Los millennials lo tienen claro: según el Estudio Global de Inversión de Schroders 2020, es más probable que esta generación comprometa sus creencias personales para beneficiarse de rentabilidades potencialmente más elevadas. Este estudio, en el que han participado más de 23.000 personas de 32 lugares de todo el mundo, reveló que una cuarta parte de los millennials, que a menudo son percibidos como más conscientes de la sostenibilidad, comprometerían sus valores si las rentabilidades fuesen lo suficientemente altas.
No obstante, resulta tranquilizador que, en total, el 77% no invertiría en contra de sus creencias personales, y para aquellos que sí lo harían, el rendimiento medio de su inversión tendría que ser del 21% para compensar adecuadamente cualquier culpa.
Según los datos demográficos, alrededor del 16% de las personas mayores de 71 años, el 20% de los «baby-boomers» y el 24% de los clasificados dentro de la Generación X antepondrían la obtención de mayores rentabilidades a sus creencias personales.
Casi un tercio (29%) de los que se clasifican a sí mismos como «expertos» en conocimientos de inversión son sustancialmente más propensos a cambiar sus creencias personales por una mayor rentabilidad en sus inversiones. En comparación con el 18% de los inversores que poseen conocimientos de «principiantes».
Geográficamente, los habitantes de China, Italia y Portugal son los que más probabilidades tienen de mantenerse fieles a sus principios personales, en comparación con los de Estados Unidos, Singapur y Tailandia, que son los que más priman las rentabilidades.
Sin embargo, se repite la tendencia de que el 77% no invertiría en contra de sus creencias personales, y para aquellos que sí lo harían, la rentabilidad media de su inversión tendría que ser del 21% para compensar cualquier sentimiento de culpa.
En general, el 42% de los inversores de todo el mundo afirmó que invertir de manera sostenible probablemente conduciría a la obtención de mayores rentabilidades. Un 47% dijo que se sentían atraídos a invertir de manera sostenible debido a su mayor impacto ambiental. Los inversores expertos o avanzados son los que más comúnmente piensan que las inversiones sostenibles tienen el mayor potencial para ofrecer mayores rentabilidades (44%) y los que menos probabilidades tienen de pensar que invertir de esta manera acabará decepcionando (9%).
Carolina Minio-Paluello, reponsable Global de Productos, Soluciones y Quant de Schroders, comentó: «Es excepcionalmente positivo ver que muchos inversores de hoy en día creen que invertir de manera sostenible no tiene por qué ser a expensas de la rentabilidad. La gente quiere que sus valores se reflejen en la forma en que invierten. Según nuestra experiencia, la rentabilidad y el comportamiento de las inversiones no deben ser mutuamente excluyentes. Cada vez está más claro que invertir de manera sostenible puede conducir a mejores resultados a largo plazo. Por lo tanto, la comunicación es fundamental; los inversores deben comprender lo que realmente significa y supone invertir de manera sostenible. Este es un enfoque fundamental para Schroders; trabajamos estrechamente con nuestros clientes para asegurarnos de que estamos satisfaciendo sus necesidades y objetivos de inversión sostenible».
Por su parte, Hannah Simons, Head of Sustainability Strategy de Schroders, considera que «la inversión sostenible a menudo significa diversas cosas para diferentes personas, sus creencias personales son a menudo una parte clave de ello. Para algunos, esto puede implicar poner un mayor énfasis en invertir en empresas que colocan las cuestiones ambientales en la parte superior de sus agendas corporativas, para otros puede suponer la desinversión en compañías productoras de combustibles fósiles. Nuestro enfoque como gestores de activos es ayudar a nuestros clientes a navegar mejor en el cada vez más complejo espacio de la inversión sostenible. Nuestro objetivo es ofrecer no sólo beneficios a los inversores, sino mejores resultados para la sociedad en su conjunto, la medición y el seguimiento de los progresos siguen siendo fundamentales».
De hecho, la comunicación es clave, ya que el 93% de los encuestados demandan más información para asegurarse de la sostenibilidad de sus inversiones.
Los inversores muestran opiniones divididas en cuanto a la procedencia de esta información, con el 34% de las personas declarando que era responsabilidad de terceros independientes, mientras que el 33% demandaba que la claridad proviniera directamente del proveedor de la inversión.
Sorprendentemente, sólo el 44% de los encuestados europeos dijo que invertía en fondos de inversión sostenibles, a diferencia de los fondos que no tienen en cuenta los factores de sostenibilidad. Esto deja fuera a los inversores de América (52%) y Asia (49%), a pesar de que el consenso común es que los inversores europeos suelen estar por delante de los demás a nivel mundial cuando se trata de adoptar la inversión sostenible.
Las opiniones también estaban divididas en cuanto a la forma en que los gestores de activos deberían abordar los desafíos que surgen de la industria de los combustibles fósiles. Poco más de un tercio de los inversores (36%) dijo que los gestores deberían retirar la inversión de las empresas de estas industrias para limitar su capacidad de crecimiento. Sin embargo, más de un cuarto (27%) eran partidarios de que los gestores permanezcan invertidos para impulsar el cambio.
Además, los inversores señalaron que los tres «comportamientos» más importantes en los que deberían centrarse las empresas eran su responsabilidad social, la atención a las cuestiones ambientales y el tratamiento de sus trabajadores.