Esta semana la Unión Europea acapara gran parte de las preocupaciones políticas de los inversiones. Las negociaciones del Brexit hoy y la presentación de los presupuestos de los países miembro ayer son los dos principales temas que Bruselas tiene sobre la mesa. Este último, volvió a poner ayer a Italia en el centro del debate, tras desoír a la Unión Europea y aprobar sus presupuestos, lo que vuelve a avivar las tensiones y la inestabilidad del proyecto europeo.
Esto hizo que las bolsas europeas arrancaran la semana con leves subidas, pese al recelo que despiertan de nuevo los mercados periféricos. “Si algo puede forzar al gobierno a ceder, son los mercados financieros. Los mercados esperan que las agencias de calificación crediticia recorten el rating de Italia hasta dejarlo sólo un escalón por encima del grado de sub-inversión, a un escalón de perder el grado de inversión, a finales de mes, y también hay muchas posibilidades de que le otorguen una perspectiva negativa al país”, sostiene Patrick O’Donnell, gestor senior de Aberdeen Standard Investments.
En opinión de O’Donnell, si esto sucede: “Veremos más ventas en los mercados de bonos italianos. Dado el tamaño del mercado de bonos de este país, que es el tercer mayor mercado de bonos gubernamentales del mundo desarrollado, esto probablemente encenderá una situación ya tensa”.
¿Qué podría evitar que los bonos italianos sufran más ventas? La semana pasada durante las negociaciones entre Bruselas y el gobierno italiano, la renta variable y los bonos soberanos italianos ya perdieron más de 50.000 millones de euros en valor.
Para DWS la presión del mercado será importante en esta situación, pero no decisivo. “Muchos inversores esperan que la presión del mercado actúe rápidamente como un dispositivo de disciplina en las negociaciones presupuestarias en curso entre el gobierno populista de Roma y la Comisión Europea. Como se ha explicado recientemente, somos un poco más escépticos”, apunta en su último informe sobre la situación entre Italia y la Unión Europea.
La realidad es que Italia ha aprobado sus propuestos, con un aumento del déficit para 2019 de hasta el 2,4%, y frente a esto, Bruselas parece dispuesta a tumbarlos. Según las gestoras, en este contexto será importante seguir valorando los fundamentales de Italia y evitar que la incertidumbre inunde a los inversores, y se produzca un efecto contagio en el resto de los mercados periféricos.
Este déficit asusta a los mercados y eso afecta a la evolución del euro, que ha perdido parte de su fortaleza justamente por motivo de Italia. “Las rentabilidades del bono italiano alcanzaron su nivel más elevado de los últimos 4 años y, teniendo en mente que S&P y Moody’s reevaluarán su calificación crediticia este mes”, insisten desde Monex Europe.
Desde la gestora italiana Anima AM, se muestran optimistas y insiste que, en mitad de tanto ruido, será clave hacer seguimiento de las próximas fechas en las que se decida que sucederá con los presupuestos. La gestora espera que en los próximos meses se diluya la incertidumbre sobre el gobierno y se tenga una previsión más clara para el 2019. En términos generales ANIMA continúa manteniendo una posición conservadora en Italia y desde el verano han ido reduciendo la exposición a renta variable y bonos italianos.