Pese a la incertidumbre generada por el COVID-19, los inversores se muestran optimistas y esperan obtener una rentabilidad anual media superior al 10% en los próximos cinco años, según los datos del Estudio Global de Inversión de Schroders 2020, que recoge las opiniones de más de 23.000 inversores de 32 lugares de todo el mundo.
Además, las expectativas de rentabilidad anual promedio durante los próximos cinco años han aumentado hasta el 10,9% para los inversores de todo el mundo, mientras que los inversores de América esperan obtener una rentabilidad del 13,2%, según indica estudio. No obstante, los europeos esperan una rentabilidad del 9,4% de media en los próximos cinco años.
En este sentido, los inversores de EE.UU. (15,4%), Indonesia (14,8%) y Argentina (14,6%) fueron los más optimistas. En el otro extremo de la escala se sitúan los inversores de Japón (6%), Suiza (7%) e Italia (7,9%), como los más pesimistas de entre los encuestados
Sin embargo, los inversores han reducido sus expectativas de ingresos, con un 8,8% que se esperan alcanzar en los próximos 12 meses, en comparación con el 10,3% del año anterior. Asimismo, solo el 6% de los inversores esperan que el impacto económico del coronavirus dure más de cuatro años. De hecho, sólo el 21% espera que el impacto se prolongue más allá de los dos años, apunta el documento en sus conclusiones.
Lo que es cierto es que el impacto de la pandemia mundial hizo que muchos inversores hicieran cambios sustanciales en sus carteras. Según el estudio, un 28% movió porcentajes relevantes de sus carteras a activos de bajo riesgo y un 25% traslado parte de su cartera a activos de menor riesgo. Asimismo, un 20% asegura haber aprovechado la oportunidad de mover parte de su cartera a inversiones de alto riesgo, mientras que el 19% dijo que optó por no hacer nada y se quedó con sus inversiones tal como estaban.
Además, los inversores más veteranos han sido los que se han mostrado más tranquilos en medio de la volatilidad del mercado causada por el COVID-19. Más de tres cuartas partes (75%) de los mayores de 71 años movieron su cartera, pero mantuvieron el mismo nivel de riesgo u optaron por no hacer ningún cambio. Esto comparado con sólo el 23% de los millennials.
“No se puede obviar el hecho de que el impacto del COVID-19 en las economías, los mercados y más allá es probable que sea sustancial en los próximos años. La pandemia es vista por muchos como el último cisne negro, pero ahora más que nunca necesitamos aferrarnos a nuestros principios de inversión. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero debemos mirar más allá del ruido y centrarnos en mantener inversiones bien equilibradas a largo plazo. Esto cobra relevancia cuando los tipos de interés están tan bajos en todo el mundo. Y ese es nuestro enfoque en Schroders, para apoyar a los inversores y clientes a navegar por esta continua incertidumbre y asegurar en última instancia su futura prosperidad”, añade Rupert Rucker, director de Income Solutions en Schroders.
Mayor interés por el ahorro
Por otro lado, esta crisis también ha provocado que se preste más atención al ahorro, ya que casi la mitad (49%) de los inversores globales afirman que ahora piensan en sus inversiones al menos una vez por semana, en comparación con el 35% antes de la pandemia. Más de dos tercios (66%) de las personas que afirman tener un nivel avanzado o experto de conocimientos en materia de inversiones, aseguran que su nivel de preocupación si sus inversiones caen durante un corto período de tiempo es bajo o inexistente, lo que pone de relieve su mayor experiencia en la superación de períodos de incertidumbre, según el estudio.
Al mismo tiempo, el 48% de los inversores con conocimientos avanzados buscarían obtener asesoramiento financiero de un asesor financiero independiente, en comparación con el 30% de los principiantes. Además, desde la firma señalan que el 36% de los ahorradores que se califican como principiantes es probable que busquen asesoramiento financiero de amigos o familiares, en comparación con el 27% de los inversores más avezados.
Además, la mayoría de los inversores (68%) declaró que ellos mismos deberían ser responsables de asegurar que su conocimiento de los asuntos financieros sea suficiente, por delante de los proveedores financieros, asesores y escuelas. En este sentido, los datos del informe reflejan que un 51% de los inversores sostiene que las escuelas deberían tener la responsabilidad de asegurar el conocimiento de la población en asuntos de finanzas personales. Sin embargo, en realidad, sólo el 40% de los inversores dijeron que adquirieron sus conocimientos financieros durante el periodo escolar. La misma brecha de asesoramiento existe para los gobiernos y los reguladores.
Por otro lado, un 25% de los inversores añade que la prioridad número uno para su gasto en renta disponible era invertirla en su pensión. «Este porcentaje es significativamente más alto que el 10% de hace tres años, enfatizando que la conciencia sobre el ahorro para la jubilación ha ido en aumento», añaden desde Schroders.