Para Alex Wolff, economista de mercados emergentes en la gestora Standard Life Investments, los activos de mercados emergentes se han beneficiado del debilitamiento de las nóminas no agrícolas en Estados Unidos a principios de junio. Gracias a un empeoramiento en el dato de empleo, las expectativas de que una subida de tasas pueda tener lugar durante el verano han disminuido considerablemente.
Las tres condiciones negativas que causaron un debilitamiento en los activos de mercados emergentes:una contracción de las condiciones financieras, un menor apetito por el riesgo y un incremento de los riesgos de crédito;se han relajado en gran medida con el cambio de expectativas en las políticas de la Fed.
La probabilidad de una subida de los tipos de interés este verano ha disminuido significativamente y las expectativas a largo plazo han bajado, la tasa potencial es ahora menor y el riesgo de que la Reserva Federal incremente sus tasas de forma prematura, también es menor. Además de unas condiciones financieras más fáciles, los precios de las materias primas han repuntado, mejorando significativamente las perspectivas entre las economías de mercados emergentes más vulnerables a este tipo de activos.
A pesar de que el reciente anuncio de la dimisión del gobernador del Banco de la Reserva de India, Raghuram Rajan; y la continuidad de la volatilidad en torno al voto del Brexit, podrían tener un efecto negativo para los mercados emergentes, unas menores tasas en el largo plazo y el repunte de los precios de las materias primas, proporcionarán un empuje a la visión de los mercados Emergentes. Esto no significa que una Fed acomodaticia superará los factores estructurales adversos, como un débil crecimiento del comercio, unos mayores niveles de deuda y una baja productividad. Deficiencias estructurales siguen motivando que el diferencial de crecimiento de los mercados emergentes sea menor a su media en el largo plazo, pero el telón de fondo global es ahora más benigno que lo que era un año atrás. La política acomodaticia de la Fed ha soportado a los activos de los mercados emergentes, las divisas de mercados emergentes han subido frente al dólar, los diferenciales de los bonos de grado de inversión en mercados emergentes se han estrechado; y el índice MSCI EM ha subido.
Después de un semestre con altibajos, pero positivo, una contracción en las políticas de la Fed es una menor amenaza para los activos de mercados emergentes
Las proyecciones de los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) han disminuido hasta el 1,6% y las expectativas del mercado para el bono del tesoro americano se han anclado en torno al 2% a finales de 2016.
Además, la inflación de los mercados emergentes está cayendo en términos generales y las expectativas de las políticas de los bancos centrales se encuentran en un terreno neutro o acomodaticio. Los recortes realizados en los dos últimos años comienzan a estabilizar el crecimiento actual y el cambio en la política de la Fed permitirá a los mercados emergentes una política más relajada por más tiempo.
Sin embargo, a pesar de las expectativas de que las políticas monetarias sean acomodaticias, tanto por parte de la Fed como por parte de los bancos centrales de los países emergentes, las condiciones del crédito han continuado deteriorándose. Según una reciente encuesta del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), las condiciones de los préstamos bancarios han continuado apretándose en el primer trimestre, descendiendo a los niveles más bajos desde 2012. Las condiciones de financiación continuaron empeorando a pesar de un entorno global de bajas tasas de interés, y una volatilidad de mercado moderado. Todavía no está claro cuánto más impacto pueda tener la Reserva Federal sobre las condiciones de préstamo en los mercados emergentes, de ahora en adelante. Una mayor liquidez global y menores tasas de interés deberían tener un efecto de soporte, pero después de años de un rápido crecimiento del crédito, especialmente en las empresas no financieras, la morosidad está aumentando. El indicador de morosidad elaborado por el IIF se encuentra en sus niveles más bajos desde que la encuesta comenzó en 2009, y los bancos han indicado que esperan que el nivel de morosidad suba en el segundo trimestre de 2016. Un estrechamiento de los estándares de crédito, debido a un menor crecimiento nominal y el desapalancamiento, podrían contrarrestar el efecto positivo de una Fed acomodaticia. Además, una mejora en los datos de Estados Unidos mayor a lo esperado, o un debilitamiento de los datos de China pueden poner la recuperación de los mercados emergentes en riesgo.