El crecimiento mundial se verá afectado por las tensiones financieras vividas durante el verano y la debilidad de las economías emergentes encabezadas por China. La desaceleración del gigante asiático y la caída de los precios de las materias primas castigarán algunos de estos países. Brasil y Rusia seguirán en recesión, mientras que India se podría ver más beneficiada por el abaratamiento de las materias primas. La nota positiva es que se ha confirmado un mayor dinamismo de las economías desarrolladas, en especial tras el repunte del crecimiento de Estados Unidos en el segundo trimestre, aspecto que ha permitido una revisión al alza de las previsiones del PIB del país para este año. Así lo afirman en Banca March, cuyas perspectivas para el resto del ejercicio han presentado el director del Departamento de Estrategia de Mercados, Alejandro Vidal, y el director general de March Asset Management, Miguel Ángel García.
La Eurozona continuará con su recuperación apoyada en las medidas de estímulo del BCE, que ya comienzan a desbloquear el mercado de crédito, al mismo tiempo que el euro impulsa las exportaciones. “El comercio mundial y la producción industrial se han desacelerado, pero el repunte registrado en junio muestra que el crecimiento mundial no se ha descarrilado, sino que estamos ante una moderación”, resaltó el director de Estrategia de Mercados de la entidad.
El abaratamiento de los costes energéticos y la ausencia de presiones inflacionistas permitirán que la política monetaria continúe siendo expansiva. Los principales bancos centrales seguirán facilitando liquidez al sistema, principalmente en la Eurozona, donde el BCE seguirá implementando su programa de compras de deuda (pública y privada), “que incluso se podría ampliar si aumentaran los riesgos a la baja para la inflación”, afirmó Vidal. El sólido ritmo de crecimiento en Estados Unidos permitirá que la Fed comience una gradual normalización de los tipos oficiales antes de final de año. Sin embargo, las mayores tensiones financieras y la fortaleza del dólar podrían aplazar la subida de tipos más de lo previsto. El Banco de Japón mantendrá su política monetaria expansiva, aunque el Banco de Inglaterra, igual que la Fed, podría aplazar la subida de tipos hasta comienzos de 2016 por la baja inflación y la fortaleza de la libra.
En este contexto, el dólar recuperará su fortaleza frente al euro apoyado en el diferencial de tipos de interés, que se hará más negativo para la moneda única. En los últimos meses este diferencial ha permanecido estable aunque, cuando se acerque el momento de la subida de tipos en Estados Unidos, éste volverá a aumentar y el euro se irá acercando a 1,05 EUR/USD. El yen seguirá deprimido frente al dólar, pero contra el euro se mantendrá el rango 135-140 EUR/JPY debido a que la tendencia de tipos y la posición de los bancos centrales son similares. Asimismo, el euro volverá a depreciarse frente a la libra esterlina aproximándose al nivel de 0,69 EUR/GBP, dada la posición avanzada del ciclo de la economía británica.
Por activos, las bolsas son aquel con mayor potencial. Las valoraciones en términos de PER están en niveles más atractivos: en Europa y Estados Unidos han vuelto al promedio histórico y en emergentes se sitúan por debajo de la media. Además, las rentabilidades por dividendo son muy atractivas, sobre todo en Europa.
La renta fija soberana carece de potencial, según Banca March. Sin embargo, los bonos del estado de países periféricos aportan un plus de rentabilidad y estarán apoyados por las compras del BCE. Los bonos corporativos están soportados por fundamentales y altos diferenciales de crédito, principalmente en la categoría high yield. En el mercado de materias primas no se advierten catalizadores suficientes para una tendencia alcista de los precios, dice la entidad.
Miguel Ángel García, responsable de March AM, la gestora de fondos de la entidad, expuso la distribución de activos recomendada para el resto del ejercicio 2015. La entidad aconseja posicionarse positivamente en acciones y efectivo, así como en renta variable de Europa, EE.UU. y emergentes. Banca March se postula neutral ante los bonos periféricos, deuda corporativa high yield, bonos convertibles y deuda emergente. En terreno negativo caen los bonos soberanos (AAA, AA+) y la deuda corporativa con grado de inversión.
De acuerdo con esta estrategia, March AM recomienda, entre los productos que ofrece, el fondo de renta fija a corto plazo FonMarch y el de renta variable March Europa Bolsa, que invierte en empresas europeas “con estilo valor”. La gestora también apuesta por March Vini Catena, que invierte en empresas de la cadena de valor del vino, y el Family Businesses Fund, centrado en empresas familiares. Entre sus sicav destaca Bellver Sicav, con una política conservadora en renta variable, por su mayor exposición a las Bolsas frente a otras alternativas de inversión.
Y sobre España…
La economía española cerró el primer semestre del año con una aceleración del crecimiento impulsada por la demanda interna. Los indicadores adelantados señalan que esta tendencia de mejora de la actividad continuará en los próximos trimestres y para el conjunto del año se espera un crecimiento del 3,1% del PIB, el más elevado desde 2007, dice la entidad. “La caída de los precios del sector inmobiliario parece haber tocado fondo y la tasa de morosidad del sistema financiero se ha reducido en 2,6 puntos porcentuales desde máximos. Estos datos confirman que parte de los desajustes económicos comienzan a reconducirse”, destacó Vidal.
No obstante, advirtió de que la salida de la crisis no está exenta de riesgos: “Además del desajuste de las cuentas públicas —en los últimos tres años apenas se ha logrado reducir el déficit público—, persisten un elevado endeudamiento, tanto público como privado, y un alto desempleo: la deuda representaba 2,8 veces el PIB a cierre de 2014 y la tasa de paro, aunque ha bajado más de 2,5 p.p., se encuentra por encima del 22%”. En la Eurozona, la recuperación del empleo todavía es lenta y es uno de los riesgos a la baja para el crecimiento. Sin embargo, la tendencia es de mejora, apoyada en la recuperación de las economías periféricas y la buena marcha del mercado laboral germano.