El presidente de la Fed, Jerome Powell, culminó este jueves las tres audiencias ante el Congreso de EE.UU. donde clamó por la continuación del Cares Act para paliar la crisis generada por el COVID-19 y defendió la política de inflación oficializada la semana pasada en la reunión del FMOC.
En este sentido, los analistas miran con cierta incertidumbre cómo podría reaccionar el mercado en el corto plazo y cómo será la reacción de la Fed ante los movimientos de la economía.
En un informe elaborado por PIMCO los expertos concluyen que “los mercados necesitarán más claridad sobre lo que significa realmente 2% promedio (de rango de inflación)”.
Con respecto al promedio, la firma prevé que la inflación de EE.UU. tardará varios años en volver a su objetivo dado el elevado desempleo y la debilidad de la economía.
En la conferencia de prensa de la semana pasada, Powell dedicó un tiempo considerable a enfatizar que se trata de un enfoque “fuerte y poderoso” para el futuro.
Sin embargo, el texto firmado por la economista Allison Boxer y el global economic advisor, Joachim Fels estima que la Fed necesita “hacer más” para convencer a los operadores del mercado.
La falta de reacción del mercado en las tasas de equilibrio de la inflación tras la publicación del comunicado sugirió que muchos inversores también estaban anticipando una orientación más audaz y basada en los resultados.
Además, la orientación futura se basa en las previsiones, y la inflación sólo tiene que estar “encaminada”, a sobrepasar el objetivo para que la Fed empiece a endurecer su política.
En cuanto al enfoque de las previsiones, Boxer y Fels lo encuentran “algo contradictorio” con los anuncios de la Fed tras la revisión del plan de trabajo a largo plazo.
En ese sentido, se podría inferir en que los anuncios sorpresivos de la Fed pueden haber tenido como objetivo guiar a los inversores en la interpretación de los cambios de política como cambios importantes.
Es improbable que los tipos de interés suban en el futuro próximo y por este motivo la Fed tiene tiempo antes de tener que abordar estas incertidumbres. Sin embargo, a largo plazo deberá esclarecer qué significa el promedio anunciado.
“En nuestra opinión, con la inflación persistiendo por debajo del objetivo durante la última década y dados los desafíos que la Fed y la economía de EE.UU. enfrentan en el actual entorno de tasas bajas, un enfoque más audaz puede tener sentido”, concluye el informe.
Por otro lado, desde Ostrum Asset Management, filial de Natixis IM proyectan tres años de tasas cero para los fondos federales.
“Las proyecciones de tasas de interés se ajustan al nuevo marco de las políticas, ya que una amplia mayoría de los miembros del FOMC prevén tasas de interés en cero hasta 2023”, dice el análisis de Axel Botte.
Los rendimientos de los bonos se han reducido ligeramente, pero la oferta de huida hacia terreno más seguro puede deberse más a la debilidad del Nasdaq que a las decisiones de política monetaria.
Para Botte, la Fed se está distanciando de su doble mandato de estabilidad de precios y máxima tasa de empleo.
Los mercados de bonos aparentemente anticiparon un cierto tipo de anuncio de giro en el programa de estímulos, lo que derivó en una mayor proporción de compras de bonos a largo plazo. Pero las reinversiones de los ingresos del portafolio de la Fed se realizan proporcionalmente al tamaño de las subastas de bonos del Tesoro y la inversión residencial no necesita un estímulo adicional en esta coyuntura.
En otro plano, la volatilidad del Nasdaq puede provocar un endurecimiento de las condiciones financieras y, por tanto, afectar el crecimiento económico.
Más allá de los vencimientos a 10 años, el deterioro de las finanzas públicas y riesgo de inflación aún justifican una mayor exposición, en particular en EEUU. Los niveles de equilibrio de la inflación abogan por una posición constructiva ante los operadores.