Solo el 1% del agua del mundo está disponible para uso humano, lo que la convierte en un recurso muy valioso y cuya gestión puede presentar importantes oportunidades de inversión. Según las gestoras, el agua, sus infraestructuras y las industrias que rodean al agua se han convertido en un campo muy alineado con la inversión impacto y sostenible o dentro de la inversión temática.
Según Morningstar, los fondos de inversión sostenibles se han mostrado resistentes durante la liquidación por la pandemia del coronavirus, con entradas de 40.400 millones de euros el primer trimestre de 2020. Además, según el Global Thematic Funds Landscape de Morningstar de febrero 2020, ante el rápido crecimiento de fondos temáticos es necesario invitar a los inversores a que sean selectivos a la hora de elegir las estrategias en las que invertir.
Credit Suisse habla directamente de la “economía de los océanos” y apunta que está destinada a ser uno de los temas de inversión más relevantes de esta década, al menos, así lo argumenta en el estudio Investors and the Blue Economy. “Además de ser el mayor depósito natural de carbono del planeta, nuestros océanos son una fuente importantísima para el sustento económico de millones de personas. El valor de los océanos como activo a escala global se estima en más de 24 billones de dólares, lo que los convierte en la séptima economía del mundo en términos de PIB”, subraya Marisa Drew, CEO de área de Asesoramiento de Impacto y Finanzas de Credit Suisse.
El informe de Credit Suisse refleja que, si bien el interés mostrado estas inversiones es alto (más de un tercio de los encuestados lo ven como uno de los temas más relevantes de la próxima década), la experiencia en el sector aún es baja. Así, tres de cada cuatro encuestados reconoce no haber valorado el impacto que podrían tener sus inversiones en la evolución de los océanos y el 21% desconoce por completo la exposición y el riesgo al que se ve sometido el océano en lo relativo a las inversiones.
“Resulta paradójico que, a pesar del creciente interés que los inversores han expresado en relación con las oportunidades en este ámbito, los océanos sigan siendo, a día de hoy, uno de los objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas con menos inversión, en especial, desde el punto de vista del capital privado. Creemos que la importancia que tiene este tema de inversión emergente para los inversores aumentará considerablemente en los próximos años”, añade Drew.
A pesar de que la inversión de impacto, en renta fija y en empresas en fases iniciales ya presenta oportunidades, con las asignaciones a acciones cotizadas y activos de infraestructura en el horizonte, los principales obstáculos para los inversores siguen siendo “la falta de proyectos con grado de inversión, la falta de conocimientos internos y, en el caso de los titulares de activos, el hecho de que sus gestores no les ofrezcan proyectos relacionados con estas inversiones”, asegura el informe.
“Existe, por tanto, una necesidad urgente de establecer unas condiciones más propicias para la inversión”, subraya el estudio. Para ello, Credit Suisse destaca alternativas como la creación de proyectos sostenibles con antecedentes de rentabilidad, fomentar las colaboraciones público-privadas (CPP) o escalar la inversión mediante enfoques innovadores de financiación, como la financiación combinada, con el fin de reducir el riesgo.
Un ejemplo de estrategias que se focalizan en el agua es el fondo temático global Pictet Water, de Pictet, que invierte en las industrias del agua (actualmente cerrado a grandes órdenes de compra, manteniendo los reembolsos). Fue la primera estrategia medioambiental de la gestora, antes de que el cambio climático y la escasez de agua se consideraran amenazas globales.
Desde Pictet están muy de acuerdo con la visión que daban desde Morningstar en saber seleccionar no solo los fondos, sino también las empresas. En opinión de Hans Peter Portner, director de inversión temática de Pictet AM y co-gestor de Pictet Water, hay muchas empresas subiéndose al carro temático de la sostenibilidad y los inversores deben discernir sus elecciones. «Las estrategias temáticas, para ser sostenibles y evitar modas de corto plazo, deben estar respaldadas por megatendencias a largo plazo. Los inversores deben invertir en ellas con horizontes de cinco a diez años en lugar de verlos como una solución táctica. Es un enfoque de comprar y mantener”, indica.
En opinión de Thomas Trsan, ESG & Impact Analyst de Vontobel AM, ante la abundancia de posibilidades, los inversores deben centrarse en segmentos distintos. “Aunque vigilar nuestro propio consumo de agua es un primer paso importante, creemos que debemos asignar recursos para resolver el problema. Al invertir en empresas que abordan cuestiones relacionadas con el agua, como la escasez y la contaminación, los inversores pueden no solo cosechar beneficios ambientales y sociales positivos, como permitir a las personas el acceso al agua potable y al saneamiento, sino también beneficios financieros. Hay muchas posibilidades, entre ellas la extracción y el almacenamiento de agua, las infraestructuras hidráulicas y la eficiencia en el uso del agua”, explica.
Los retos del agua
La mayoría de las gestoras coinciden en reconocer la relevancia que tiene la gestión del agua, su preservación y su papel en los retos medioambientales a los que se enfrentan las sociedades. En este sentido, ellas reclaman ser una parte activa de la solución. Según WWF, la mayor organización internacional independiente dedicada a la defensa de la naturaleza y el medio ambiente, solo el 3% de los recursos hídricos mundiales es agua dulce. De esa cantidad, dos tercios o está congelada o no está disponible.
“En el transcurso del último siglo, el uso del agua ha crecido más del doble que la población mundial, y también hemos desarrollado prácticas que han acabado en situaciones como la deforestación, que solo agrava la escasez de suministro. Se estima que en la actualidad, 1.100 millones de personas en todo el mundo carecen de acceso al agua, y 2.700 millones luchan contra la escasez al menos un mes al año”, apunta Trsan con motivo del Día Mundial de los Océanos celebrado ayer.