Los inversores chinos son pragmáticos y, a la hora de posicionar su capital, no piensan en la próxima década, sino, como mucho en los próximos cinco años. Por eso Anthony Wong, gestor de Renta Variable de Allianz Global Investors, presentó las oportunidades que ofrece el mercado chino de cara a los próximos cinco años, en el marco de la 10ª Conferencia sobre Asia organizada por Allianz GI recientemente en Berlín.
El gestor explicó la visión a largo plazo para el país de su presidente, Xi Jiping, que pretende convertirlo en un país próspero, “con un desarrollo equilibrado”, de cara a 2050, basándose en tres pilares: crecimiento, estabilidad y reformas.
Un crecimiento basado en la clase media y la innovación
Sobre el crecimiento del país, el gestor destacó el movimiento de la clase media, desde un consumo movido por las necesidades a otro movido por los deseos (del “need” al “want”). “En 2020 solo el 20% del gasto estará dedicado a cubrir necesidades (alimentación), y el 37% a otras necesidades como salud o productos para el hogar, mientras un 43% estará destinado a consumo discrecional como objetos personales, educación, cultura, transporte, ocio…”, indicó, de forma que este cambio abre oportunidades de inversión, en valores de consumo como Angel Yeast (comida más sana), New Oriental Education (en inglés) o la firma China International Travel Service (un operador duty free en China, que puede beneficiarse del boom del turismo y mayor consumo de los turistas del país).
El segundo gran catalizador del crecimiento es la innovación. “Muchos aún tienen la impresión de que China es todavía la mayor fábrica del mundo, en objetos como zapatos, pero esa imagen corresponde al pasado”, aseguró el gestor. De hecho, China es pionera en empresas innovadoras: tomando los datos de 2016, el país es domicilio de un tercio de los unicornios mundiales, y en inversión en venture capital, segundo detrás de EE.UU., con las finech como gran área de inversión. “La transformación estructural del país es enorme”, destaca Wong.
En el evento, Terence Lau, director de Research para Asia y Pacífico en la gestora, destacó también cómo Asia, y especialmente China, están abrazando la tecnología más rápido que el resto del mundo: aunque conviene vigilar los riesgos regulatorios de gobernanza, destaca que la tecnología disruptiva está borrando las fronteras de las industrias tradicionales y creando grandes oportunidades de alfa.
Estabilidad: el segundo gran pilar del Gobierno
Otro pilar del Gobierno para lograr sus objetivos es la estabilidad. Wong destacó que la expansión del crédito se ha ralentizado, si bien el desapalancamiento lleva su tiempo. “Al hablar de renta variable, siempre hay preocupación por el nivel de deuda y es un reto para inversores y Gobierno restablecer el equilibrio entre crecimiento y estabilidad”, indicó, destacando algunos signos de mejora sobre todo en el sector corporativo en términos de deuda y también entre los hogares.
Sobre el mercado de valores, destacó que la volatilidad se está reduciendo. “¿Vamos a ver más volatilidad en los mercados chinos? La respuesta es sí y no”, dijo, explicando que en el mercado doméstico seguirá la volatilidad pero por diferentes razones que en el pasado: si antes hubo movimientos ante las acciones del banco central y la menor liquidez, con la consiguiente reacción de los reguladores y sus medidas limitadoras, ahora sus acciones son positivas porque se trata de regular actividades como el mercado en la sombra. “La volatilidad continuará pero por diferentes razones”, aseguró, y además ésta ha bajado del 50% al 15% desde verano de 2016.
El tercer pilar: las reformas
Sobre el tercer pilar, el de las reformas, destacó cómo éstas afectan tanto al estado como a las empresas.
“Las reformas políticas seguirán siendo el principal catalizador de la volatilidad del mercado. Ahora irá mejor, pero de vez en cuando puede pasar que haya errores políticos y eso será la mayor fuente de volatilidad”, añade. Así, los errores políticos son el principal riesgo para el mercado de acciones, en el que Allianz GI invierte con una postura holística, activa y muy selectiva.
Holística, porque no solo se centra en el mercado offshore y en acciones listadas en EE.UU. –segmentos en los que se focalizan los inversores globales, que además están infraponderando el país en sus carteras-, sino también en el mercado doméstico: “El 70% del universo total de acciones pertenecen al mercado onshore, de acciones A, así que si solo te centras en los mercados offshore te estás perdiendo la mayoría de oportunidades en China”, advierte Wong. Así, el fondo Allianz All China Equity equilibra la exposición a diferentes economías y mercados (acciones A chinas, otras listadas en Hong Kong y otras Taiwán, o en EE.UU.), de forma que, según el gestor, “el inversor queda mejor posicionado para ganar exposición a la transformación estructural de China”.
“Los inversores chinos son muy cortoplacistas e invierten con un horizonte de tres-cuatro meses, lo que hace al mercado A muy volátil pero por ello es un gran mercado para los inversores activos, y no para los ETFs”, añade.
Como resumen, el gestor destacó que el crecimiento, la estabilidad y las reformas serán los catalizadores clave para la economía china en el futuro, vigilando siempre el riesgo político, si bien se ha aprendido de los errores del pasado. El fondo de Allianz GI pretende capturar el potencial de crecimiento de largo plazo del país con una única estrategia.