El crecimiento de la economía mexicana mejorará en 2015, favorecido por el sector exportador no petrolero y la expansión de la economía estadounidense, según estimaciones del Grupo Financiero Santander.
De acuerdo con sus perspectivas económicas para México en 2015, a esta mejoría en la dinámica de crecimiento se suma una expectativa favorable sobre la implementación de la reforma energética en su fase inicial, así como ganancias en los salarios reales y en el empleo.
Considera que la economía de México recibirá “beneficios” principalmente del crecimiento de la economía de Estados Unidos y una posible mejora de otras economías desarrolladas y emergentes. Sin embargo, la persistencia de bajos precios del petróleo y las presiones sobre el tipo de cambio podrían tener implicaciones negativas, añade Santander en sus perspectivas para 2015 recogidas por el diario El Financiero.
Por ello, indicó que hay que estar atentos a la evolución de los precios del petróleo y de la producción petrolera, así como a eventuales escenarios de volatilidad financiera asociados a la normalización de la política monetaria de Estados Unidos. Asimismo, a la problemática de la zona del euro y a una eventual desaceleración no prevista de la economía de China.
Para 2015, su expectativa de crecimiento es del 3,5%, similar a la estimación de los analistas privados encuestados mensualmente por el Banco de México (Banxico), la cual en agosto pasado se ubicó en el 3,9%, pero en el último cuatrimestre de 2014 se revisó a la baja.
Estima que en 2015, al igual que en 2014, el crecimiento económico de México será beneficiado por el crecimiento de las exportaciones no petroleras dirigidas al mercado estadounidense, principalmente.
Indica que para 2015 se prevé que la economía de Estados Unidos registre un crecimiento del 3%, lo que aunado a un tipo de cambio del peso frente al dólar más competitivo, hace esperar que las exportaciones no petroleras seguirán con resultados favorables. De manera que el crecimiento económico de México registrado en 2014 estuvo asociado a factores internos, que algunos de ellos podrían disiparse en 2015 y favorecer el desempeño de la economía.
En primer lugar, Santander subraya que en 2015 no se esperan nuevos impuestos ni aumento de los existentes, como sucedió en 2014 y que generaron un impacto considerable en la confianza de los consumidores y de las empresas, sobre todo al inicio del año.
En segundo lugar, espera una inflación menor en 2015 (3,4%) que en 2014 (4,2%) hasta la primera quincena de diciembre), tanto por el efecto mencionado de los impuestos, como de menores ajustes en los precios de la gasolina, así como reducciones en los precios de los servicios de telecomunicaciones.
Para la institución financiera, la menor inflación esperada hace suponer una mejora en los salarios reales, que sumada a las ganancias en el empleo, eventualmente mejorarán la confianza de los consumidores.
En tercer lugar, prevé que habrá una mejora en los indicadores de inversión por el tema de licitaciones de obra pública y los efectos rezagados del ejercicio del gasto público en 2014, a lo que habrán de sumarse los efectos positivos de la primera etapa de implementación de la reforma de energía, así como en el área de telecomunicaciones.
“Estos elementos, a lo que se adiciona la recuperación en marcha del sector construcción, nos hacen suponer que el crecimiento de la economía mejorará en 2015”, proyecta Santander.