Legg Mason, gestora global de activos, acaba de lanzar la última edición de su Global Investment Survey, una encuesta anual en la que participaron 16.810 personas de 17 países diferentes. En esta oleada, la encuesta analiza cómo los inversores españoles modificarían o han modificado su cartera ante determinadas circunstancias políticas y económicas, así como su visión sobre la volatilidad y sus expectativas sobre el comportamiento de los mercados en 2019.
La encuesta comienza analizando el nivel actual de preocupación y confianza de los inversores españoles en relación con sus inversiones y oportunidades de inversión. A este respecto, si bien más de la mitad de los inversores españoles (57%) se muestra confiado, el 19% afirmó sentirse preocupado: ocho puntos porcentuales por encima de la media europea (11%). Esto demuestra que los españoles son los inversores europeos que más preocupados están en relación con sus inversiones.
Preguntados por las temáticas que más les preocupan respecto a sus inversiones de cara a los próximos meses, señalaron, por este orden, la inestabilidad económica en el mundo, la inestabilidad política en España y la inestabilidad política mundial. Junto con los italianos, los inversores españoles son los que más preocupados se muestran por la inestabilidad política en su país.
La Global Investment Survey también analiza qué tipo de modificaciones realizarían en sus carteras en respuesta a problemas de índole financiera en general. A este respecto, nueve de cada diez inversores españoles ajustaría sus carteras, mientras que tan solo un 10% no efectuaría modificación alguna.
Entre los inversores que ajustarían sus carteras, la estrategia más frecuente (31%) consistiría en incrementar la exposición a efectivo o equivalentes para reducir el riesgo, seguida de un cambio en la asignación en favor de otros activos, como los inmobiliarios (29%), o recurrir a estrategias de inversión multiactivo (28%).
Del mismo modo, la encuesta proporciona información relevante sobre las reacciones de los inversores ante acontecimientos concretos. Por ejemplo, en caso de que tuviesen que hacer frente a una drástica caída de los mercados bursátiles internacionales, como la que tuvo lugar durante la crisis financiera de septiembre de 2008, la reacción más frecuente sería retirar capital de las inversiones y asignarlo a activos líquidos (26%). En caso de que se produjera un aumento de la volatilidad, tal y como sucedió en febrero de 2018, la reacción más elegida sería incrementar la inversión en activos de menor riesgo, como la renta fija (26%).
Esta estrategia también fue la más elegida por los inversores (23%) ante la hipótesis de que el valor de su cartera se incrementase en un 20%. Por el contrario, el único caso en el que la reacción más frecuente consistiría en aumentar su exposición a activos de riesgo (23%) sería ante un periodo prolongado de tipos de interés bajos en España.
Recurrir a los servicios de un asesor financiero fue la elección preferida por los inversores en dos circunstancias: si se produjese un aumento considerable de la inflación en España (el 23% de los inversores españoles seguiría las indicaciones de un asesor financiero profesional o contratarían a uno y el mismo porcentaje de inversores invertiría más en activos de menor riesgo, como la renta fija) y si el valor de su cartera cayese un 20% (el 24% de los inversores lo eligió como primera opción).
Cambios en las carteras de los inversores ante acontecimientos políticos sucedidos en España
El estudio de Legg Mason también analiza cómo los inversores españoles han adaptado su cartera en respuesta a los acontecimientos políticos ocurridos en España en 2018 (como la moción de censura y la formación del nuevo Gobierno). Al respecto, el 55% declaró haber realizado modificaciones o pensado en hacerlo, mientras que el 45% restante afirmó que no tenía en mente efectuar modificaciones a la luz de estos acontecimientos, dado que se consideran inversores a largo plazo.
Entre los que llevaron a cabo modificaciones, el 23% recurrió al asesoramiento profesional para determinar los ajustes que podría llevar a cabo, el 18% redujo el riesgo y el 15% aumentó su exposición a la renta variable, dado que consideraba que «estos acontecimientos políticos representan una oportunidad». Por último, el 14% declaró haber reducido su exposición a los fondos de inversión.
Respecto a estos mismos acontecimientos, el 83% comparte la opinión de que a los mercados no les preocupa qué partido gobierne mientras no haya incertidumbre, y seis de cada diez (62%) creen que «la situación política en Italia ha tenido una mayor repercusión en las carteras que los acontecimientos en España».
Volatilidad
Los resultados del estudio también dan a conocer la visión de los inversores sobre la volatilidad. Por ejemplo, el 31% de los inversores en España considera que la volatilidad del mercado es «positiva», mientras que el 32% no considera que sea especialmente positiva o negativa. Por otro lado, el 33% de los inversores españoles —el porcentaje más elevado entre todos los países encuestados a escala global, junto con Italia— percibe la volatilidad como un factor negativo, «ya que representa riesgo para las inversiones». Por último, solamente el 5% afirmó que no tenía conocimientos suficientes para determinar si la volatilidad es positiva o negativa.
«Resulta interesante observar que el 85% de los inversores españoles considera que los niveles de volatilidad aumentarán a finales de 2018 en comparación con el primer semestre del año. De ser así, creemos que la combinación de dos factores —junto con el asesoramiento financiero— será crucial para que los inversores puedan seguir identificando oportunidades: la diversificación de las carteras y la flexibilidad en términos de productos de inversión», comenta Javier Mallo, responsable de Legg Mason para España y Portugal.
Previsiones para 2019
De cara a 2019, casi seis de cada diez (58%) inversores españoles esperan que el mercado bursátil español se revalorice durante el transcurso del año, mientras que el 29% cree que se mantendrá invariable y el 13%, que caerá.
Según los inversores españoles, los activos inmobiliarios (41%), la renta variable internacional (30%) y la renta variable nacional (25%) constituyen las tres inversiones que mejores oportunidades de inversión ofrecerán en los próximos 12 meses. A escala regional, estiman que Europa (excluyendo Reino Unido), con un 40%, EE.UU., con un 38%, y China, con un 36%, albergarán las mejores oportunidades de inversión de cara a los próximos doce meses.