Gestionar retorno absoluto no es cosa simple. Para ello, la gestora española GVC Gaesco Gestión utiliza a día de hoy un total de 19 estrategias que implementa en dos fondos de inversión, GVC Gaesco Retorno Absoluto (multiestrategia) y GVC Gaesco Patrimonialista (monoestrategia).
La última implementada en el primero es el “modelo pánico”, así bautizado. Un modelo que analiza las correlaciones que existen en los mercados con la pretensión de detectar tanto los movimientos de pánico alcistas como bajistas. Según explicó Jaume Puig, director general de la entidad, en un reciente evento en Madrid, cuando el mercado detecta pánico las correlaciones normales pasan a altas, el modelo detecta estos movimientos a priori y permite tomar decisiones de inversión tanto en mercados alcistas como bajistas.
“Nuestra gestión en retorno absoluto tiene un enfoque cuantitativo, se basa en la detección y aprovechamiento de las ineficiencias de los mercados, con carácter universal, muchas de ellas basadas en el behavioral finance”, explican de la gestora, donde se aprovechan de la estructura de la información y las características de los participantes del mercado que influyen sistemáticamente en las decisiones de inversión de los individuos y, por consecuente, en los resultados de los mercados.
“En GVC Gaesco buscamos esta tipología de ineficiencias y las implementamos de forma sistemática. Trabajamos desde 1997 con un equipo de I+D de la Universidad de Física de Barcelona, quien valida la existencia y magnitud de las ineficiencias propuestas por el equipo interno de gestión. Contrastamos las ineficiencias por un periodo no inferior a 25 años, validándolas en entornos muy distintos de mercado”, explican.
En su presentación, Puig habló también de otra estrategia, que está basada en las confianzas, del consumidor, del empresario, inversor… una estrategia que les permite tomar posiciones de entrada o salida en renta variable: “Sobre todo en los extremos de los datos que analizamos, hemos detectado que los agentes económicos antes mencionados no anticipan el cambio de ciclo económico, cuando todo el mundo está excesivamente optimista el modelo empieza a desinvertir y viceversa, cuando todo el mundo está excesivamente pesimista no se está anticipando el cambio de ciclo y es momento de empezar a entrar”.
El Ratio de Sharpe Investing
Por último Puig comentó que en 2007 encontraron una estrategia muy potente que implementaron en el fondo GVC Gaesco Patrimonialista, un modelo basado en el “Ratio de Sharpe Investing”: el fondo invierte más a medida que los mercados se van volviendo más saludables, que mejoran la relación entre rentabilidad y volatilidad, y desinvirtiendo a medida que los mercados se degradan, es decir, cuando la relación entre volatilidad y rentabilidad va empeorando.
Así, la inversión se distribuye entre activos sin riesgo (mercado monetario) y activos con riesgo (fondos de renta variable y ETFs), en función del contexto del mercado y las perspectivas económicas. El rango de inversión en cada una de las dos clases de activos es muy amplio (0%-100%), lo cual proporciona una gran flexibilidad y agilidad para adaptarse a las fluctuaciones de los mercados.