En un contexto de normalización en los tipos de interés, la renta fija es un activo lleno de retos. Para Chris Iggo, director de inversiones de renta fija de AXA Investment Managers, el reto actual consiste en tomar conciencia de la relajación del riesgo de crédito, algo que ha estado sobre la mesa en los últimos meses y que ha afectado tanto a empresas como a gobiernos, y la vuelta a escena del riesgo de tipos de interés.
En un encuentro con medios e inversores, Iggo explicó que estamos en el comienzo de un escenario de normalización, tanto macroeconómica como de las políticas de los bancos centrales, que irán retirando progresivamente sus medidas monetarias no convencionales, a pesar de la confusión que ha introducido en los mercados la decisión de la Fed de retrasar el tapering en septiembre. “Más allá de las cifras esperadas de crecimiento o empleo hemos entrado en un escenario de normalización. La Fed empezará a subir los tipos en algún momento de 2014”, probablemente en la segunda mitad del año, dice, lo que conducirá a subidas en la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años. Según sus estimaciones, en dos o tres años podría alcanzar una rentabilidad del 4%. De ahí su convencimiento de reducir la exposición al riesgo de tipo de interés en sus carteras e incrementar el riesgo de crédito.
En su opinión, la decisión de Bernanke de retrasar el tapering ha sido «cínica», y se ha debido al deseo de mantener el efecto riqueza en el mercado de renta variable e inmobiliario, con la idea de que impulse el consumo y el crecimiento en Estados Unidos. “Los tipos hipotecarios están 120 puntos básicos por encima del dato del primer trimestre del año y la Fed teme que la retirada de estímulos frene la recuperación inmobialiaria”; porque los mercados ya han puesto en precio subidas progresivas de tipos, algo que no gusta a los bancos centrales. Pero en su opinión esa decisión ha confundido a los mercados y crea volatilidad.
Más estímulos en Europa
Sin embargo, en Europa pronostica una situación distinta: aunque los mercados han descontado subidas de tipos, Draghi promoverá otro LTRO para el sistema bancario, probablemente para principios de 2014, algo más probable que un movimiento de recorte de tipos. “Si los test de estrés que tendrá que pasar la banca presentan algunas sorpresas negativas en países como Italia –con su banca mediana-, la volatilidad se extenderá a la deuda pública y el BCE proporcionará liquidez”, dice. Además, indica que pasarán años antes de que haya subidas de tipos, debido al bajo crecimiento y a la ausencia de inflación. “El primero en restringir la política monetaria será la Fed, seguida del Banco de Inglaterra, el BCE y el Banco de Japón”. Debido a esas diferencias, Iggo cree que la renta fija en Estados Unidos ofrecerá menos retornos que el activo en Europa, por lo que infrapondera el mercado de deuda americano frente al europeo.
Entre los países en los que Iggo ve oportunidades está España, donde hay una mayor confianza y donde las políticas estatales y del BCE han hecho un “buen trabajo”, en la medida en que nadie cree ya en la salida de ningún país del euro. “Cualquier subida de las rentabilidades supone una oportunidad de comprar deuda periférica. El Gobierno español ha hecho un buen trabajo y la confianza ha aumentado”, dice. Con todo, descarta que se repitan las rentabilidades del pasado y cree que la prima de riesgo se mantendrá en niveles muy estables, con la posibilidad de bajadas de unos 50 puntos básicos. Por eso apuesta más bien por oportunidades de carry (en la apuesta por ejemplo, de la deuda española frente a la italiana).
Deuda corporativa
Al margen de ello, su apuesta se centra en deuda corporativa. “A lo largo de este año los diferenciales de crédito se han mantenido muy estables, lo que inica que el mercado es fuerte”, dice. La deuda con grado de inversión está justamente valorada y es neutral en la medida que no prevé grandes movimientos. “El inversor no se hará rico, pero recibirá algurnos retornos mayores a los de la deuda pública”, dice, y prefiere también Europa frente a Estados Unidos, por el menor riesgo de tipos de interés y la mayor prima que ofrece. Pero el segmento más atractivo es la deuda de alta rentabilidad, con retornos cercanos al 5%, y de corta duración.
Selección en emergentes
En emergentes, la gestora destaca la importancia de la selección, tanto por países como por nombres, y frente a la deuda en divisa local, que aún cree con muchos riesgos, apuesta por deuda corporativa y en divisa fuerte. “Muchos países aún dependen de los flujos extranjeros: los flujos de capital se estabilizarán tras las últimas salidas pero no volverán todos los que se han ido”, dice. Aunque en la gestora han aprovechado los bajos precios para comprar en los últimos meses, lo han hecho de forma muy selectiva: en Latinoamérica, ha tomado posiciones en Chile, Colombia y algo de deuda corporativa mexicana, evitando Brasil. En Asia, gustan las economías más correlacionadas con el ciclo económico como Corea, Malasia o Tailandia.
En cuanto a los flujos, Iggo no está preocupado por una posible gran rotación hacia la renta variable y cree que la renta fija es un activo clave en las carteras de los inversores, capaz de ofrecer características de rentabilidad relativa frente al riesgo mejores que la renta variable. “Hemos visto algo de la gran rotación, pero el papel de la renta fija es clave en una cartera equilibrada”, afirma. Y recuerda que hay una falta de entendimiento del mercado, pues la renta fija “no es una sola cosa, sino que incluye segmentos muy variados” y eso es algo muy favorable en un entorno de normalización monetaria que exige diversificación.