Pese a un año de gran agitación política, los activos de mercados emergentes mostraron en 2016 una solidez sorprendente frente a los distintos acontecimientos globales. Claudia Calich, gestora del M&G Emerging Markets Bond Fund, cree que la selección de valores de tipo bottom-up en emisiones en divisa fuerte y en moneda local seguirá teniendo cierta importancia en 2017, si bien la dispersión de rentabilidades será muy inferior a la de 2016.
Si algo llama la atención en la cartera que gestiona Calich es la asignación cero a deuda china o al renminbi. “Por convicción en el fondo no tenemos actualmente ninguna posición en bonos en China”, dice. A pesar de que hasta ahora se ha evitado un «aterrizaje forzoso» conforme la tasa de crecimiento económico de China se desacelera, el equipo de M&G que lidera Calich prefiere mantener la cautela en el gigante asiático. Sobre todo si tenemos en cuenta su crecimiento económico más lento y el camino incierto de sus relaciones con Estados Unidos después de la puesta en marcha de la administración Trump y todas las advertencias vertidas durante la campaña presidencial.
“Vamos a prestar mucha atención a las relaciones de Estados Unidos con China. Es un tema de alto perfil en el que cualquier imposición de aranceles al comercio o la denominación de China como ‘manipulador de divisa’ por parte de EE.UU. serán eventos claves a lo largo del año”, argumenta.
A Venezuela se le agota la liquidez
El otro país en el que hay que mantener una especial cautela es, para Calich, Venezuela y así lo demuestra la pequeña ponderación al país: el fondo sólo tiene un 1,5% de exposición que corresponde en su mayor parte a títulos de la petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA).
“Venezuela sigue siendo el mercado de bonos emergentes de mayor riesgo. El resultado en 2017 puede ser binario: o bien podría entrar en default o ser el emergente que mejor lo haga este año, pero nosotros estamos infraponderados”, dice.
Y es que, argumenta, el país se está quedando sin liquidez para pagar su deuda, y existe el riesgo de que pueda quebrar en 2017, especialmente en el cuarto trimestre, debido a los vencimientos que tiene que afrontar.
El punto a favor de un escenario tan revuelto es que una jugada especulativa donde los inversores en deuda necesitan evaluar qué riesgo de default está descontado y cuáles podrían ser las tasas de recuperación para sopesar el potencial de subida y el de bajada.
Argentina, estrella ascendente
Dentro del espectro de países emergentes, Argentina -con un 6,9% ponderación dentro de la estrategia y un 2,2% de exposición al peso- es la mayor posición del fondo.
“Las dificultades económicas que el presidente Mauricio Macri necesita para dar la vuelta a la economía son severas. Estas incluyen, por ejemplo, la obstinada inflación y la recesión. Dicho esto, creemos que el progreso hacia la recuperación continúa”, afirma en durante la entrevista.
M&G estima que el reciente retorno exitoso de Argentina al mercado de bonos soberanos es muy positivo para normalizar las relaciones financieras del país con los mercados internacionales. “Creemos que la administración del Presidente Macri sigue en el camino correcto de las reformas”, añade Calich, que acumula 23 años de experiencia en la deuda de los mercados emergentes.
Esa es la principal razón de que la firma mantenga una visión favorable en las perspectivas del mercado de renta fija argentino y el peso. Calich considera que el país está mostrando un positivo impulso a las reformas, incluyendo la mejora de las relaciones con Occidente y el avance hacia políticas económicas más ortodoxas. “Tenemos una asignación sobreponderada al mercado”, explica Calich.
Emisiones de deuda
Debido al previsible efecto de la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, Argentina vendió 7.000 millones de dólares en bonos denominados en dólares en noviembre justo antes de la toma de posesión.
Argentina pretende recaudar 10.000 millones de dólares en el exterior este año, como parte de un programa más amplio para vender cerca de 40.000 millones de dólares en 2017 en mercados locales e internacionales mientras el presidente Mauricio Macri intenta reactivar la economía.
“Tenemos bonos en dólares estadounidenses y en moneda local en Argentina, una exposición con la que estamos cómodos ya que el peso ha estado funcionando bien. Además de los bonos gubernamentales y la deuda provincial, nuestra exposición corporativa incluye el grupo de energía YPF”, dice Calich en referencia a la exposición de su fondo.
Brasil toca fondo
El otro emergente que atrae a la gestora del M&G Emerging Markets Bond Fund es Brasil. El sentimiento hacia este importante mercado emergente ha mejorado desde la salida de la ex presidenta Dilma Rousseff el año pasado y la gestora de M&G cree que hay optimismo sobre la posibilidad de que el nuevo gobierno impulse una serie de necesarias mejoras que mejorarían las perspectivas.
“Hay indicios de que la recesión del país está llegando a su punto más bajo, incluyendo, por ejemplo, las últimas perspectivas sobre la economía mundial del FMI. Sin embargo, la tarea a la que se enfrenta el presidente Temer para conseguir sacar al país de la crisis sigue siendo difícil y el mercado podría estar siendo demasiado optimista hasta que el nuevo gobierno demuestre que puede conducir y llevar a cabo las reformas adecuadas”, explica.
La exposición de la estretagia al país es del 6% y del 1,9% al real brasileño. Esta última, reconoce, es una exposición pequeña a la espera de encontrar un mejor punto de entrada.
“Somos conscientes de que el mercado puede haber llegado a ser demasiado positivo en un contexto post-Rousseff y mantenemos bonos locales y de divisas de forma selectiva. Esta asignación incluye tanto el crédito soberano como el de las empresas. Creemos que el crédito corporativo ofrece un valor atractivo en relación con la deuda pública”, añade.