Los inversores españoles, en línea con los globales, se centran en invertir en activos y vehículos de inversión que satisfagan tanto sus necesidades financieras como sus principios personales, según el Estudio Global del Inversor 2022 de Schroders.
El estudio insignia de Schroders, que este año encuestó a más de 23.000 personas que invierten desde 33 lugares del mundo, destaca que los inversores globales muestran una gran convicción en sus principios y no están dispuestos a renunciar a ellos a la hora de invertir. Así pues, un 66% afirma que prefieren asignar capital a inversiones que satisfagan sus necesidades y principios personales. Esta premisa también se repite en nuestro país, donde hasta el 77% de los encuestados lo considera clave. De hecho, más de la mitad de los inversores españoles que se definen a sí mismos como “expertos”, (56%) declaran que sus principios personales son «muy importantes» para ellos, un porcentaje significativamente mayor que el de los que cuentan con un nivel intermedio de conocimientos de inversión (19%) o más básico (17%).
Asimismo, la importancia concedida a los valores y principios por los inversores aumenta con la edad, ya que prácticamente la mayoría (92%) de las personas mayores de 71 años son más propensas a priorizar estos aspectos, lo que quizá indique que los inversores de más edad tienen más confianza y están más seguros de sus opiniones.
Los resultados de este estudio también muestran que los españoles consideran mayoritariamente que, como accionistas, deberían tener el poder de influir en las empresas en las que invierten.
Esto se aplica a todo el espectro de conocimientos de inversión, desde los que se clasifican como «principiantes» hasta los «expertos». Un llamativo 97% de los inversores «expertos/avanzados» creen que deberían tener la posibilidad de hacerlo, al igual que el 77% de los «principiantes».
Además, las cuestiones climáticas son consideradas la prioridad más importante para los inversores españoles, así como en el resto de países excepto en tres: México, Corea del Sur y Bélgica, donde las cuestiones de capital natural y biodiversidad se sitúan como las más cruciales, lo que demuestra la importancia de las cuestiones relacionadas con el medio ambiente.
El conocimiento es poder
Sin embargo, a pesar de las intenciones positivas, sigue habiendo una brecha en cuanto a los inversores españoles que se sienten realmente capacitados para tomar las decisiones de inversión adecuadas para su futuro. Alrededor del 91% de los inversores «expertos/avanzados» consideran que tienen conocimientos suficientes para sentirse seguros a la hora de tomar decisiones de inversión para su futuro financiero, mientras que una cuarta parte (25%) de los inversores «principiantes/con conocimientos básicos» se sienten suficientemente capacitados para hacerlo.
Esto pone de manifiesto la necesidad de mejorar la educación financiera y el papel que deben desempeñar los proveedores financieros. Casi la mitad de los inversores españoles (46%) cree que las empresas de inversión deberían encargarse de garantizar que los ciudadanos tengan un nivel suficiente de conocimientos sobre asuntos financieros personales, mientras que el 36% piensa que sería responsabilidad del sistema educativo y el 34% sería labor de los asesores financieros independientes.
Un mayor conocimiento también fomenta la atención hacia los activos privados entre inversores minoristas
Además, este estudio revela que los españoles se sienten ahora más seguros para realizar inversiones que antes se consideraban inaccesibles. Un ejemplo son los activos privados, donde el 63% de los encuestados en nuestro país se sienten capacitados para acceder al capital privado o un 42% a inversiones inmobiliarias.
De hecho, cuanto mayor es el nivel de conocimientos de inversión percibido, más probable es que esté interesado en invertir en clases de activos privados. Por ejemplo, una quinta parte de los inversores españoles «principiantes» considera que las infraestructuras están fuera de su alcance, frente al 8% de los inversores «expertos». Esto sugiere que la tendencia a la democratización de los activos privados puede estar vinculada a un mayor nivel de conocimientos financieros.
Carla Bergareche, directora general para España y Portugal de Schroders, afirma que “es positivo ver cómo un mayor conocimiento parece respaldar la confianza de los españoles a la hora de invertir y de influir en las decisiones de las empresas en las que participan. Creemos que tanto las entidades privadas como las públicas, tenemos el deber de contribuir en la educación financiera de la sociedad”.