Los dividendos globales se desplomaron una quinta parte en el segundo trimestre. De acuerdo con el último Global Dividend Index de Janus Henderson, los repartos totales de dividendos se redujeron en 108.100 millones de dólares, hasta los 382.200 millones, el menor total en un segundo trimestre desde 2012.
La caída en tasa general del 22,0% se correspondió con una reducción del 19,3% en términos subyacentes y fue claramente el mayor descenso trimestral al menos desde la crisis financiera global. Más de una cuarta parte (27%) de las empresas redujeron sus dividendos en el segundo trimestre y más de la mitad de este grupo los canceló totalmente. El índice de pagos de dividendos globales de Janus Henderson cayó a 182,2, nivel que no se registraba desde el segundo trimestre de 2018. Y, según indican desde la gestora, va a seguir descendiendo a medida que avance el año.
Los dividendos se redujeron en todas las regiones del mundo, a excepción de Norteamérica, gracias especialmente a la solidez de las empresas canadienses. Hubo grandes diferencias por países y sectores. Las regiones más afectadas fueron Europa y el Reino Unido, cuyos pagos de dividendos se redujeron alrededor de un 40,0% en términos subyacentes. El trimestre fue especialmente difícil en Francia, el país de Europa con más pagos de dividendos, cuyo total marcó su nivel más bajo al menos en una década, aunque parte de los ingresos no pagados en Francia se restituirán a finales de 2020. En el otro lado de la escala europea, los pagos de dividendos en Suiza apenas variaron con respecto al año anterior. En Asia, Australia sufrió el mayor impacto y seguirá notando el efecto en el tercer y cuarto trimestre, mientras que Japón permaneció relativamente aislado.
Según la valoración de la gestora, las tendencias sectoriales mostraron la resistencia a los recortes de los dividendos de los sectores de salud y comunicaciones, mientras que los de finanzas y consumo discrecional fueron especialmente vulnerables.
Nuevas perspectivas
Dadas las cifras del segundo trimestre, Janus Henderson ha revisado su mejor y peor escenario de previsiones para 2020. El equipo acertó en sus expectativas sobre qué dividendos se reducirían y cuáles eran seguros, pero ahora resulta más claro cómo se comportarán las empresas cuyos pagos Janus Henderson consideraba “vulnerables”. Ello implica que la horquilla que refleja las previsiones de reparto de dividendos se ha reducido frente a la elaborada hace tres meses en un contexto de mucha mayor incertidumbre, cuando pronosticaba una caída en tasa subyacente de las distribuciones de entre un -15,0% y un -35,0%.
En el mejor de los casos, Janus Henderson prevé una caída de los dividendos del 19% en 2020 en términos subyacentes, lo que equivale a un descenso del 17% en términos generales, con un total en el mejor escenario de 1,18 billones de dólares. En el peor de los casos, Janus Henderson espera una caída en términos subyacentes del 25%, lo que equivale a un descenso en tasa general del 23,0%. Esto provocaría unos pagos globales totales de 1,10 billones de dólares. Esto no solo implica una reducción de la incertidumbre, sino también una mejora de dos puntos porcentuales de la estimación media. Aun así, 2020 será el peor año al menos desde la crisis financiera global.
“La disminución en los dividendos no resulta sorprendente a la luz de la coyuntura de mercado actual. En concreto, España registró uno de los mayores descensos en el segundo trimestre, con una caída de la tasa de crecimiento general del 70,3%. Sin embargo, no todos los países y sectores se vieron afectados de igual manera. Los dividendos de algunos sectores, como los del sector salud y comunicaciones, demostraron su resistencia. Ello recuerda a los inversores la importancia de una gestión activa y de adoptar un enfoque global, lo que permite a los gestores activos identificar las mejores oportunidades de inversión incluso cuando el contexto de mercado no resulta propicio”, señala Martina Álvarez, directora de ventas para Iberia.
Valoración de los datos
Por su parte, Jane Shoemake, directora de inversiones de Global Equity Income, considera que la mayoría de las empresas europeas reparten dividendos una sola vez al año, en el segundo trimestre, por lo que la cancelación del dividendo tiene un enorme y desproporcionado impacto en el total anual, pero también implica que en 2021 pueda existir un posible repunte en Europa. En cuanto al Reino Unido, la subida será menor, ya que varias empresas, como los gigantes petroleros Shell y BP, han aprovechado la oportunidad para reajustar los dividendos a un nivel más bajo.
“Aquí es donde se observan más claramente las ventajas de un enfoque de inversión orientado a ingresos diversificado a nivel global. Algunos pagos simplemente se aplazaron, mientras que otros ya hemos visto que están retornando, aunque con un alto grado de incertidumbre. Algunos de los que han sido aplazados se pagarán íntegramente, algunos se pagarán aunque reducidos y otros serán cancelados totalmente”, añade.
Según su valoración, el gran interrogante es qué sucederá en EE. UU. y Canadá en el cuarto trimestre, cuando las empresas realicen el reajuste anual de dividendos. Según sostiene, de momento, todo apunta a que los recortes en Norteamérica serán menos duros que en Europa, el Reino Unido y Australia, gracias a unas ratios de pago de dividendos bajo y a la capacidad de las empresas de amortiguar gran parte del shock al reducir o cancelar las recompras de acciones.
“Seguimos creyendo que Japón, Asia y algunos mercados emergentes se verán menos gravemente afectados, pero también es probable que tarden más en reaccionar, lo que lastrará el crecimiento en 2021. A pesar de los recortes observados hasta la fecha, seguimos esperando que los dividendos superen el billón de dólares este año y el próximo. Una interrupción temporal de los dividendos no modifica el valor fundamental de una compañía, aunque puede afectar a la confianza a corto plazo, y demuestra la importancia para los inversores de rentas periódicas de estar diversificados tanto geográficamente como sectorialmente”, concluye.