Con la guerra, realizar predicciones económicas se ha convertido en una práctica aún más compleja que antes. A la incertidumbre de la pandemia se suma el problema geopolítico de Ucrania y Rusia, dejando un escenario más complicado. “En estos momentos es cuando los clientes perciben más valor. Aspiramos a proteger sus ahorros y otorgarles tranquilidad suficiente”, ha destacado Fernando Ibáñez, presidente de Aseafi, en el encuentro “ASEAFI Review”.
Fernando Fernández Bravo, senior relationship manager Invesco, también opina que el nivel de incertidumbre es complicado, pero añade que veníamos con vientos a favor después de las políticas monetarias y fiscales y eso ayudará a que el crecimiento económico siga. “Si bien es cierto que la inflación es un problema y veremos qué harán los bancos centrales y cómo afectará la guerra”, advierte.
Precisamente, una de las claves a las que habrá que estar más pendientes en este 2022 será el endurecimiento de la política monetaria. “La Fed va a subir los tipos para contener una inflación que tiene su origen en los problemas del COVID-19, en roturas de stocks y cuellos de botella”, y prevé que en julio comencemos a apreciar una bajada de los precios.
A esa idea se suma Alejandro Domecq, Associate Director M&G Investments, aunque matiza que “los bancos centrales tienen una tarea difícil: subir tipos mientras los salarios no han subido al mismo ritmo que la inflación (7%), sino que se han mantenido”, y recomienda dirigir la mirada hacia “sectores cíclicos y más resilientes, más ligados a la energía”.
Por su parte, Lorena Martínez-Olivares, Executive Director, directora comercial de JPMorgan AM, se muestra moderadamente optimista, pero llama a la cautela: “La base macroeconómica es sólida. Hay ciertas incógnitas, pero debemos tener cuidado con el pánico. La historia nos demuestra que eventos como la guerra de Ucrania se corrigen en breves periodos de tiempo”.
En la misma línea, David Cano, socio director de Afi Inversiones Globales SGIIC, considera que el diagnóstico de la economía mundial es razonablemente satisfactorio, y afirma que “el PIB está en zona de máximos. A nivel agregado todo ese PIB se ha recuperado. Es un diagnóstico favorable, una vez más, con diferencias por áreas geográficas. Aquí estamos más afectados en la recuperación por la guerra de Ucrania que Estados Unidos”. El experto de Afi concluyó su intervención con las siguientes claves para entender el panorama financiero en este ejercicio: “longevidad, descarbonización y aumento del gasto militar”.
Posicionamiento ante la incertidumbre
Los ponentes también profundizaron sobre las diferentes claves macroeconómicas. Para Domecq, “es importante la generación de rentas dentro de renta fija, con bonos high yield de baja duración, y en renta variable con inversiones temáticas en infraestructuras cotizadas, como aeropuertos, compañías de servicios públicos, torres de comunicación y centros de datos. La transición sostenible y digital va a necesitar una infraestructura detrás”.
Por su parte, Martínez-Olivares pone el foco sobre activos que sean globales, multiactivos y generadores de renta porque “el mercado español de ahorro es rentista”. En este sentido, recomienda “invertir en una cartera diversificada por activos, sectores y regiones, en activos que sean sostenibles en el tiempo. Vamos a ser muy proactivos en modificar los rangos para que tengan sentido en cada momento del año. Vamos a tener high yield, titulaciones del mercado americano y crédito”.
Además, Fernández Bravo enfatiza su apuesta por la “renta variable europea con un cambio de compañías value a growth. En Europa nos vamos a centrar más en el value, telecomunicaciones y utilities, también en sectores puramente value como financiero, energías y materiales, que en el actual entorno geopolítico se pueden ver beneficiados. Sin embargo, estamos infraponderados en consumo, lujo y tecnología”.
Finalmente, Javier García Teso, Fund Manager Intermoney Gestion SGIIC, presentó su estrategia con especial énfasis en renta fija, con cuatro pilares: duración agregada muy baja para proteger al inversor de la subida de interés, Barbell, sobreponderación de la liquidez y una selección de bonos basada en un análisis fundamental. «Los bonos corporativos son el ejemplo claro. No vale cualquier caso. Hay tramos de deuda más apetecibles que otros porque no van a tener los vaivenes de volatilidad y con una rentabilidad esperada mayores que la inversión en renta fija tradicional”.