Históricamente la inversión en rentabilidad por dividendos ha registrado buenos resultados en la mayoría de condiciones económicas. Según William Davies, responsable de Renta Variable de Threadneedle, nos encontramos en un ciclo de crecimiento lento, un entorno que considera favorable para su estrategia de Global Equity Income.
Y es que según expuso el experto durante su participación en un evento organizado por Citywire en Miami, “la renta variable sigue ofreciendo un retorno más atractivo si lo comparamos con la rentabilidad de los bonos de gobierno, el crédito e incluso la deuda de mercados emergentes”, que no espera registren ningún crecimiento, mientras que el crecimiento esperado de la rentabilidad por dividendo se encuentra entre el 5% y el 10%.
Con un enfoque global y una cartera diversificada, su filosofía pasa por identificar compañías que paguen dividendos sostenibles por encima del 4%, ofrezcan un crecimiento atractivo y cuenten con balances robustos. “Creemos que los dividendos son una señal poco valorada de la calidad de una inversión”, asegura Davies.
La estrategia se lanzó en junio de 2007 y cuenta con más de 750 millones de dólares en activos bajo gestión, con un rendimiento medio desde su lanzamiento del 5-6%.
Cada año, los equipos de renta variable de Threadneedle realizan aproximadamente 3,800 visitas a compañías. A la hora de analizarlas, el primer paso es examinar el crecimiento esperado de los beneficios y los dividendos, que en ambos casos debe ser del 5% anual. Su análisis combina aspectos cualitativos con un enfoque fundamental tradicional.
Durante las reuniones con los equipos de gestión de las compañías, el objetivo es entender la estrategia y decisiones de los directivos, para estar seguros de que éstas crean valor para el accionista.
La cartera, que tiene entre 75 y 95 posiciones, se construye invirtiendo en las mejores ideas “bottom up” a nivel global. Tratan de evitar el sesgo defensivo de la inversión en dividendos, con un portafolio balanceado y diversificado, invirtiendo en diferentes fuentes de ingresos. Estas fuentes son “Compounders”, compañías con crecimiento estable y fuerte generación de flujos de caja, “Assets”, con nivel de activos financieros o fijos, “Secular Growers”, firmas con un elevado potencial de crecimiento, y por último, “Cyclicals”, compañías cíclicas más sensibles a las ciclos económicos.
“Construimos carteras con un enfoque bottom-up, y no siguiendo una visión macroeconómica. El riesgo lo gestionamos mediante la diversificación por título, sector y región y a través de diferentes fuentes de ingreso balanceadas dentro de la cartera ”, concluye el experto.