Los costes burocráticos –barreras arancelarias y no arancelarias– relacionados con el Brexit tendrán un coste de 37.000 millones de euros para el bloque de países exportadores de la UE-27 y de 32.000 millones para el Reino Unido, según los datos proporcionados por Oliver Wyman. Según un informe de la consultora, proporcionalmente, el coste en relación al valor añadido bruto será cuatro veces mayor para Reino Unido.
El informe también estima que un acuerdo fronterizo equivalente a la Unión Aduanera reduciría este impacto hasta los 17.000 millones de euros para la UE-27 y hasta los 21.000 millones para Reino Unido. «En el contexto británico, el impacto de volver a los acuerdos de WTO será muy diferente en cada uno de las regiones que conforman el Reino Unido y dependiendo del sector. Dado que las empresas de servicios financieros tendrán, con diferencia, un mayor impacto, Londres sufrirá el mayor efecto directo, equivalente al 2,5% de su GVA (valor agregado bruto), lo que representa aproximadamente el 40% del total nacional. El impacto en otras regiones será, aproximadamente, entre el 0,9 y el 2,4%, en función de la tipología de los sectores a nivel local. Por ejemplo, automóviles, productos químicos y plásticos en el noreste del país y el sector aeroespacial en la región de Gales», explica el informe en sus conclusiones.
En el conjunto europeo, dado que la UE gestiona a menudo exportaciones al Reino Unido, el coste absoluto de las nuevas barreras comerciales para las empresas establecidas en los diferentes países de la UE se estima que sea mayor que el impacto directo en el Reino Unido. Se trata de una proporción menor de GVA respecto a los costes británicos. «Los gastos directos del Brexit en Europa se concentran en algunos sectores específicos. Destacan los sectores vinculados con el automóvil, la agricultura, los alimentos y las bebidas, los productos químicos y plásticos, los bienes de consumo y los elementos industriales. Estos sectores sufrirán un 75% de los efectos, a pesar de que representan sólo el 23% de la producción económica de la Unión Europea», matiza el estudio de la gestora.
Desde Oliver Wyman indican que la mitigación de los costes del Brexit es una tarea ardua que las compañías afectadas han de abordar cuanto antes. «Las empresas pequeñas tendrían menor capacidad para mitigar los costes y, como consecuencia, existirían riesgos para su cadena de suministro», matizan.
El 70% del impacto agregado afectará principalmente a cinco sectores y no se dará igual en todas las regiones. Respecto a la campacidad de las empresas europeas de mitigar el impacto que supondrán las nuevas barreras comerciales, también variará según el tipo de sector. El infomre señala, en cambio, que las firmas europeas se encuentran en una mejor posición para afrontar este nuevo contexto y el incremento de los cotes. «Esto se debe a que una mayor proporción de sus exportaciones son bienes y no servicios. Además, tienen una gama más amplia de proveedores alternativos para elegir dentro del espacio europeo. Las diferencias en cuanto al nivel de los países serán pronunciadas. En Irlanda, por ejemplo, la exposición del sector agrícola para los consumidores del Reino Unido es un punto muy relevante», apunta como ejemplo el informe de Oliver Wyman.