Después de haberse reducido durante octubre, noviembre trajo una nueva reducción en los flujos de los portafolios globales hacia los activos de mercados emergentes, aunque éstos siguen en terreno positivo.
Según un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), los activos de mercados emergentes atrajeron alrededor de 15.600 millones de dólares en el undécimo mes del año.
“Una fuerte devaluación en las divisas emergentes, y la expectativa de un ciclo de endurecimiento monetario más temprano de lo anticipado en la Fed afectaron la dinámica de flujos”, escribió el economista de la entidad, Jonathan Fortun.
A esto se suma que la última porción del mes también vivió un debilitamiento de los flujos, “debido a los crecientes temores por una nueva variante del virus”.
En este escenario, Fortun prevé que los inversionistas sean más selectivos y sensibles al riesgo, hacia delante.
A nivel global, la dinámica inflacionaria le está “forzando la mano” a las autoridades. Según el IIF, los flujos a bonos empezaron a disminuir en noviembre, con 12 de los 20 principales bancos centrales emergentes han endurecido la política monetaria desde mayo.
Durante noviembre, la deuda emergente atrajo sólo 6.300 millones de dólares en flujos de entrada. De ese total, 4.200 millones de dólares corresponden a flujos a deuda china.
En el caso de la renta variable, los flujos netos sumaron 9.200 millones de dólares para el segmento, de los cuales 5.000 millones de dólares fueron destinados a activos de renta variable de China.
“A nivel geográfico, nuestros datos muestran ganancias en Asia emergente (con flujos de entrada de alrededor de 10.900 millones de dólares), con sólo ganancias marginales en América Latina y Europa emergente”, escribió Fortun, agregando que África y el Medio Oriente registraron flujos de salida de 4.300 millones de dólares en noviembre.