En octubre del año pasado, el Fondo de Pensiones del Gobierno japonés –el mayor fondo de pensiones del mundo con 1,1 billones de dólares de AUM- decidió cambiar su estrategia y rebajar la apuesta por la renta fija de un 60 a un 35% en detrimento de la renta variable, lo que hizo subir el Nikkei a máximos del año y señalaba el camino al resto de la industria.
Esta misma semana, los tres mayores fondos de pensiones de empleados públicos de Japón han decidido seguir sus pasos y adoptar su ‘modelo de portafolio’. De esta forma, el fondo de pensiones de la Asociación de funcionarios del Gobierno local, la Federación de Asociaciones de Ayuda Mutua de los Servicios Públicos Nacionales y la Corporación de Ayuda Mutua de las Escuelas Privadas de Japón, que suman en total más de 250.000 millones de dólares en AUM, pasarán a invertir un 35% aproximandamente de la cartera en deuda japonesa, un 25% en bolsas nacionales e internacionales y un 15% en deuda extranjera.
En el caso de la Federación de Asociaciones de Ayuda Mutua de los Servicios Públicos Nacionales el peso de la bolsa en la cartera pasa del siete al 25%. Los objetivos de tenencia de deuda pública oscilaba entre 64% y el 80% de sus carteras.
Este nuevo flujo de inversiones hacia las bolsas tiene como objetivo ayudar al Banco de Japón a conseguir los objetivos de inflación, pero al mismo tiempo es probable que tire del Nikkei hacia arriba.
Replicar el modelo de asset allocation de fondos de pensiones de empleados públicos de Japón significará en la práctica la entrada de 30.000 millones de dólares en las bolsas japonesas, según cálculos realizados por Reuters.