Con más de la mitad del año ya superado, los inversores se enfrentan a un escenario donde las tensiones políticas han vuelto y donde el mercado vive pendiente de la reducción de las políticas expansivas de los bancos centrales. Estos son dos de los aspectos que marcarán lo que queda del año, pero no serán los únicos. La inflación, el crédito o la evolución de las rentas globales son frentes que los inversores deben tener en cuenta.
Estas y otras tendencias serán las que imperen en lo que queda de 2017, según los expertos en inversión de Loomis Sayles, filial de Natixis Global Asset Management. Uno de los temas más actuales es justamente la evolución de la inflación y la revisión a la baja que ha sufrido en Estados Unidos y Europa. Según Laura Sarlo, analista senior de deuda soberana de Loomis Sayles, la inflación general se mantiene por debajo de las metas de los bancos centrales.
“La caída de los precios de las materias primas provocó la caída global de los precios de los bienes, arrastrando a la inflación general. Ahora que en su mayoria se ha superado esta presión, los precios de los servicios impulsados por los salarios deberían ser el principal impulsor de la inflación general. El tímido crecimiento en muchas economías desarrolladas parece relacionarse con cierta inactividad en los mercados laborales. Los cambios estructurales en la industria y el aumento en el uso de contratos temporales y por horas atenúa el crecimiento de los salarios”, explica.
Mientras la banca espera a que la inflación llegue a un nivel óptimo, sigue debatiendo qué hacer con su plan de estímulo, que está previsto sea retirado poco a poco, tanto por el BCE como por la Fed. Esta vuelta a la normalidad, mejoraría el interés que despiertas algunos activos, como las hipotecas.
Según Harms, gestor de carteras del equipo de Retorno Relativo de la gestora, “si la Reserva Federal empieza a reducir su balance durante este año, las valoraciones de agencia de las hipotecas podrían mejorar lo suficiente como para atraer de nuevo a los inversionistas que se centran en renta fija, en especial aquellos con posiciones subponderadas. Dependiendo de lo que pase con los precios, las agencias podrían atraer y alejar a algunos inversionistas de los bonos del tesoro estadounidense”.
Renta variable
El panorama es diferente para la renta variable, que pese a los riesgos políticos sigue desempeñando un buen comportamiento este año. “El dólar estadounidense se ha cotizado en un amplio intervalo de negociación en los últimos trimestres después de un largo periodo de fortaleza. Este ha sido un factor de apoyo para el desempeño de los mercados globales de renta variable en Europa, Japón y mercados emergentes”, apunta Richard Skaggs, estratega senior de renta variable de la firma.
En su opinión, la tecnología ha sido un sector con resultados destacables y otorga un apoyo esencial al rendimiento de la renta variable en la región Pacífico, incluyendo a China. “Aunque puede que la previsión de ganancias para el segundo semestre del año no sea tan sólida como en el primer semestre,las ganancias globales se revisan moderadamente al alza, lo que respalda una perspectiva constructiva para la renta variable”, añade.
Entre los aspectos a vigilar que estos expertos de Loomis Sayles vislumbran en el horizonte destaca la evolución política de Estados Unidos y China. Respecto a esta última, Celeste Tay, analista senior de deuda soberana, no espera que “los niveles de deuda en China disminuyan en poco tiempo”.
Tay considera que, a corto plazo, el proceso de mejora industrial de China promoverá aún más los niveles de deuda, mientras que el aumento de la productividad requiere tiempo para hacerse realidad. “En general, el potencial de crecimiento de China va a seguir disminuyendo en los próximos años. Es probable que las antiguas industrias aguanten hasta ser liquidadas con el tiempo, mientras que nuevos sectores como la manufactura de lujo, robótica y atención sanitaria deberían ser competitivas, pero no lo suficiente para aumentar el crecimiento general del PIB”.