Japón está creciendo en autoestima. Una buena muestra es el creciente apetito que tiene el país por consumir artículos de lujo. Un buen preludio para el primer ministro Shinzo Abe que intenta sacar a sus compatriotas de la espiral deflacionista en la que se empantanaron hace ya décadas.
Tras muchos años desmoralizado, el país pionero en crisis inmobiliarias ha visto cómo sus ciudadanos perdían desde finales de los años 80 más de un 75% del valor de sus inversiones bursátiles. La crisis financiera mundial, el terremoto de Okinawa y tsunami del 2011 tampoco ayudaron precisamente a subir la moral.
Pero la campaña lanzada por Shinzo Abe para reavivar la economía está dando sus frutos. La confianza del consumidor está repuntado fuerte, especialmente en las marcas más ligadas al lujo. Jack Neele, responsable de la estrategia del Consumer Trends de Robeco, ávido seguidor de las tendencias del consumo, sigue de cerca nombres como Richemont o Salvatore Ferragamo, directos beneficiarios del creciente interés por el lujo en Japón.
Marcas como Baccarat han subido sus ventas un 20% en lo que va de año. Algunas firmas de joyas y relojes de alta gama, el mercado objetivo de Richemont, están viendo cómo se duplican sus ventas en los últimos meses. Kering, la casa matriz de Gucci y Bottega Veneta está dando un lavado de cara a sus tiendas en Japón ante el creciente interés por sus productos.
Aunque el Nikkei se está tomando un respiro en las últimas semanas, en línea con los demás mercados, de noviembre a mayo el índice se ha llegado a apreciar más de un 50%, contribuyendo notablemente a mejorar el humor del país.
La llamada política de “abenomics” pretende volver al país a un crecimiento sostenido en los próximos dos años, sacándolo del fantasma de la deflación aunque para ello tenga que inundar los mercados de yenes.
Japón, junto a otros países asiáticos, parece estar tomando el testigo de China, donde las incertidumbres sobre la economía están pesando en el consumo de productos exclusivos. Si bien, en opinión de Jack Neel , nombres como Salvatore Ferragano todavía tienen recorrido en el mercado chino, el gestor ha bajado su exposición a ese país a favor de otros mercados de la zona, donde todavía ve un gran potencial.
El lujo es una de las tendencias del consumo en las que se centra Neel para lograr excelentes rentabilidades en su gestión en la estrategia Consumer Trends de Robeco.