para un cambio en el ambiente económico. Es decir, pueden suspender las recompras si es necesario, ya que no han dependido de préstamos para recomprar acciones con el fin de impulsar el crecimiento de las ganancias y la participación.
Cuando las condiciones mejoran, etas empresas pueden gastar en crecer en sus líneas de negocio o en adquisiciones, en lo que puede ser un momento muy ventajoso para hacerlo, ya que algunos rivales más débiles pueden haber sido eliminados o pueden estar disponibles para ser comprados a un precio bajo.
Con un campo más claro, el potencial de crecimiento robusto es mayor, razón por la cual las empresas de calidad pueden destacar durante una recuperación.
También es probable que reestablezcan sus dividendos antes, si es que los llegaron a reducir, algo que los inversores que buscan ingresos apreciarán especialmente.
En pocas palabras, después de una sacudida, los más fuertes tienden a salir fortalecidos. El desempeño de la estrategia Global Franchise de Ninety One, que busca identificar empresas de calidad a través de una investigación en profundidad, sugiere los mismos resultados, con unos rendimientos por lo general superiores al índice de referencia en el año inmediatamente posterior a un mercado en recesión, como se muestra en el siguiente gráfico.
Las valoraciones son clave
Por supuesto, aquellos que buscan seguir un estilo de inversión de calidad deben mantener una disciplina de valoración, es decir, deben comprar empresas de calidad a precios razonables. Con un enfoque activo, además de intensivo en análisis y research, que se puede realizar en cualquier momento. Pero, es en momentos como el presente, después de que se hayan producido ventas masivas indiscriminadas, cuando los precios de las acciones se desprenden de los fundamentales, que a menudo se presenta una mejor oportunidad para construir una cartera de calidad con unas bajas valoraciones.
Y si lo que viene después de la crisis actual es una desaceleración prolongada o una rápida recuperación, la combinación de la resistencia de una cartera de calidad en tiempos difíciles y el fuerte potencial de crecimiento de estas acciones en las recuperaciones podría ayudar a los inversores.