“Esperamos que la expansión global continúe a lo largo de 2018 y que el mercado de renta variable logre nuevos máximos”; así de contundente se muestra Goldman Sachs AM en sus previsiones para este año. Un escenario optimista sobre el que avisa: “también esperamos más volatilidad”. La entidad considera que en entorno será más propicio a la aparición de riesgos.
En líneas generales, la entidad espera que el crecimiento global sincronizado que existe ahora mismo tienda a ser más moderado, pese a que asistimos a ciclo más largo de algunas economías, como por ejemplo la de Estados Unidos. “Creemos que la renta variable puede subir y lograr nuevos máximos en el contexto actual, y por eso seguimos prefiriendo la renta variable frente al crédito”, apunta el informe.
La entidad considera que el ciclo aún no está maduro del todo. “2017 tuvo un notable comienzo y marcó un contexto positivo para la renta variable con una recuperación global en expansión, con unos tipos de interés bajos y con numerosas incertidumbres políticas al inicio del año que se fueron desvaneciendo”, resume en la introducción de su último informe.
Moderación en el crecimiento
Pese a que el año comienza con el mismo optimismo y escenario –tipos bajos, altas valoraciones y un crecimiento global sincronizado–, la entidad advierte que este 2018 veremos “una moderación en el ritmo de la expansión global”.
“El crecimiento mundial ha alcanzado un ritmo que es poco probable que sea sostenible. Los riesgos están ampliamente sesgados a la baja, aunque las razones varían según las regiones: la política en Estados Unidos, una menor política monetaria y fiscal en Europa o un menor crecimiento de China”, señala el informe.
Esta moderación del crecimiento se trata de algo lógico, no de una alerta. De hecho, Goldman Sachs AM reconoce que no va a cambiar todavía sus posiciones, no al menos hasta que no aparezcan signos más tangibles en los mercados. “Simplemente anticipamos que un crecimiento más lento irá acompañado de una mayor volatilidad”, matiza.
Por último, recuerda que un efecto de esta pérdida de velocidad será que la brecha entre los mercados emergentes y los desarrollados se estreche, convirtiendo a estos primeros más apetitosos para el inversor.
Principales riesgos
Esta moderación del crecimiento supone un riesgo para la marcha de los mercados en 2018, pero no el único. Goldman Sachs AM identifica tres riesgos más que inversores y gestores deberán tener en cuenta: la política de los bancos centrales, China y la geopolítica.
Respecto a los bancos centrales, la gestora destaca que una política monetaria más estricta y la retirada de estímulos puede convertir lo fue una solución en un problema. Una tesis ampliamente apoyada por numerosos gestores y gestoras. “Creemos que la Fed tendrá que seguir rigiendo la política monetaria para evitar que la economía sufra un recalentamiento. Si el crecimiento no disminuye, el camino al ajuste de su balance podría ser más empinado aún”, explica.
Goldman Sachs AM señala también a China como un factor que puede desestabilizar el mercado este año. Considera que su alto endeudamiento y déficit fiscal son dos talones de Aquiles que fácilmente pueden quebrarse en caso de que no logre materializar las reformas económicas que se ha propuesto el Partido Comunista Chino en su último Congreso o en caso de que algún elemento externo dañe la demanda de sus productos.
Por último, el documento sobre las perspectivas para 2018 de la gestora pone el foco en Donald Trump. “Nos preocupa en particular Corea del Norte y sus relaciones con Estados Unidos, y sobre Estados Unidos nos preocupa la capacidad de su Presidente para sacar adelante propuestas políticas y reformas”, afirma el documento.