Mientras continúan las turbulencias políticas en plena pandemida de coronavirus, las perspectivas sobre el contexto macroeconómico brasileño siguen empeorando con excepción del mercado externo por motivo a la devaluación del real respecto al dólar. El inversor doméstico sostiene la recuperación del Bovespa mientras el capital extranjero profundiza su éxodo, señala el informe mensual de Criteria.
Se espera una contracción del PBI del 6,5% para el cierre de este año, con una inflación a la baja del 1,5% anual. La cifra expuesta más preocupante es la del resultado nominal proyectado hacia el 14,8% del PBI.
El Banco Central de Brasil, ha vuelto a bajar la tasa Selic a mínimos nunca vistos del 2.25% para lograr incentivar la demanda en una economía golpeada por la pandemia entre otros motivos. Cabe recordar que la inflación proyectada es del 1,5% lo que dejaría la tasa monetaria en Brasil al borde del terreno negativo.
Se destacan notables mejoras en las proyecciones tanto para el resultado de la balanza comercial como para el de cuenta corriente hacia fines de este año. Se proyectan entradas por 52.250 millones de dólares y un déficit de – 13.950 millones respectivamente en comparación a 45.500 millones de dólares y – 28.100 respectivamente. La devaluación del real del orden del 30% en lo que va del 2020, ayuda a la mejora de estas variables.
Brasil aún no consigue domar el deterioro en expectativas económicas
El Ibovespa ha reaccionado y se ha recuperado un 16% en dólares durante el último mes colocando un posible piso al mercado bajista de los últimos meses. El hecho que el real haya calmado su ritmo de depreciación ha ayudado en esta recuperación. Cabe recordar que a mediados de mayo había llegado a zonas de 5,90 por cada dólar, un 12% por encima del valor actual. El mercado espera que la divisa brasileña culmine el año en niveles muy similares a los actuales, de 5,20. A pesar de esta recuperación, el principal índice accionario brasilero ha caído un -44% en dólares en los últimos 12 meses.
Mientras tanto, desde XP Investimentos, siguen recomendando diversificarse del riesgo accionario brasilero debido a la crisis de confianza en la moneda local y el abultado déficit nominal proyectado para este año, que traería aparejada mayores complicaciones para a economía en el mediano plazo.
La tendencia alcista observada este último mes se debe principalmente a las compras de inversores institucionales locales y, en parte, a individuales. En el momento que se analiza las inversiones extranjeras en el mercado accionario, se observa una salida de capitales muy fuerte, demostrando como el inversor internacional ha perdido el apetito por el riesgo brasileño desde finales del 2019. Esta tendencia se vio acelerada por la pandemia.
El real se recupera, pero sigue siendo una de las monedas más golpeadas del mundo.
Por el lado político, se agrava el conflicto entre Bolsonaro y el poder judicial
En medio del peor momento de la crisis sanitaria, con el record latinoamericano de contagios y muertes por el COVID-19, Bolsonaro ha salido a embestir al Tribunal Supremo. Dentro de sus declaraciones se destaca la siguiente frase: “Las fuerzas armadas están para defender la democracia.” Ya era clara la influencia del ala militar en el presidente brasileño: 10 de los 23 ministros del gobierno pertenecen a las fuerzas armadas. Otra frase del presidente: “Nosotros, los militares somos los verdaderos garantes de la democracia. Nunca vamos a obedecer órdenes absurdas y tampoco vamos a aceptar un impeachment que destituya a un presidente elegido democráticamente.” En esta frase ya se hace alusión a los ya más de 30 pedidos de impeachment que ha recibido en el último tiempo el presidente de Diputados, Rodrigo Maia.
Joao Doria, gobernador de Sao Paulo, opositor de Bolsonaro, declaró que “es probable que se debata un impeachment a Bolsonaro superada la fase más crítica de la pandemia”. Se observa una fractura política y una ampliación de la grieta entre Bolsonaristas y oposición. El presidente se refugia en sus colegas militares formando un núcleo duro y defendiéndose de ataques.
El 43% ha tildado de negativa la gestión del actual presidente según Data Folha. Se trata de un incremento desde los niveles de rechazo del 30% en enero 2019 cuando comenzaba su mandato. A pesar de este aumento, el oficialismo aún contaría con su núcleo duro, con un 33% de los encuestados declarando que el gobierno es “bueno” o “excelente”.