Ya han pasado diez años de la fatídica crisis financiera, que supuso un aluvión de nueva legislación y un cambio en la forma de percibir el riesgo por parte de los inversores. Comparando aquel mercado de 2007 con el actual, llama la atención la discreta volatilidad que viven actualmente los mercados financieros.
Estamos ante una coyuntura que podría tildarse de tibia y que está caracterizada por un mejor crecimiento exento de presión sobre los precios. Una situación que arrastra una sorpresa, según Toby Nangle, codirector global de Asignación de Activos y director de Multiactivos EMEA de Columbia Threadneedle, y Maya Bhandari, gestora de Carteras Multiactivos de Columbia Threadneedle.
“Aunque esta situación puede ser benigna a todas luces, la valoración de muchas clases de activos parece haber agotado su recorrido, por no hablar de las primas de plazo negativas en la renta fija, lo que provoca un aumento de los riesgos potenciales. Entre los riesgos que se vislumbran en el horizonte se encuentra la geopolítica, el cambio en la dirección de los bancos centrales, las turbulencias ocasionadas por la reducción gradual de los estímulos monetarios, el dólar y los mercados emergentes”, advierten en su último informe.
En su opinión, el riesgo político sigue siendo elevado en Estados Unidos, pero también arrecia en Japón, donde las encuestas indican que el primer ministro Shinzo Abe está perdiendo popularidad entre los votantes nipones. “Este país asiático acoge una asignación prioritaria de renta variable en los fondos que gestionamos, y por eso nos preocupa la posibilidad de que Abe pierda su puesto. Sin embargo, al menos por el momento, el pánico parece haber quedado atrás. Según nuestro escenario base, Abe sobrevivirá a este brote de pánico y se mantendrá la estabilidad política, al menos hasta 2021”, afirman.
Los bancos centrales
Otro de los riesgos que claramente observan estos dos expertos es un cambio en la dirección de los bancos centrales, que podría poner en aprietos a la política monetaria expansiva que en los últimos años ha apuntalado los activos de riesgo. En su opinión, esto hace peligrar el entorno de tipos más bajos durante más tiempo; un cambio de rumbo que podría venir por el relevo en la dirección de las principales instituciones bancarias: el Banco Central Europeo, la Fed y el Banco de Japón.
La supuesta reducción gradual de los programas expansivos supondría la ralentización de la recompra de acciones de forma acusada. “La renta variable puede encontrarse en una situación precaria, aunque hemos observado que su precio incluye una mayor prima de riesgo que otros valores similares de la deuda corporativa”, señalan estos expertos de Columbia Threadneedle
Mercados emergentes
Nangle y Bhandari también han analizado los mercados emergentes –sin contar con Asia–, donde la gestora mantiene una posición neutral. “Observamos que los países más castigados por las perturbaciones derivadas de la retirada gradual de estímulos de 2013, como Brasil, México, Rusia y Sudáfrica, han llevado a cabo una serie de reformas de calado que han desembocado en un crecimiento de mayor calidad”, afirma.
En su opinión, el foco de mayor debilidad del grupo de países emergentes es Sudáfrica, donde “un deslucido crecimiento, el aumento del riesgo político y los bajos tipos de interés reales limitan el margen para acometer estímulos de índole política”, apuntan. Mientras tanto, la endeblez de México por los comicios de Estados Unidos supuso una oportunidad para entrar en empresas bien asentadas, en un entorno de magníficas previsiones de consumo que podrían verse respaldadas por una política de expansión cuantitativa conforme va retrocediendo la inflación. En su opinión, “la confianza empresarial azteca es positiva pese a la evolución de la política comercial de Estados Unidos y el calendario de subidas de tipos adicionales en el gigante norteamericano”.
Al tener en cuenta todos estos factores mencionados, Nangle y Bhandari han dejado intacta la asignación de activos general en el mes de septiembre. “Sin embargo, nuestro equipo de renta variable mundial ha revisado tres sectores a la baja: los valores industriales y financieros han pasado de una posición de preferencia a una neutral, mientras que la tecnología ha pasado de una posición de gran preferencia a una de preferencia. Nuestro optimismo se mantiene en los valores tecnológicos, pero las valoraciones fueron de tal calibre que vimos prudente recortar nuestra exposición al sector”, afirman.