“En momentos como el actual, ser gestor activo tiene más valor que nunca”: con esta reflexión comienza Luke Copley, gestor de carteras del equipo de renta fija global de Allianz Global Investors y especialista en producto de renta fija global, a hablar de renta fija, uno de los activos con menos atractivo del mercado en la actualidad. En un entrevista concedida a Funds Society, Copley insiste en que la clave para lograr las mejores rentabilidades radica en la filosofía de los fondos y en su proceso de inversión.
“Eso es lo que marca la diferencia”, insiste Copley, quien explica que la estrategia Global Multi Asset Credit ejemplifica perfectamente lo importante del proceso de inversión para la renta fija en el contexto actual. “Es una estrategia total return sin restricciones que no sigue ningún índice y cuya única posición neutral es no asumir riesgos». Su objetivo es lograr una media positiva de retorno sostenible en cualquier momento del ciclo. “Tener esta visión global y flexible nos permite presentar un fondo que tiene como objetivo sacar lo máximo de los cuatro principales mercados de crédito: high yield, investment grade, bonos emergentes y titulizaciones”, explica.
Esta estrategia de Alliaz GI tiene tres aspectos clave: la asignación de activos, la selección de activos que protejan la cartera y la gestión de riesgo, en el sentido de cómo gestionar la información y qué cambios afectan al sector del crédito. “En lo que se refiere a la asignación de activos, hay que decir que tiene su origen en el primer paso de nuestro proceso de inversión: el análisis. Nuestro equipo de analistas se reúne para discutir dónde está el riesgo en los diferentes activos del mercado de crédito. También se hace un análisis sobre el entorno macroeconómico, situación geopolítica, los posibles defaults y las condiciones globales que vemos en el mercado de crédito”, afirma.
Este análisis exhaustivo, que va desde el análisis bottom up de los fundamentales de las empresas emisoras hasta valorar el efecto de la regulación o el soporte que están dando los bancos centrales al mercado de crédito, permite estructurar la cartera. “Se trata de seleccionar qué riesgo y qué rentabilidad pueden aportar cada uno de esos cuatro tipos de activos y, sobre todo, tener la flexibilidad de poder cambiar su peso en la cartera. En este sentido, es importante jugar con las duraciones. Al final, el objetivo de la cartera es que suba cuando el mercado va bien y caiga menos o se mantenga plano cuando el entorno lo hace mal”, añade.
Por último, Copley destaca la importancia que tiene la gestión del riesgo, lo cual representa el tercer paso de su proceso de inversión. En él, la cartera se dota de elementos como CDO o coberturas que les aportan flexibilidad. Por ejemplo, considera que los hedge son una forma barata de lograr esa protección que les permite mantener el riesgo bajo, así como jugar con las duraciones. “En condiciones negativas, disponemos de varias estrategias para proteger el rendimiento. Por ejemplo aumentar la calidad del crédito, apostar por duraciones más cortas, aumentar la liquidez del fondo o tomar bonos”, señala.
Además, la gestora ha desarrollado su propio modelo para monitorizar el mercado de crédito desde 1999, lo que le permite identificar las señales de peligro del mercado. El modelo usa como referencia el mercado de acciones como un indicador para predecir futuros “ángeles caídos”; para ello se fija en el momento que vive la renta variable, en el apalancamiento de las compañías, la volatilidad del precio de la renta variable y el tamaño de la compañía.
“También contamos con el test WDT. Nos sirve para que ningún tipo de activo acabe aportando más del 3% del riesgo a la cartera, garantizando que nuestro fondo está diversificado no tanto pensando en la clase de activo, sino en el riesgo”, aclara Copley.
Sobre su visión del mercado, reconoce que no es el mejor momento para la renta fija y que el mercado de crédito no está en tan buena posición en comparación con el año pasado, pese al bajo nivel de defaults. “Creo que estamos en al final del ciclo y por eso mantenemos una baja exposición al riesgo; igualmente no creemos que se vayan a lograr grandes rendimientos. Lo importante es no perder dinero”, concluye.