La complejidad del mundo que nos rodea y la variedad de opciones a las que se enfrentan los inversores en 2016 pueden llegar a resultar abrumadoras. James Swanson, estratega jefe de MFS Investment Management, cree que si volvemos a lo básico y consideramos las perspectivas de las economías más grandes de la misma forma que analizaríamos las perspectivas individuales de cada compañía, entonces podremos arrojar luz sobre los hechos que más importan.
Esta es, para Swanson, la lista de cosas que no hay que perder de vista de cara a este año:
Observar los fundamentales
Al analizar una empresa, queremos conocer la calidad de sus productos o servicios y su atractivo en el mercado. Tenemos que evaluar la competitividad de la empresa: ¿Qué cuesta fabricar el producto o prestar el servicio? ¿Hay alguna otra empresa con costes más bajos? ¿Quiénes son los compradores y cuánto pueden permitirse el lujo de pagar?
También hay que determinar si la empresa tiene demasiada deuda y si el equipo gestor está motivado para aumentar el valor de los accionistas a largo plazo. La medición de algunos números clave, como los márgenes de beneficio y la rentabilidad sobre recursos propios (ROE), puede ayudarnos a imaginar cuál será la fotografía de la empresa a largo plazo.
Analizar la economía de Estados Unidos
En 2015, la demanda de productos estadounidenses, más allá de las materias primas, repuntó otra vez. A principios de 2016, la principal fuente de demanda mundial sigue siendo la economía de Estados Unidos, no la de China, Europa o Japón. Si el país fuera una empresa podríamos decir que fabrica tecnología, productos farmacéuticos, automóviles, aviones y entretenimiento. Dado que EE.UU. realiza un buen trabajo en todas estas áreas, la demanda mundial no hace más que crecer.
¿Es Estados Unidos un productor con costes altos?
El mayor coste de todo son los salarios y durante más de 10 años el coste unitario de la mano de obra ha ido disminuyendo en la primera potencia mundial con respecto a la mayoría de países. El segundo capítulo de costes es la energía, utilizada por muchas empresas para hacer productos químicos, plásticos y automóviles, pero en este caso podemos decir que el de la energía en Estados Unidos es uno de los más bajos del mundo.
El coste del capital es otro factor a tener en cuenta. Una manera de mantener este gasto bajo es el de utilizar la base de capital existente de forma sabia. Los números revelan que las empresas estadounidenses son buenas en la aplicación de la tecnología que permite mantener el uso de capital bajo y una rotación de activos superior a la del resto de empresas del mundo. Así que creo que podemos decir que Estados Unidos es competitivo en lo que a sus costes se refiere.
¿Quiénes son los compradores de productos estadounidenses?
Lo que Estados Unidos exporta a sus vecinos, a los mercados emergentes y a la zona euro supone alrededor de 13% de su PIB. Las exportaciones han sido débiles durante dos años, pero no se han desplomado. La mayor parte de lo que vende es comprado por los consumidores dentro de sus propias fronteras. Y para ellos, la semana de trabajo se ha sido alargando durante todo este ciclo económico, los salarios han aumentado en todas las categorías laborales y sus cifras han ido en aumento en línea con el repunte en el empleo. Esta multiplicación de tres vías genera gran parte del poder adquisitivo que hemos presenciado durante este ciclo. Y ese poder continúa aumentando.
Sin embargo, el aumento de estos costes no se ha convertido en una carga. A diferencia de los años 1970 y 1980, cuando el poder adquisitivo fue devorado por la inflación galopante, la primera parte de este siglo ha sido testigo de una inflación contenida. De hecho, lo único que parece estar en una tendencia bajista para el consumidor en Estados Unidos es el coste de vida básico, ya que los precios de los alimentos, la ropa y la energía han estado cayendo. Esto significa que el poder de compra real ha aumentado.
¿Qué pasa con el balance de Estados Unidos, los márgenes y los ROE?
Los niveles de deuda de esta compañía llamada Estados Unidos son altos, y eso es una preocupación. Pero ¿a quien ha estado pidiendo prestado? La carga de la deuda de los consumidores en realidad ha estado cayendo durante seis años, mientras que las empresas se han aprovechando los mercados de deuda. En proporción, la deuda del gobierno de Estados Unidos no ha aumentado tanto como en la mayoría de países.
La rentabilidad de las cotizadas indican que el ROE en Estados Unidos es ahora más alto que en cualquier otra región. Los márgenes de beneficio de Estados Unidos se han mantenido muy bien. Incluso en el último trimestre, cuando los ingresos quedaron a la zaga como consecuencia de una menor demanda mundial y los precios del petróleo han estado más débiles, el beneficio por acción del PIB estadounidense se mantuvo en niveles raramente vistos desde la Segunda Guerra Mundial.
En este sentido, el estratega jefe de MFS, cree que la producción, los costes, la demanda, el balance y el margen de beneficios están a favor de un mejor crecimiento para la economía de Estados Unidos.
Atención a las advertencias fatalistas
La temporada de fútbol de Estados Unidos está entrando en los playoffs, y durante cada partido, los comentaristas gritan con fuerza anticipándose a la posibilidad de que el quarterback sea derribado antes de pasar la pelota. Lo mismo sucede con los observadores del mercado y la economía estadounidense. El final del ciclo económico se prevé casi todos los días. Es comprensible que, que la desconfianza que causa el recuerdo de la terrible recesión 2008-2009, alguien prediga el inicio de la próxima después de cada publicación de datos que resulta débil.
Teniendo en cuenta todo lo dicho sobre el envejecimiento del ciclo económico que algunos dan a punto del colapso, la recesión parece a la vuelta de la esquina. Por desgracia, muchos inversores han prestado atención a las advertencias fatalistas y en gran medida se han quedado fuera de las bolsas estadounidenses durante los últimos seis años.
Sin embargo, Swanson estima que los hechos cuentan otra historia: los ciclos económicos no ocurren de repente o mueren sin razón. El crecimiento económico depende del número de personas que trabajan, su capacidad productiva y la capacidad del sistema para pagarles por su trabajo. Las últimas 15 recesiones fueron provocadas por una causa que terminó por robar a los consumidores sus trabajos o su poder adquisitivo. Los culpables más comunes han sido el aumento de los tipos de interés, el exceso de inventarios o los exorbitantes costes de vida (especialmente de la energía).
Permanecer al margen
MFS espera que en el año 2016 la recesión se limite a ciertas industrias y en ciertas economías nacionales. Pero los grandes jugadores en el campo mundial -Estados Unidos, China, la eurozona y Japón- seguirán beneficiándose del menor precio del petróleo. El resultado neto sería un mayor poder adquisitivo de las tres cuartas partes de los consumidores del mundo. Para los inversores que hasta ahora se han mantenido al margen, esta podría ser una buena señal para entrar en el juego.