¿Guerras comerciales? ¿Fortaleza del dólar? ¿El fin del gran programa de estímulo de China? ¿Subidas de los tipos de interés en Estados Unidos? Los mercados emergentes se enfrentan a un futuro incierto, pero no han dejado de ganar terreno en los últimos meses.
Éstos son para Capital Group los cinco gráficos que ilustran el repunte de estos mercados y los factores que podrían seguir propiciándolo en el futuro.
1. Los mercados emergentes lideran el rally global
¿Se acuerdan de lo mal que comenzaron 2016 los mercados globales?, se preguntas los expertos de la gestora. “Gran parte de ello se debió a la depreciación del yuan y a la ralentización de la economía china. Tras una febril oleada de ventas que duró varias semanas, los mercados emergentes han liderado el repunte y superado con creces las ganancias registradas en el mundo desarrollado. Brasil y Rusia han sido los mayores beneficiarios de este renovado interés”, dicen.
2. Los productores de materias primas y las empresas tecnológicas abanderan el repunte
Algunas de las mayores ganancias las han aportado compañías tecnológicas asiáticas, productores de materias primas y bancos.
A este respecto Capital Group destaca al sector de Internet chino, que juega un papel clave en el giro del país hacia una economía basada en los servicios. El año pasado, Tencent y Alibaba desbancaron a las empresas estatales chinas como las compañías con más valor de mercado, reflejo del impacto del comercio móvil en la segunda mayor economía del mundo. Ambos grupos prestan una gama de servicios desde sus respectivas plataformas.
“Nuestro análisis sugiere que los grupos de Internet chinos son tan innovadores como sus homólogos estadounidenses, si bien evolucionan y crecen de formas distintas”, comenta Winnie Kwan, gestora en Capital Group. “Por ejemplo, las compañías chinas están avanzando a pasos agigantados en el área de pagos. De hecho, creo que nos encontramos en un momento interesante, en el que China podría adelantar a Estados Unidos en términos de infraestructura para pagos a través del móvil”, añade.
3. ¿Cuál será el siguiente paso? Un mayor crecimiento de los beneficios
Los beneficios de las empresas están aumentando. En el pasado, esto ha redundado positivamente en las cotizaciones y los dividendos.
Las compañías de mercados emergentes se disponen a generar su mayor nivel de crecimiento anual del beneficio desde 2010. En su conjunto, se estima que los beneficios crecerán un 17% en 2017, liderados por los sectores tecnológico e industrial: se prevé que ambos subirán más de un 30%, en base a estimaciones de consenso elaboradas por FactSet.
“La automatización industrial es un tema de inversión que nos interesa”, explica Kent Chan, especialista de inversión en Capital Group. “Estamos viendo costes laborales crecientes no solo en las economías desarrolladas, sino también en China. La automatización será una tendencia a largo plazo que incidirá en estas cuestiones de costes».
4. Espacio para subir: ¿cómo de fuerte ha sido la recuperación?
La gestora estima que el rally de los mercados emergentes podría no haber llegado a su fin, ya que varios países de este universo se hallan muy lejos de los máximos alcanzados en los últimos cinco años.
Brasil cotiza un 43% por debajo del pico alcanzado en marzo de 2012, mientras que Rusia lo hace un 33% por debajo del máximo que registró en ese mismo mes. Las acciones chinas se anotaron un máximo en abril de 2015, y actualmente cotizan un 12% por debajo de dicha cota.
5. Locos por los metales
Si tenemos en cuenta las materias primas que se consideran indicadores adelantados del crecimiento global, el mineral del hierro, el cobre y el aluminio han protagonizado subidas desde 2016, aunque recientemente han sufrido.
El considerable programa de estímulo implementado por China ha sido un importante motor de la subida de las materias primas, pero ¿qué factores deberían seguir respaldando sus precios?
Capital Group ha identificado dos: la creciente inflación en EE.UU., Asia y Europa y la posibilidad de que los gobiernos estadounidense y de otros países también lancen programas significativos de gasto en infraestructuras. Esto podría favorecer a los países ricos en materias primas así como a los precios de productores de la industria del metal, como lo son la brasileña Vale y la multinacional británica Rio Tinto.