El Fondo Monetario Internacional redujo recientemente sus previsiones de crecimiento mundial y desde Carmignac ven razonables los nuevos pronósticos. «No resulta nada sorprendente que el FMI haya reducido drásticamente sus previsiones de crecimiento mundial, lo que refuerza la hipótesis que venimos defendiendo desde el pasado agosto. Los problemas a los que se enfrenta la economía global —sobreendeudamiento y escasez de demanda— no se solucionarán sólo a través de la política monetaria, por muy heterodoxa que sea”, comenta Didier Saint-Georges, miembro del comité de inversiones de Carmignac.
En su carta mensual defiende que la rebaja de los tipos de interés por parte de los bancos centrales agrava aún más la situación que se debía solucionar, puesto que “fomenta la continuidad del endeudamiento de los estados, comprime aún más el margen de beneficios de los bancos y refuerza la necesidad de ahorro de los consumidores en vez de incitarlos a gastar”.
La gestora defiende que, “desafortunadamente, los mercados se equivocarían al interpretar que el ajuste monetario de la Fed apunta a una recuperación de la demanda de los consumidores”. Y creen que la presidenta de la Fed, Janet Yellen, podría verse obligada a admitir pronto que el precio de los alquileres y los productos básicos en EE.UU. ha empezado a subir, “algo todavía más incómodo si se tiene en cuenta que no sólo favorecerá el repunte de la inflación, sino que también lastrará el poder adquisitivo y, por tanto, las perspectivas sobre el consumo”.
Según el experto, el debate sobre la resistencia de la economía estadounidense continúa. “Los márgenes de beneficio de las empresas estadounidenses cayeron del 10,6 % a finales de 2011 hasta situarse en el 7,6 % actual, lo que indica un claro cambio en el ciclo de inversión, principalmente impulsado por los márgenes de beneficio. Además, el consumo estadounidense está empezando a ralentizarse y la tasa de ahorro está aumentando. Consideramos que el riesgo de que el crecimiento estadounidense se ralentice drásticamente por debajo del umbral del 2% en 2016 es elevado, y todavía más sin que la Reserva Federal, ahora en fase de normalización monetaria, pueda intervenir flexibilizando su política; una evolución para la que los mercados no están preparados”.
La deuda se agrava en China
En China, sus perspectivas no son más positivas: “La política del Gobierno de reducir paulatinamente la inversión para apuntalar el crecimiento podría terminar por agravar el abultado nivel de endeudamiento del sector privado del país, que se ha disparado del 140% del PIB en 2008 al 240% actual. El ritmo de expansión del crédito, entre el 16% y el 20% anual, sobrepasa con creces el del crecimiento del PIB, que, en el mejor de los casos, se sitúa en el 4%-5%. A esto hay que sumarle el agravante de que los préstamos de dudoso cobro del sector bancario ya alcanzan, según nuestras estimaciones, cerca de un tercio del PIB chino. Por tanto, esta tendencia no es sostenible y los inversores deberían estar atentos”
En la gestora son pesimistas: “Llevamos mucho tiempo aconsejando a los inversores que abran los ojos ante las desagradables realidades que presenta 2016.»