Una de las consecuencias del largo período de bajos tipos de interés es que las condiciones financieras de las empresas son cómodas e invitan a invertir en proyectos que no necesariamente tienen por qué ser rentables. En opinión de Nicolo Carpaneda, director de inversión del área de renta fija de M&G, «si el dinero es gratuito las empresas pueden invertir en proyectos no necesariamente rentables. Es un problema y una burbuja que el banco central tiene que detener», ha afirmado durante un encuentro informativo.
De hecho, este experto admite que empieza a tener «un poco de miedo» de cara a 2020. Para el inversor en renta fija, estas condiciones financieras restan atractivo a la deuda high yield y permiten arriesgar en crédito con grado de inversión (IG). Como ejemplos, Carpaneda apunta a las emisiones de deuda de compañías de telecomunicaciones, utilities o automovilísticas, que tienen vencimientos largos.
«Preferimos bonos de compañías de calidad en países europeos. Los periféricos siempre han sido residuales aunque en el sector financiero hay ahora oportunidades interesantes en la periferia», explica Carpaneda. Por el contrario, descarta la deuda ligada a materias primas, incluido el petróleo. Por otro lado, este experto apunta a la deuda de países emergentes como otra de las mejores oportunidades en renta fija. «Aún con el riesgo que conllevan, el contexto es ideal todavía para invertir en deuda emergente, siempre que el dólar no se fortalezca mucho», sostiene.
En cuanto a la curva de tipos, este experto considera que mientras continúe la guerra comercial y se confirme la continuidad de Trump veremos más inflación en la economía de EE.UU. «La presión de la administración Trump sobre las instituciones monetarias se siente», afirma Carpaneda. Respecto a los posibles problemas de liquidez que se puedan producir en el mercado de renta fija, Carpaneda argumenta que, «el mejor momento para comprar bonos es cuando menos liquidez hay» y añade que en los últimos años no han visto nada preocupante. «Siempre hay un buffer de bonos gubernamentales que es casi como tener liquidez. Además, se puede manejar la liquidez sin tener que vender lo que no es líquido».
Otro activo que este experto destaca por la elevada demanda que se está observando son los préstamos estructurados o ABS. «Hay grupos de bancos que piden este tipo de producto», señala. En cuanto a la curva de tipos, este experto considera que mientras continúe la guerra comercial y se confirme la continuidad de Trump más inflación se añadirá a la economía de EE.UU. «La presión de la administración Trump sobre las instituciones monetarias se siente».
España, la mejor economía de Europa
Carpaneda ha aprovechado para lanzar un mensaje positivo sobre la economía española. A pesar de que, señala, el sentimiento es de que no se ha salido de la crisis, «a nivel empresarial es con diferencia la mejor economía de Europa». La explicación está, añade, en la fuerte reducción de la deuda de las familias españolas y en el ajuste de los costes laborales unitarios, como consecuencia de las reformas laborales.