La narrativa tradicional argumenta que cuando hay una subida de tipos de interés en las economías desarrolladas, se produce un efecto negativo en los mercados emergentes. Sin embargo, en opinión de Pablo Goldberg, estratega senior y gestor de carteras en el equipo de deuda de mercados emergentes de BlackRock, no siempre es cierto. “Creemos que los mercados emergentes continúan siendo una muy buena alternativa para las carteras dentro de la renta fija, inclusive en un escenario donde las tasas de interés en los mercados desarrollados pueden estar al alza”, afirma.
En su opinión, el motivo está claro: el retorno que ofrecen los bonos en los mercados emergentes puede actuar como colchón para amortiguar parte de los impactos de la subida de tasas en la renta fija en general. En ese sentido, Pablo considera que los mercados emergentes podrían comportarse mejor que los mercados desarrollados en cuanto a los activos de renta fija.
Eso explica que durante el primer trimestre del año los inversores hayan salido de mercados de bajo rendimiento y entrado en mercados emergentes. Este cambio de flujos viene, según Goldberg, porque los fundamentales han mejorado; lo que se muestra en tres componentes: “Creemos que el precio de las commodities está en un rango en el cual los mercados emergentes ya se han ajustado, que el crecimiento de los países emergentes está acelerado y que la economía en general continúa su crecimiento”, señala.
Escenario de cambios
Todo esto junto demuestra, en su opinión, que “los mercados emergentes están en una buena posición para captar flujos de dinero desde aquellos activos de inversión que están registrando poco rendimiento”. Ahora bien, para él la cuestión clave es cómo gestionar las carteras para que no se escape la oportunidad y ante un escenario donde se están produciendo importantes transiciones.
Según enumera Goldberg estas transiciones son “pasar de tasas de interés bajo a subidas como en el caso de Estados Unidos, China y la Unión Europea; caminar hacia políticas fiscales más activas y alejarse de las austeras; pasar de políticas a favor del mercado a otras más proteccionistas, como hemos visto con el Brexit y Donald Trump; y, por último, estamos ante una nueva forma de hacer política poco convencional que genera incertidumbre”.
El impacto de todas estas transiciones en los mercados emergentes ha generado una gran dispersión entre los países, pudiendo encontrar algunos muy sujetos a las consecuencias de las restricciones en el comercio y otros más ligados al crecimiento económico de Estados Unidos. “No sentimos que haya grandes riesgos, pero sí creemos que hay que estar atentos a ciertos cambios de dirección que puede sufrir el mercado. Por eso creemos que sí hay que estar invertidos en mercados emergentes, pero a través de estrategias flexibles que permitan manejar el riesgo de forma dinámica teniendo muy en cuenta la selección de activos y su manejo”, puntualiza.
Goldberg apuesta por una gestión activa de la cartera que permita a los gestores de la misma adaptarse rápidamente a estos escenarios tan cambiantes, es decir, que sean muy flexibles. “Para nosotros esto significa carteras que, sobre todo, no estén atadas a un índice particular y que dinámicamente tomen posiciones de cobertura frente a estos escenarios cambiantes; además de que te permitan moverte en diferentes horizontes de duración. Nosotros enfatizamos mucho las estrategias flexibles que puedan acceder a diferentes segmentos de mercados, pero sobre todo teniendo conciencia de la volatilidad del mercado, como sucede en nuestro fondo BSF Emerging Market Flexi Dynamic Bond”.
Distribución de activos
Esta estrategia flexible y dinámica es la que les situó, en julio del año pasado, en un sesgo corto de duración que han mantenido hasta diciembre. Sin embargo, en estos dos últimos meses su posición en duración se ha vuelto más neutral. Además, el fondo BSF Emerging Market Flexi Dynamic Bond muestra su preferencia por países productores de commodities frente a los manufactureros, ya que la deuda de estos primeros tiene una menor duración.
En lo que va de 2017, Goldberg afirma que han aprovechado el pequeño rally que han vivido las divisas emergentes. Según explica, “hoy por hoy estamos neutrales y un poco largos en divisa fuerte. Mantenemos nuestra estrategia de invertir más largos en países productores de commodities como Rusia, o en ciertas regiones de Latinoamérica, como puede ser Brasil, Chile o Perú o en algunos países africanos, y menos en aquellos que son manufactureros como México, Polonia o Hungría”.
Siguiendo esta estrategia, Pablo estima que lograrán darles a sus inversores entre el 70% y el 80% del cupón ofrecido por los bonos de mercados emergentes y lograr, con el manejo activo de la cartera, agregar un 2% más. “Esperamos un rendimiento anual entre el 5% y el 6%, pero va a depender de cómo se mueva el mercado. El año pasado esperábamos retornos de dos dígitos, ahora no creo que sea posible repetirlo este año, pero sí alcanzar esas cifras, lo que en comparación con otros mercados es buena alternativa”, aclara.
Ante estas expectativas, este experto no le quita el ojo a tres elementos que considera que pueden impactar en el mercado y generar incertidumbre: la evolución del precio de las commodities, la agenda de reformas de Estados Unidos y la evolución de la política en Europa.