Los flujos de capitales de no residentes en los países emergentes han registrado un volumen de salidas récord durante el mes de marzo de 83.300 millones de dólares, 14.400 millones de los cuales corresponden a la región latinoamericana, según los datos del IIF (Institute of International Finance por sus siglas en ingles).
Martin Castellano, Head of LatAm Research de IIF, confirma en declaraciones exclusivas a Funds Society que “ los flujos de capitales de no residentes a Latinoamérica reflejan lo que sucede en el resto de los países emergentes: una salida de capitales abrupta mucho más pronunciada que en los episodios de estrés que se vivieron en el pasado como la crisis financiera global de 2008-2009”.
Para los activos de renta fija en la región, marzo ha sido el primer mes con un comportamiento negativo con un volumen de -4.400 millones de dólares de salidas. Sin embargo, los activos de renta variable llevan registrando salidas de forma continuada desde agosto 2019 acentuándose esta tendencia durante el primer trimestre del año y especialmente durante el mes de marzo con un registro de -10.000 millones de dólares de salidas.
Sin embargo, Castellano puntualiza que el comportamiento difiere mucho por país. “Por ejemplo, en Brasil hemos visto salidas muy marcadas, casi sin precedentes, en el mercado accionario desde el comienzo del choque externo. Mientras tanto, en México vemos que ha sido el mercado de deuda el que sufrió más la salida de capital foráneo, principalmente en el mes de marzo”.
En línea con los principales bancos centrales y gobiernos del mundo, en Latinoamérica se han tomado medidas similares con el objetivo de inyectar liquidez en los diferentes mercados y minimizar el impacto del COVID-19 en las economías. Castellano valora estas medidas de forma muy positiva, porque les “permiten posicionar mejor a la economía para que la recuperación sea más rápida y robusta una vez transcurrido el choque”. No obstante, el experto alerta que la situación de las finanzas públicas es peor que en crisis previas y que este será unos de los principales desafíos a los que deberán enfrentarse.
A futuro, el experto se muestra convencido que los flujos de capitales de no residentes retornaran al cono sur en busca de un mayor apetito por riesgo “lo cual va a generar oportunidades para la región teniendo en cuenta que se va a seguir necesitando capital para crecer y el potencial es enorme”, confirma.
Sin embargo, será precisamente la reacción de los distintos gobiernos en materia económica la que jugará un papel determinante a la hora de decidir el destino de los flujos de no residentes. “Seguramente veamos una mayor diferenciación y un mayor foco en fundamentos que beneficiará a aquellas economías que hayan hecho un buen manejo de la crisis. Considero que la evaluación de la calidad de la política económica va a tomar una mayor relevancia a la hora de decidir en qué lugar invertir”, concluye el experto.