Los hogares españoles están reduciendo sus posiciones en efectivo y depósitos y llevando su ahorro financiero hacia productos que les ofrezcan una mayor rentabilidad, y en ocasiones que también tienen horizontes de inversión de más largo plazo. Así lo indican los últimos datos del Banco de España, correspondientes a finales del primer trimestre del año, recogidos por la asociación de fondos de inversión y pensiones española, Inverco.
En un contexto en el que los depósitos están lejos de ofrecer las rentabilidades anuales del 4% de hace apenas dos años, y con los tipos de interés en mínimos, las familias han reducido el peso de su ahorro financiero en estos vehículos hasta el 41,5%, un punto porcentual menos que a finales del año pasado y el nivel mínimo desde el año 2009. En los últimos tres meses han sacado de los depósitos 5.412 millones de euros, dejando su saldo por debajo de 800.000 millones de euros.
La exposición a efectivo también ha caído, del 4,5% de finales de diciembre al 4,3% tres meses después, y está en niveles mínimos de al menos los últimos 15 años. La desinversión total neta en depósitos y efectivo rozó los 8.000 millones de euros en el primer trimestre del año. Eso indica que las familias buscan soluciones de inversión y rentabilidad.
¿Dónde las encuentran?
En este contexto, la inversión directa en renta fija y variable es una fuente clara de posiciones de sus activos financieros, y ocupa el 28% de su ahorro, máximos no vistos desde el año 2007. El saldo en renta variable cotizada subió el 12%, dentro de la inversión directa, cuyo saldo aumentó el 7% hasta 535.473 millones de euros. Pero fue sobre todo por el efecto mercado porque, sin embargo, no es ahí donde las familias están dirigiendo sus ahorros, pues en los últimos tres meses han retirado 636 millones de la inversión directa.
Sobre todo, las familias están dirigiéndose a la industria de la gestión de activos: la inversión en fondos y sicav (instituciones de inversión colectiva) ocupa el 8,1% de su ahorro financiero, frente al 7,7% de tres meses antes y en niveles máximos de 2009, es decir, de hace cinco años. De enero a marzo, las familias destinaron 7.080 millones de euros a estos vehículos, según los datos del Banco de España. En concreto, los fondos captaron más de 6.800 millones, con un saldo superior a 135.000 millones, el 7% más que hace tres meses. Hacia las sicavs fluyeron 276 millones, y su saldo se acerca a los 20.000 millones, un 4% por encima del de finales de diciembre de 2013.
Por su parte, la inversión en seguros y planes de pensiones se mantiene estable con respecto a los tres meses anteriores, ocupando el 10,6% y 5,4%, respectivamente, niveles en línea con los de los últimos 15 años, lo que quiere decir que las familias no suelen realizar cambios bruscos en su ahorro de más largo plazo, independientemente de las condiciones de mercado. Aunque retiraron casi 800 millones de fondos pensiones, destinaron a los seguros casi 3.500 millones de su ahorro financiero de enero a marzo. En fondos de pensiones el saldo es de 103.200 millones, el 1% por encima del dato de tres mess antes y en seguros de 201.827, lo que supone un aumento del 2%.
Más ahorro por el efecto mercado
El informe también desvela que las familias españolas tienen más ahorros, pero fundamentalmente porque éstos se revalorizan en los mercados, no porque realmente estén ahorrando más. Así, el ahorro financiero a finales de marzo 2014, ha totalizado 1,91 billones de euros, lo que supone un incremento del 1,6% en el primer trimestre de 2014 (29.744 millones de euros). La totalidad del incremento a nivel global del saldo de activos financieros de las familias correspondió a la revalorización de sus carteras, que compensó con holgura las ventas producidas en el primer trimestre de 2014 de casi 8.300 millones de euros.
El ahorro financiero neto de las familias (activos-pasivos) alcanzó un nuevo máximo histórico, y se situó en 1,07 billones de euros, lo que supone un incremento del 4% sólo en los tres primeros meses de 2014. A ello ha contribuido tanto el ya mencionado aumento de valor de los activos financieros como la disminución de 11.248 millones de euros experimentada por los pasivos financieros, que mantienen un ritmo de contracción interanual cercano al 6%. En marzo 2014, el volumen de pasivos de las familias españolas se situaba en el 81,7% del PIB (muy inferior al registrado a finales de 2006).
En términos porcentuales sobre PIB, el ahorro financiero neto de las familias españolas alcanza el 104,9%, frente al 102,2% en el año 2006 y 68,5% en 2008, por lo que el efecto de la crisis en la riqueza financiera de las familias ha sido totalmente neutralizado. No ocurre lo mismo con la riqueza inmobiliaria de los hogares, que pasó de representar el 546% del PIB en 2006 a tan sólo el 415% del PIB en diciembre 2013 (último dato disponible).