En el marco del inicio del año, SURA México presentó este martes sus Perspectivas Económicas y de Mercado 2015, en las que dio a conocer sus principales proyecciones para el mercado global.
En esta presentación, Salvador Galindo, director de Inversiones de Fondos y Mandatos de SURA, destacó: “Esperamos que 2015 sea de mayor crecimiento económico mundial que 2013 y 2014, pero la aceleración será modesta y veremos desempeños divergentes. En consecuencia, las respuestas de política monetaria también serán mixtas, generando mayor volatilidad financiera a la observada en 2014”.
Según SURA, el escenario en mercados desarrollados es más favorable que en el año anterior, dado el estímulo al consumo que los precios bajos del petróleo están imprimiendo, mejores condiciones macroeconómicas en general y política monetaria más acomodaticia en Europa y Japón. Estima que exista una mayor presión sobre los mercados emergentes debido a que los precios de las materias primas y los energéticos seguirán siendo bajos, acentuando aún más sus debilidades estructurales, las cuales se están haciendo evidentes a causa de un dólar más fuerte y la perspectiva de incrementos en tasas en EE.UU.
Salvador Galindo comentó también que: “Aquellos países altamente dependientes del precio de sus exportaciones respecto a lo que importan, y con debilidades estructurales, pueden representar una inversión que, pese a valuaciones atractivas, no compense los riesgos implícitos para el siguiente año. Por otro lado, las naciones menos vulnerables a precios bajos de materias primas y energéticos, pero cuyas exportaciones puedan verse favorecidas por el fortalecimiento del dólar y que cuenten con buenos fundamentales, pueden sorprender al alza. Es el caso del sudeste asiático, y en menor medida por ser un exportador neto de crudo, México”.
El caso de México
También, respecto a México, Galindo apuntó que a pesar de que los dos últimos años han sido desafiantes, es razonable pensar que nuestro país se acelerará en 2015. Esto, motivado por varias circunstancias, como son la recuperación sostenida en EE.UU. (aunado a un peso más débil), la disipación de los efectos adversos de la reforma fiscal, estabilización de la producción petrolera, restablecimiento del sector de la construcción, implementación de reformas estructurales, materialización de la inversión pública y mayor gasto público a medida que se acercan las jornadas electorales.
No obstante, Galindo observó que existen riesgos para que tal aceleración no se dé como espera el consenso, debido a un inesperado deterioro global que limite el crecimiento de EE.UU., mayores caídas del precio del petróleo que inhiban el apetito por los yacimientos mexicanos, mayor desaceleración del otorgamiento de crédito al sector privado, y la acumulación de tensiones sociales y civiles a causa de la violencia y mayor visibilidad de la corrupción, restando atractivo a México, entre otros.
“En consecuencia, las estimaciones de crecimiento para México, aunque mejores que lo observado en 2014, difícilmente cumplirán la promesa de crecimiento del 4-5%, situándose en niveles cercanos al 3.5%.” comentó.