¿Fue 2020 el año en el que de veras se expandió por todo el mundo la inversión sostenible? Los inversores de todo el planeta se están fijando cada vez más en las credenciales en materia de sostenibilidad de las empresas a la hora de invertir su dinero.
En la opinión de MFS Investment Management, la información relativa a los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) reviste un carácter fundamental que debe sopesarse junto con toda la demás información sustancial. Esa es la razón por la que los analistas fundamentales y gestores de carteras integran su evaluación de los principales riesgos y oportunidades ASG de una empresa o un emisor en sus análisis generales de valores y la construcción de la cartera. Examinan hasta qué punto creen que los factores ASG son importantes para el valor de los accionistas y tienen un impacto económico en él.
Una empresa, múltiples facetas
Obtener una visión holística de las afirmaciones ASG de una compañía requiere la evaluación de los tres ámbitos ASG, como se indica a continuación.
- Medio ambiente: abastecimiento sostenible de materias primas, procesos de producción, gestión de residuos
- Social: tratamiento de la mano de obra tanto directa como en la cadena de suministro, privacidad de los datos, relaciones con la comunidad
- Gobierno corporativo: motivación e incentivación de la cúpula directiva, estructura e independencia del consejo
Conforme ha ido evolucionando la práctica de examinar las políticas ASG de las firmas, ha ido quedando patente que las empresas deben ser más conscientes de las prácticas empresariales más allá de sus operaciones directas. Tanto la cotización como la reputación de la marca de una empresa se pueden ver muy afectadas por unas prácticas deficientes en materia ambiental y social en las cadenas de suministro.
¿Por qué debería importarles a los inversores y las empresas las cadenas de suministro?
En julio de 2020, un comerciante minorista de moda en línea con sede en el Reino Unido sufrió una caída de casi la mitad de su cotización después de que se publicara un reportaje en el que se le acusaba de recurrir a la “esclavitud”. Uno de los proveedores de la empresa había sometido a sus empleados a unas condiciones de trabajo nefastas, además de pagarles una cantidad muy inferior al salario mínimo nacional1. A pesar de la buena puntuación que el distribuidor minorista había recibido por parte de proveedores terceros de calificaciones en materia ASG, un informe independiente reveló que la cúpula directiva sabía lo mal que el proveedor trataba a los trabajadores y no actuó en consecuencia2.
No cabe duda de que esta historia empañó la reputación del distribuidor minorista, pero también afectó a los inversores que poseían la empresa. Después de que se publicara la historia, uno de los mayores accionistas de la firma vendió casi todas sus posiciones, muchas de las cuales se mantenían en fondos comercializados como inversiones “responsables”. En total, según Morningstar, 20 fondos sostenibles diferentes mantenían la acción3. Una serie de distribuidores minoristas en línea, entre los cabe destacar Amazon y ASOS, también quitaron la marca de sus sitios web4.
Este ejemplo pone de manifiesto una serie de cuestiones más amplia que los inversores deben tener en cuenta. ¿Se abona o debería abonarse una prima por aquellas empresas que estén satisfaciendo de manera clara y transparente unos altos estándares ASG? ¿Cuánto le cuesta a una firma mejorar el rendimiento en términos ASG y cómo podría incidir esto en los ingresos? ¿Cuáles son las metas de la empresa en materia de sostenibilidad? ¿Cuánto se tardará en alcanzarlas? ¿Cuáles son los parámetros ASG para medir los avances? ¿La remuneración de la cúpula directiva está vinculada con estos parámetros?
La cuestión clave que afrontan los inversores y que subyace detrás de todos estos interrogantes es la siguiente: ¿cómo se puede decir si la credibilidad de una firma en términos ASG es real? El ejemplo anterior pone de relieve el punto flaco en las calificaciones ASG que suele pasarse por alto y que radica en que, en muchas ocasiones, presentan un carácter retrospectivo, en especial en el caso de los fondos “responsables” que recurren a calificaciones de terceros en su proceso de selección de valores.
Estas evaluaciones retrospectivas constituyen un enfoque cuestionable con el que analizar los futuros riesgos y oportunidades. El análisis fundamental de las empresas es crucial para entender la potencial relevancia de las cuestiones ASG para los inversores que desean protegerse frente a resultados negativos y participar en el éxito que podría derivarse de las mejoras en el rendimiento de una firma en materia ASG. Después de todo, resulta más fácil prometer cambios que materializarlos.
Desconfiar de la publicidad mediática, plantear las preguntas difíciles y hallar las pruebas
Adidas afirma que la sostenibilidad reviste un carácter integral en su estrategia empresarial y, a según el parecer MFS Investment Management, las pruebas que sostienen esta aseveración son evidentes. Entre los aspectos más destacados se encuentran el desarrollo de un equipo formal de asuntos sociales y ambientales a finales de la década de 1990, la ayuda a la fundación de la Asociación por el Trabajo Justo (Fair Labor Association) en 1999 y la fabricación de su primera zapatilla hecha de plástico de los océanos en 2015. En 2019, Adidas fabricó su primera zapatilla de alto rendimiento totalmente reciclable.
En las publicaciones de la propia firma, los inversores pueden encontrar con facilidad información sobre su visión a largo plazo en materia de sostenibilidad, que hace hincapié en erradicar los residuos de plástico y en lograr la neutralidad climática de aquí a 2050. Ya ha optado por usar solo algodón de fuentes sostenibles y se ha marcado como objetivo sustituir todo el poliéster virgen por poliéster reciclado de aquí a 2024.
La empresa atesora un magnífico historial y tiene unos objetivos mensurables en materia de sostenibilidad, pero la cuestión es si la empresa integra la sostenibilidad en su cultura y si su cadena de suministro cumple con sus propios y elevados estándares.
Análisis en profundidad
En una videoconferencia entablada en 2020 con la cúpula directiva de Adidas, los analistas de renta variable, renta fija y ASG de MFS tuvieron la oportunidad de hablar sobre la sostenibilidad directamente con el Director Ejecutivo (CEO). Esto representa un ejemplo del valor adicional que puede proporcionar un análisis fundamental exhaustivo a la hora de adoptar decisiones de inversión.
Adidas reconoce el conflicto entre la creación de productos y procesos sostenibles y la innovación sin límites que se requiere con frecuencia para seguir siendo una firma líder en el ámbito del rendimiento deportivo. La compañía entiende que, si bien cada vez más consumidores tienen en cuenta la sostenibilidad cuando escogen sus productos, la mayoría siguen sin estar dispuestos a pagar un plus por ellos. Estas consideraciones han nutrido tanto la visión como las perspectivas a largo plazo de la compañía, que se esfuerza por desarrollar productos sostenibles que también puedan ofrecer rendimiento.
Adidas también entiende la necesidad de que el conjunto de la firma se comprometa con la sostenibilidad. Por poner un ejemplo, cuando los compradores de materiales abogan por alternativas ecológicas, los diseñadores tienen que incorporarlas.
Las ambiciosas metas de la empresa en términos de sostenibilidad provienen de la cúpula de la organización, un hecho que atrae a una base de empleados y clientes cada vez más comprometida con la sostenibilidad. La meta final de Adidas es lograr que todos los productos sean sostenibles.
La firma se rige por su visión a largo plazo, al tiempo que entiende que la ampliación de la sostenibilidad será un reto. En MFS Investment Management creen que su motivación parece creíble y genuina, además de reflejar el entendimiento de que no puede promocionarse como una marca de salud y bienestar si no demuestra con hechos esos valores. A efectos de crear un impacto duradero, también observa la necesidad de alinearse con los competidores con el propósito de subir el listón de la sostenibilidad en todo el sector.
Las cadenas de suministro constituyen un ámbito al que muchas empresas han prestado una escasa atención a lo largo de las últimas décadas, algo que, con frecuencia, ha desembocado en riesgos de cola. Habida cuenta de su gran volumen de fabricación subcontratada, hay unos enormes riesgos vinculados con las cadenas de suministro, en particular aquellos que tienen que ver con las prácticas laborales.
En este sentido, impresionan las acciones acometidas por Adidas. Reconoce la magnitud de estos riesgos sobre su marca y su negocio, y ha adoptado medidas para gestionarlos. Cuenta con su propio departamento de auditoría de la cadena de suministro, que incluye equipos sobre el terreno en Asia y Europa del Este, donde se localizan las fábricas de los proveedores. La empresa audita a todos los proveedores de primera línea y a la mayoría de los proveedores de segunda línea cada dos años como mínimo, además de exigir a estos proveedores que implementen medidas correctoras en situaciones en que se incumplan los estándares. Dio por finalizadas las relaciones con dos proveedores en 2019 por vulneración de los estándares. En una muestra de audacia, Adidas también empezó a divulgar los nombres de sus proveedores de primera, segunda y tercera línea. Dado que las relaciones con los proveedores suelen representar una ventaja competitiva, creemos que esto demuestra que la empresa se toma en serio el intento de garantizar una cadena de suministro ética.
¿Qué camino se seguirá a partir de ahora?
Adidas está difundiendo un mensaje auténtico que coincide plenamente con las exigencias de los consumidores a medida que intensifica el desarrollo de los productos circulares que, seguramente, más clientes demandarán tras salir de la crisis actual.
En MFS Investment Management son de la opinión de que, dado el tamaño de la compañía, sus iniciativas de sostenibilidad son de gran relevancia. La profundidad, calidad y duración del trabajo en la cadena de suministro en el seno de Adidas ayudará, a su parecer, a proteger la firma tanto frente a los riesgos derivados de la violación de los derechos humanos como a los mayores costes ambientales de cara al futuro. Dicho esto, las cadenas de suministro de Adidas siguen siendo un gran ámbito de interés y, aunque se aprecia que la compañía se toma el asunto con seriedad, en MFS Investment Management reconocen que aún podría hacer más.
En MFS Investment Management siguen comprometidos con Adidas y alientan los cambios en ámbitos en que detectamos margen de mejora. Han hablado sobre una serie de elementos adicionales con la cúpula directiva, entre los que cabe incluir el cambio climático y la mitigación de las emisiones. Adidas podría beneficiarse de la actualización de los sistemas internos y de la reducción de su dependencia de consultores externos para recabar datos en materia de emisiones. Ahora bien, Adidas se comprometió con la iniciativa Science Based Targets (Objetivos basados en la ciencia) en febrero de 2020 (5). Esto supone un primer gran paso, y están deseando ver los objetivos que establecerá la firma.
En MFS Investment Management creen que la comunidad inversora en general no se ha percatado aún de todo el potencial que encierra la titularidad activa a la hora de crear valor a largo plazo para los clientes. Así pues, se incentiva un diálogo abierto acerca de la importancia de la titularidad activa y la forma en la que todos los inversores podrían ser mejores titulares y administradores del capital.
Notas:
(2) https://www.bbc.co.uk/news/uk-england-leicestershire-54292528
(3) https://www.cityam.com/standard-life-aberdeen-offloads-boohoo-stock-over-leicester-factory-scandal/
(4) https://www.forbes.com/sites/lelalondon/2020/07/08/why-has-boohoo-been-dropped-by-amazon-and-asos/
(5) https://sciencebasedtargets.org/companies-taking-action
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