«En las próximas semanas y meses los inversores manifestarán una creciente preocupación ante la retirada de las medidas de relajación cuantitativa por parte de la Reserva Federal estadounidense. Aunque es una inquietud legítima, no creemos que los inversores bursátiles deban preocuparse en exceso por esta cuestión», apunta Fidelity Worldwide Investments en un informe.
Fidelity cree que en primer lugar, la relajación cuantitativa no va a terminar a corto plazo: la Fed ha reiterado que el paro tiene que bajar del 6,5% (está en el 7,6% actualmente) antes de proceder a subir su tipo de referencia. «Probablemente esto no ocurra hasta dentro de 12 meses, quizá más. Además, la inflación es baja y está descendiendo».
En segundo lugar, un endurecimiento monetario probablemente indique una «normalización» de la política monetaria como consecuencia de que la recuperación económica de EE.UU. ha entrado en una fase más firme, como se aprecia, por ejemplo, en la mejoría del mercado de la vivienda.
Cuando la Fed comience a reducir la compra de bonos probablemente aumente la presión alcista sobre los bonos del Tesoro de EE.UU., lo que repercutirá seguramente en otros mercadosde bonos, como los bunds alemanes. ¿Qué podría significar eso para las bolsas?
En este sentido, el informe subraya que cabría esperar que el entorno de financiación menos favorable y la subida de los tipos «sin riesgo» tuvieran un efecto negativo sobre las acciones estadounidenses y europeas. Sin embargo, desde 1997/1998, ha ocurrido precisamente lo contrario; así, se han observado correlaciones positivas en lugar de negativas entre las rentabilidades del S&P 500 y los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. (línea azul), y entre las rentabilidades de la Bolsa europea y los rendimientos de los bunds (línea roja).
«No creemos que vaya a haber una evolución desordenada de los rendimientos en el proceso de retirada de las medidas cuantitativas. Si los rendimientos comenzaran a moverse demasiado rápido, la Fed gestionaría las expectativas, posiblemente pausando el proceso de normalización o incluso revirtiéndolo temporalmente”, comentó David Buckle, director de análisis cuantitativo de Fidelity.