Según una encuesta de BlackRock, los grandes inversores institucionales empezarán a invertir su liquidez en 2017. Uno de cada cuatro (25%) de los inversores encuestados admite tener la intención de disminuir su posición en liquidez durante el año, casi el doble de aquellos que pretenden aumentarla (13%). La encuesta pone de manifiesto una clara tendencia por parte de estos inversores de empezar a invertir dicha liquidez en clases de activos menos líquidos, incluso en activos no tradicionales.
La encuesta, en la que han participado 240 clientes institucionales de todo el mundo, los cuales representan más de 8 billones de dólares en activos, y que es de las primeras en recoger el sentimiento de los inversores institucionales tras la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, analiza cómo estos inversores piensan rebalancear sus carteras desde un punto de vista de asignación de activos en 2017. Como en años anteriores, el informe refleja la tendencia de los inversores a recurrir cada vez más a activos menos líquidos.
“El reciente rally de la renta variable se ha visto más que empañado por el entorno de tipos bajos de los últimos años, y muchos inversores institucionales aún se ven lastrados por unos niveles de financiación escasos. En el último año, los inversores se han enfrentado a una rentabilidad inferior de la renta variable a nivel global y a unos rendimientos negativos de la renta fija. A esta presión para lograr beneficios se suma la reactivación económica, que se espera que arraigue este año, y bien podría ser el impulso final que necesitaban los inversores institucionales para replantearse sus asignaciones a activos líquidos y su visión sobre el riesgo. La ola de interés por parte de los inversores en activos menos líquidos se está convirtiendo en un tsunami: se ha producido un notable repunte en las previsiones de asignación a medida que buscan formas alternativas de generar rendimientos y rentas periódicas”, comentó Peter Nielsen, responsable del negocio de clientes institucionales de Europa continental en BlackRock.
Los activos líquidos reciben una menor atención
Se prevé que los activos reales sean los mayores beneficiarios de los flujos de inversión de los inversores institucionales en 2017, y el 61% de los encuestados espera aumentar su exposición a esta clase de activos. Únicamente el 3% de los inversores tiene previsto disminuir su asignación. En términos netos, teniendo en cuenta los incrementos menos las reducciones, el 58% de los inversores institucionales a escala mundial aumentará sus asignaciones a activos reales. Este porcentaje contrasta con el 49% (en términos netos) registrado en 2016.
Los inversores de todas las regiones planean aumentar su exposición a activos reales en 2017. Los incrementos más notorios se esperan en Europa continental (69% en términos netos) y en el Reino Unido (63% en términos netos), donde aproximadamente dos tercios de los inversores esperan aumentar sus asignaciones. A estas regiones les sigue de cerca Asia-Pacífico, con un 63% en términos netos. Más de la mitad de los inversores institucionales en Estados Unidos y Canadá (+53% en términos netos) y más de un tercio en Latinoamérica (36% en términos netos) esperan aumentar su exposición a esta clase de activos.
El sector inmobiliario también protagonizará un marcado interés: el 47% de los inversores en todo el mundo pretende aumentar su asignación a esta clase de activos, y sólo el 9% tiene pensado disminuir sus posiciones (+38% en términos netos). Los aumentos más notables se esperan en la región Asia-Pacífico (+61% en términos netos), seguida por Europa continental (+56% en términos netos). Algo menos de la mitad (+42% en términos netos) de los inversores de Europa, Oriente Medio y África (región EMEA) aumentarán su exposición al sector inmobiliario, seguidos de cerca por Latinoamérica (+39% en términos netos) y Estados Unidos y Canadá (+29% en términos netos).
El contexto también parece positivo para la inversión en capital riesgo, donde casi la mitad de los inversores globalmente (48%) planea aumentar su exposición y sólo el 13% pretende reducir sus asignaciones (35% en términos netos). Esta tendencia es evidente en todas las regiones. Más de la mitad de los inversores en la región Asia-Pacífico espera aumentar sus asignaciones en capital riesgo (+52% en términos netos), y en segunda y tercera posición se encuentran Latinoamérica (+47% en términos netos) y Europa continental (+44% en términos netos). Alrededor de un tercio de los inversores en las regiones de EMEA y Estados Unidos/ Canadá planea aumentar sus posiciones en el segmento de capital riesgo (+33% y 32% en términos netos, respectivamente).
Edwin Conway, responsable global del negocio de clientes institucionales de BlackRock, añadió: “Los inversores institucionales son conscientes de que deben hacer algo diferente para lograr los resultados de inversión que desean. Con la volatilidad que reina en el mercado y las menores perspectivas de rentabilidad de las clases de activos tradicionales a corto plazo, los inversores se ven obligados a buscar rendimientos en otros segmentos. Buscan cada vez más ingresos de fuentes alternativas y recurren a estrategias menos líquidas para impulsar estas rentabilidades. Muchas clases alternativas de activos, como el alquiler de inmuebles a largo plazo, los activos de infraestructuras y las energías renovables, son capaces de brindar protección frente a la inflación, además de asegurar flujos de rentas periódicas, de cara a cubrir las necesidades de liquidez de los inversores”.
Aumento de la exposición a la deuda corporativa
Dentro de la renta fija, existe una clara tendencia hacia estrategias de alta rentabilidad. Crédito privado es la clase de activo favorita en este universo en todas las regiones y para todo tipo de inversor: se trata de una clase de activo en la que los inversores institucionales esperan aumentar sus posiciones (61%), y sólo el 4% de ellos pretende disminuir ligeramente su asignación (58% en términos netos).
En general, las estrategias de crédito se beneficiarán de la reasignación de activos desde los segmentos core y core plus (-10% en términos netos). Se espera que el segmento de préstamos bancarios americanos registre un aumento de las asignaciones por parte de los inversores (26% en términos netos), seguido del segmento de high yield (23%en términos netos), titulizaciones (22% en términos netos) y deuda emergente (19% en términos netos).
En cuanto a las asignaciones a renta fija en general, se dan importantes variaciones por región. Si bien los inversores institucionales en Asia-Pacífico y Estados Unidos/Canadá esperan que su exposición a esta clase de activos se mantenga intacta, los inversores europeos tienen previsto disminuirla, principalmente los inversores de Europa continental, donde el 43% (en términos netos) espera reducir sus asignaciones a la renta fija.
Disminuye el interés por hedge funds
A nivel global, los fondos de pensiones están disminuyendo su asignación a hedge funds (-22% en términos netos), especialmente en el Reino Unido y en Estados Unidos, y se están moviendo hacia bonos con duraciones largas con la intención de reducir el riesgo en las carteras. Las aseguradoras también siguen esta tendencia —el 12% a escala mundial declara su intención de disminuir las asignaciones a hedge funds — y muestran una preferencia creciente hacia los activos reales y el sector inmobiliario. Latinoamérica resulta ser la única excepción regional, donde se esperan flujos positivos hacia capital riesgo (+47%), activos reales (+36%), sector inmobiliario (+39%) y hedge funds (+31%).
Asignación activa y pasiva a la renta variable
A escala mundial, uno de cada cuatro inversores (28%) pretende aumentar su exposición a estrategias activas de renta variable respecto a estrategias pasivas, y más de la mitad de ellos (55%) prevé mantener su combinación actual de estrategias activas y pasivas. El 17% mostró su intención de aumentar su asignación a estrategias pasivas.
En materia de exposición a renta variable en general, los cambios varían notablemente por región y tipo de cliente. En Estados Unidos/Canadá los inversores institucionales, en general, pretenden reducir su posición en renta variable (-34% en términos netos), liderados por los planes de pensiones de empleo. En cambio, más de un tercio de los inversores institucionales en Latinoamérica espera aumentar sus asignaciones a renta variable (+36% en términos netos). Alrededor de dos quintas partes de los inversores en la región Asia-Pacífico (+21% en términos netos) y Europa continental (+18% en términos netos) prevén aumentar sus posiciones en esta clase de activos. En la región EMEA, una proporción mínima (2% en términos netos) de los inversores incrementará su asignación a renta variable.