El activismo accionarial a nivel global registró un fuerte repunte en el cuarto trimestre de 2020, con 57 nuevas campañas iniciadas (un 128% más que en el tercer trimestre). Sin embargo, en 2020, los «inversores activistas» iniciaron tan solo 182 nuevas campañas, lo que supone un 13% menos de actividad que en 2020 y confirma una tendencia decreciente desde hace dos años, según desvela un estudio de Lazard.
El informe de Lazard, la firma de asesoría financiera y gestión de activos, ofrece un análisis de lo que deja el año ya terminado, marcado por la pandemia, en materia de inversiones, y da muestras de lo que puede deparar 2021 para el activismo accionarial. Según sus datos, la actividad activista a nivel global registró un fuerte repunte en el cuarto trimestre de 2020, con 57 nuevas campañas iniciadas (un 128% más que en el tercer trimestre). La fuerte actividad del último trimestre fue más pronunciada en Estados Unidos, donde 30 nuevas campañas representan un aumento del 200% con respecto a los niveles del tercer trimestre. Entre los objetivos de Estados Unidos, las empresas de mega-capitalización (de más de 25.000 millones de dólares) volvieron a ser el centro de atención, representando el 20% de la actividad del cuarto trimestre, con campañas destacadas como Intel/Third Point, Elliott/Public Storage, Exxon/Engine No. 1 y Disney/Third Point.
La actividad fuera de Estados Unidos aumentó durante 2020, en un 21% y 9% con respecto a los niveles de 2019, respectivamente, en campañas europeas y de APAC (Asia y Pacífico). En cuanto a los sectores que más capital desplegaron en 2020, dos tercios del total concretamente, destacan el industrial, el tecnológico y el financiero, que siguen en el foco de atención.
El activismo europeo registró un año récord, con un aumento del 21% anual de la actividad activista debido al ritmo vertiginoso de las campañas del primer y último trimestre de 2020, con empresas industriales y de pequeña y mediana capitalización en el punto de mira. La crisis del COVID-19 llevó a una dramática reducción de las nuevas campañas en abril-septiembre, pero el final del año ha sido testigo de un fuerte repunte. El foco del activismo europeo está puesto en sectores industriales y se aleja de las tecnológicas. El país del viejo continente que mayor número de campañas activistas ha tenido en 2020 ha sido Alemania, que bate récord, mientras que Francia y los Países Bajos igualan su máximo histórico.
Además, los activistas establecidos ya no representan la mayoría de las campañas y dejan paso a los activistas institucionales y ocasionales. De hecho, las campañas dirigidas por accionistas institucionales se han duplicado en 2020 en comparación con los niveles de 2018-19, mientras que la actividad de los activistas establecidos se ha reducido a la mitad.
El informe también menciona los consejos de administración y las operaciones de fusiones. Avanza que los activistas elevan sus puestos en los órganos de gobierno con 131 asientos en 2020, manteniendo su tendencia multianual, y que la mayoría de los puestos en los consejos de administración, en consonancia con los años anteriores, se obtuvieron mediante acuerdos negociados.
Estribor y Elliott juntos representan casi un tercio de los puestos de consejos de administración obtenidos el año pasado. El sector financiero es el que atrae la mayoría del capital desplegado de las campañas de fusiones y adquisiciones con Trian/Janus e Invesco como un ejemplo.
El último punto que trata el informe es el crecimiento de la presión del enfoque ESG en los consejos de administración. Según explica, a medida que los inversores pasivos aumenten sus activos y los inversores activos adopten más estrategias sostenibles, la presión sobre las empresas públicas para integrar prácticas de ESG seguirá intensificándose. La estandarización de normas y de los marcos de presentación de informes sobre sostenibilidad entre reguladores, inversores y empresas dominará la agenda de 2021. La Unión Europea y los Estados Unidos, bajo la administración de Biden, probablemente continuarán impulsando los objetivos de ESG, reforzando la transparencia y fomentando el capital destinado a desarrollos sostenibles.