La pésima evolución de los activos de riesgo en las últimas semanas ha hecho que algunos inversores se cuestionen si el debilitamiento de las expectativas de crecimiento mundial justifican los precios más bajos de los activos o si la oleada de ventas podría ser en sí misma el catalizador que empuje a la economía mundial a una recesión. Cuando se trata de las perspectivas del mercado financiero, BNP Paribas Investement Partners cree que los mercados emergentes son el factor que inclina la balanza.
Unos resultados económicos mixtos en Estados Unidos, una gama cada vez más amplia de posibles resultados para China y los persistentemente bajos precios del petróleo están contribuyendo a crear una imagen desordenada de la economía mundial. Todo esto ha llevado a correcciones de tamaño considerable desde el inicio de 2016 en los mercados de valores y de crédito. Pero en términos de economía mundial, explica Lewis Jones, portfolio manager de renta fija de los mercados emergentes en Fischer Francis Trees & Watts, filial de BNP Paribas IP, hay razones para seguir siendo cautelosamente optimistas. “Creemos que va a haber una mejora del apetito por el riesgo en las próximas semanas como continuación del rally visto desde el repunte del en el S & P 500, el pasado 12 de febrero”, dice.
Tipos de interés
En Estados Unidos, la pausa en el ajuste monetario llevado a cabo por la Reserva Federal ha disminuido las expectativas de que aumenten los divergencias en las políticas monetarias que servían de base para el fortalecimiento del dólar. Aunque Janet Yellen destacó los riesgos globales y las condiciones de crédito como las preocupaciones que justifican la decisión, es evidente que la tendencia de la Fed a seguir endureciendo la política monetaria no ha cambiado, por lo que deberíamos ver otra subida de 25 puntos básicos antes del final del primer trimestre de 2016, estima Jones, que recuerda que la confianza del consumidorsigue respaldando esta tesis.
En última instancia, los bajos precios de la energía también deberían ser positivos para el crecimiento pero hasta ahora, la mayor parte de los beneficios en los hogares se ha gastado en desapalancar en lugar de al consumo (véase el gráfico 1). Conforme se revierta esta tendencia, la ganancia marginal en el consumo compensará la contribución negativa al crecimiento del sector de la energía. La conclusión a la que llega el experto de BNP Paribas IP es que el impulso del consumidor sigue estando en su lugar. De hecho, ya hemos visto las ventas minoristas de enero superando las expectativas con un aumento del 0,2% inermensual, frente a la previsión del consenso del 0,1%.
Gráfico: Los hogares de Estados Unidos han aprovechado hasta ahora los preciosmás bajos de energía para reducir su apalancamiento financiero.
El panorama en China no está claro
La opinión de consenso en China, sin embargo, es considerablemente peor que la tesis de que un programa de varios años de reformas económicas es ahora más difícil por el tipo de cambio sobrevalorado, una acumulación de malos préstamos en el sistema financiero y una pérdida de reservas debido a la lucha del banco central por combatir la fuga de capitales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recortado en repetidas ocasiones las previsiones de crecimiento para el país y ahora espera un 6,3% este año y un 6% en 2017.
“Aunque este resultado revela una desaceleración considerable durante los últimos años, el escenario seguirá siendo un lio, dado que el gobierno conserva una serie de instrumentos de política monetaria y opciones suficientes para evitar un resultado más estresado. Así, mientras es probable China no añada un impulso positivo al crecimiento mundial, si evita un escenario más pesimista, esto podría respaldar las perspectivas regionales y en definitiva, los precios de las materias primas”, explica Jones.
Los mercados emergentes
“El factor que decante la balanza del crecimiento hacia uno u otro lado sigue siendo el universo de los mercados emergentes en general. La sobreabundancia de los productores de materias primas y la dependencia del capital extranjero ha provocado una revaluación drástica en las divisas de los mercados emergentes en divisas y una fuerte baja de la actividad económica. Con la mayoría de las monedas emergentes con un aspecto barato ahora deberíamos ver una menor volatilidad en los próximos trimestres”, concluye el análisis de BNP Paribas.