“Creo que todo el mercado global y las inversiones han estado determinadas por los bancos centrales, y eso ha dicho mucho de cómo todos hemos estado invirtiendo durante este tiempo”. Así de claro se muestra Mark Burgess, jefe adjunto global de inversiones para EMEA de Columbia Threadneedle Investments, antes de mostrar sus previsiones para el segundo semestre del año.
Esta aseveración es casi una advertencia para recordar que, actualmente, el mercado sigue muy influenciado por las políticas de los bancos centrales y que a la hora de hacer previsiones es necesario tenerles en cuenta. “A medida que el mercado vaya recuperando su normalidad, creo que irá volviendo la volatilidad. La economía continuará expandiéndose, pero a un menor ritmo mientras mantiene en el horizonte las expectativas de la inflación y de la subida de tipos, a diferentes velocidades, por parte de la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, principalmente”, explica sobre su visión global.
Además de los bancos centrales, la otra gran clave del segundo semestre de 2018 será la evolución de los mercados emergentes, que por un lado han sufrido el impacto de un dólar fuerte, pero por otro siguen contando con unos fundamentales sólidos. En su opinión: “La región asiática será la clave de los mercados emergentes”.
En este sentido la gestora considera que Asia ofrece valoraciones razonables y rentabilidades atractivas. Una región que se seguirá caracterizando por el incremento de la demanda doméstica, por unas economías mejor posicionadas que en 2013 frente al ciclo económico que vive Estados Unidos y por la fuerza que tienen a nivel global sus compañías tecnológicas.
A la hora de definir el escenario para lo que queda de año, señala que cada vez habrá una menor sincronización. Para Europa prevé un buen crecimiento, aunque no sea tan fuerte ya que tendrá siempre latente el riesgo que supone la negociación del Brexit. La joya de la corona será Estados Unidos, que seguirá mostrando un sólido crecimiento; la única duda en este mercado será, según Burgess, la necesidad de implementar más estímulos económicos. Por último, los mercados emergentes, pese a la fortaleza del dólar, serán los grandes beneficiados de todo este crecimiento global.
“A corto plazo puede que veamos una ralentización del crecimiento, pero seguirá habiendo crecimiento. La consecuencia de todo este gran crecimiento sincronizado que hemos visto en los últimos dos años es que los inversores tienen muchas expectativas y confianza en sus inversiones, sobre todo en la parte de beneficios empresariales y en mercado de renta variable. En la medida que el mercado se vaya normalizando, porque no podemos olvidar que con los programas tipo QE los bancos centrales han tenido secuestrado los yields, veremos qué pasa con esas expectativas”, explica Burgess.
Asset allocation
Con este escenario de fondo, la gestora se muestra a favor de la renta variable, de las propiedades y las commodities, mientras que muestra neutral en cash y en crédito. Por el contrario, y como ocurre con la mayoría de las firmas, los bonos gubernamentales siguen sin ser un activo atractivo.
Al profundizar en renta variable Burgess reconoce que muestran más a favor de invertir en tecnología y en salud, mientras que son más neutrales en el sector de consumo cíclico, energía, industrias y finanzas. En el lado opuesto se encuentran sectores como el inmobiliario, las utilities, las telecomunicaciones y los materiales. Respecto a las regiones, considera que Japón es la mejor opción, sin perder de vista lo que pueda ocurrir en el resto del área del Pacífico y en Europa, menos en el Reino Unido. Curiosamente, la gestora se aleja de Estados Unidos.