El incremento de deuda relacionada al COVID-19, unido a los altos niveles de contagio de la región y las importantes reformas estructurales debatidas por actores políticos en Latinoamérica hacen que el futuro de la región se enfrente a ciertos desafíos. No obstante, desde Credicorp Capital subrayan que, a pesar de que el horizonte se mantiene volátil, aún ven atractivas oportunidades de inversión.
Darío Valdizán, director de Buy Side Research, Renta Fija, Renta Variable y Soberanos en Credicorp Capital y autor del informe, destaca que la continua recuperación en China, en combinación con la debilidad del dólar, ha incrementado los precios de las materias primas. Esto, a su vez, ha beneficiado a las monedas latinoamericanas. Sin embargo, recuerda que es necesario ser muy selectivos debido a la incertidumbre relacionada a niveles de deuda y dinámica fiscal.
Crecimiento de China y materias primas
En cuanto a la inversión en activos fijos, la gestora espera que, aquellas relacionadas al crecimiento en China, sean el soporte de una creciente demanda de cobre y mineral de hierro, favoreciendo a países como Chile y Perú. Por el lado de la demanda interna, la combinación de un despliegue más eficiente de los programas de apoyo del gobierno en Brasil y una mayor penetración del comercio electrónico, será un soporte a los productos de consumo básico.
Por otro lado, el fin de la primera ola de contagios ha comenzado ya en la región, favoreciendo un aumento en la movilización y en la recuperación de las economías. No obstante, la posibilidad de una segunda ola de la pandemia sigue siendo una preocupación.
Análisis de deuda soberana y corporativa
Del mismo modo, el informe advierte que se producirá un deterioro en las métricas crediticias de los bonos soberanos de América Latina, no obstante, descartan que pierdan su Grado de Inversión (GI) a excepción de México y Colombia. Para estos dos países, el estudio prevé que la pierdan en los próximos 18 meses.
“Por el lado de la deuda corporativa, las compañías Latinoamericanas estaban mejor preparadas para afrontar la crisis con niveles de endeudamiento bajos y balances sólidos. En la actualidad, los spreads corporativos en Latinoamérica son más atractivos que los de Estados Unidos u otros mercados emergentes” explica el informe. En este sentido, creen que los activos latinoamericanos ofrecen una propuesta de riesgo-retorno atractiva.
Un mundo con tasas bajas
No obstante, el informe destaca que el golpe económico resultante de la crisis causada por el COVID-19 llevará a un mundo que opera con tasas de interés reales más bajas, impulsando precios más altos de los activos. La eficacia de los programas de transferencia de ingresos y el incremento en el gasto público para mitigar el cierre repentino de la actividad económica refuerza la tesis de que estos instrumentos serán utilizados para alargar los ciclos económicos.
“En América Latina, hasta ahora, solo Brasil va por ese camino. En las otras economías, principalmente Perú, la crisis ha sacado a relucir ineficiencias estructurales que limitan la capacidad del gobierno de identificar y alcanzar a la población más vulnerable. Por lo tanto, se hace evidente la necesidad de inversión en infraestructura digital, sanitaria y pública si se quiere materializar el PIB potencial”, explica Valdizán.
Por un lado, los andinos (Chile, Colombia y Perú) encuentran apoyo en la recuperación de la demanda externa impulsada por el estímulo de China, lo que implicaría mejores resultados en sectores de materia prima y manufactura. Por otro lado, las grandes economías (Brasil y México) se suman a las plataformas de comercio online, minoristas, financieras, inmobiliario industrial y exportadoras. En este escenario desde la gestora subrayan oportunidades atractivas en una combinación de sectores relacionados a la exportación y nombres de consumo con plataformas tecnológicas sólidas.
“Respecto a la renta fija, todavía vemos los spreads corporativos de América Latina más atractivos en comparación con Estados Unidos u otros mercados emergentes, incluso considerando la rápida recuperación de 880pbs versus el pico en marzo. Adicionalmente, la mayoría de las empresas latinoamericanas estaban bien preparadas para la crisis, con menores niveles de apalancamiento y mayores niveles de solvencia en comparación a la crisis anterior”, asegura el informe. En este sentido, desde la firma prefieren elegir nombres en la industria de consumo no discrecional y los servicios públicos por su resiliencia durante la crisis.
Así, en una región donde la incertidumbre es constante, la gestora aboga por un proceso de inversión disciplinado con una investigación paciente y enfocada en las bases. “El COVID-19 está retrocediendo, la ansiedad ha exacerbado las reformas populistas, pero no ha descarrilado la región, ni creemos que lo hará. Nos alientan ciertas tendencias que se pueden ver en sectores con crecimiento secular y empresas con balances saludables”, concluye el informe.