Aunque, tradicionalmente, los fondos globales con objetivo de generación de rentas mantenían una exposición limitada a Asia, la situación ha cambiado en los últimos años. Como explican desde Kames Capital, Asia continúa fortaleciendo su presencia en los índices mundiales como reflejo del hecho de que la mayoría de la población mundial vive en ese continente y de que las economías asiáticas crecen a un ritmo superior al del resto del mundo.
Además, las empresas asiáticas son ahora más líquidas y están distribuyendo más liquidez entre sus accionistas, lo que las hace más adecuadas para los fondos de rentas. Según Robin Black, gestor adjunto del Kames Global Equity Income Fund, con un 2,6%, la región de Asia Pacífico ofrece una rentabilidad por dividendo más alta que la media mundial, del 2,4%, y muy superior al 1,9% que ofrece el mercado estadounidense.
“Y no solo es que las rentabilidades sean superiores sino que, además, los dividendos están creciendo más rápidamente, lo que se debe en parte a un cambio de actitud pero también refleja la capacidad de generación de caja de algunas de las empresas de mayor éxito de Asia”, añade.
Black se centra en identificar empresas rentables con balances solventes y flujos de caja sostenibles que se muestren dispuestas a distribuir la liquidez adicional entre sus accionistas. “El fondo ya está más invertido en Asia (excluido Japón) que en Europa (excluido Reino Unido) y es inevitable que la región siga ganando importancia entre los inversores con objetivo de generación de rentas”, afirma.
Según Black, estos son los cinco valores asiáticos que ofrecen las rentabilidades más atractivas que las del mercado estadounidense.
- TSMC: “El gigante tecnológico taiwanés, que lleva en cartera desde que lanzamos el fondo hace más de cinco años, es líder mundial en la fabricación de semiconductores. La empresa está expuesta a diversos sectores de crecimiento como la inteligencia artificial, el almacenamiento de datos o las criptomonedas, que representan sólidos factores de impulso para su negocio. El liderazgo tecnológico de TSMC en comparación con su competencia es indiscutible: fabrican más semiconductores, de forma más consistente y con mayor precisión que nadie; por eso son el proveedor principal de empresas como Apple”, explica.
- Macquarie Group: según Black, “una de las características más interesantes de la australiana Macquarie es cómo ha reorientado su modelo de negocio. Nunca habríamos invertido en una empresa como Macquarie hace diez años, ya que el valor era demasiado cíclico y se movía al ritmo de factores externos. En la actualidad, la mayor parte de su negocio sigue un modelo de anualidades (por ejemplo, tienen una fuerte presencia en infraestructuras), por lo que los beneficios de la empresa son mucho más estables”.
- PTT: El conglomerado petrolero tailandés PTT es una posición menos habitual en un fondo de rentas global. “Se considera una empresa estrechamente vinculada al gobierno, algo que puede ser un arma de doble filo. No obstante, el descuento que le atribuyó el mercado por este motivo resultaba desproporcionado, lo que nos permitió explotar las anomalías en la valoración. Nos gusta su modelo integrado, ya que se dedica a la extracción de gas y petróleo pero también al refinado y la producción de petroquímicos, y además comercializa los productos”, sostiene.
- Anta: Black valora que la empresa china de ropa de deporte Anta ofrece una buena vía de acceso. “En un país que ha tardado en desarrollar marcas nacionales creíbles de alcance mundial, resulta refrescante ver que empresas como Anta le están plantando cara a gigantes como Nike o Adidas con gran éxito, lo que les ha permitido duplicar su dividendo en los dos últimos años”, añade.
- DBS: “El banco singapurense DBS se considera una de las entidades financieras más seguras y estables de la región: está bien capitalizado, cuenta con numerosas fuentes de ingresos y distribuye un 50% de sus beneficios entre sus accionistas. A menudo, la clave para invertir en Asia está en evitar las trampas por lo que, aunque la cartera de préstamos de DBS crece a un ritmo más lento que las de los bancos de China, la India y el sudeste asiático, nosotros lo consideramos algo positivo”, argumenta en último lugar.