La red de inversores TIGER 21, formada por más de 900 inversores ultra ricos, ha publicado un informe sobre la asignación de activos dejando ver una clara conclusión: este tipo de inversor está asumiendo mayor riesgo. Según indica el documento, los inversores de esta exclusiva network han aumentado su asignación a la renta variable pública hasta el 25% desde el 22%, lo que supone la asignación hacia esta clase de activo más alta en los últimos 11 años.
La otra conclusión que lanza este informe trimestral es que también muestran un mayor interés por las criptodvidsas. “Al mantenerse los mercados relativamente fuertes, nuestros miembros han vuelto a su estrategia de inversión anterior a la pandemia, consistente en mantener sus activos a largo plazo, así como un mayor interés en las criptomonedas y otros sectores emergentes. Más allá de las inversiones en criptodivisas, un número cada vez mayor de miembros cree que la tecnología blockchain será tan disruptiva como lo fue internet, y están observando la tendencia a largo plazo del impacto potencial de la cadena de bloques en la forma en que se llevan a cabo los negocios actualmente”, explica Michael Sonnenfeldt, presidente de TIGER 21.
En esa búsqueda por rendimientos fuera de los activos tradicionales, destaca que las asignación a real estate y private equity suponen el 27% y el 22% de sus carteras; aunque esta última se redujo significativamente. Además, destaca el papel que está jugando el efectivo, que tiene una asignación del 13%. Según la Encuesta Flash de TIGER 21 del verano pasado, el efectivo alcanzó un máximo del 19% desde un rango histórico medias muy bajas, pero los miembros han vuelto a invertir en áreas a las que tradicionalmente han asignado sus activos.
Según el responsable de esta red de inversores, se ha producido un cambio de prioridades en las inversiones de los miembros. “El capital público y el capital privado siguen siendo las principales participaciones después del sector inmobiliario, que es el rey. Tradicionalmente, nuestros miembros han asignado más a los fondos de capital privado que a los fondos públicos. Sin embargo, debido a los rápidos cambios que se están produciendo, muchos prefieren la flexibilidad y la liquidez de los mercados de renta variable, como demuestra el aumento del 25% en su asignación”, explica.
Por último, señala que uno de los temas más importantes de los que hablan los miembros es la revolución de la energía limpia. “Las empresas de combustibles fósiles representaban el 16% de la esfera de la renta variable pública hace una década y sólo el 3% en la actualidad, lo que supone la mayor caída del valor relativo de la historia. El mercado ha comprendido que los combustibles fósiles pronto serán cosa del pasado y la transición hacia las energías limpias se está convirtiendo rápidamente en uno de los mayores temas de inversión que se desarrollará durante la próxima generación”, concluye Sonnenfeldt.