Entre abril de 2020 y mayo de 2021, las compras internacionales de propiedades residenciales en Estados Unidos superaron los 54 mil millones de dólares, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR por sus siglas en inglés).
En ese contexto, México se ubicó como el segundo país de origen de los compradores, representando 7% de todas las adquisiciones. Argentina y Colombia, responsables de 3% y 2% de las transacciones, respectivamente, también se encuentran en la lista de los primeros 10 países, dice un informe de JP Morgan.
Los principales mercados de compra incluyen Florida (22% de todas las operaciones internacionales), California (16%), Texas (9%), Arizona (5%), Nueva York (4%) y Nueva Jersey (4%).
Durante el último año, el mercado de Real Estate en Estados Unidos ha pasado de prácticamente inactivo a estar al rojo vivo, y algunos factores importantes apuntan a que el aumento de los precios de las viviendas va a continuar.
Las tasas hipotecarias han aumentado, pero siguen siendo históricamente bajas. El ritmo de construcción de nueva vivienda aún no logra satisfacer la demanda. Es probable que el trabajo a distancia mantenga atractivos los suburbios. Y, lo que es más importante, se espera que los millenials, la generación más grande en la historia de Estados Unidos, sigan comprando casas.
Por este motivo, para Joe Seydl, senior markets economist de JP Morgan, “ahora puede ser un buen momento para considerar los bienes raíces en Estados Unidos para uso personal o, estratégicamente, dentro de su cartera”.
“La falta de construcción de viviendas nuevas desde 2008 ha sido tan severa que ahora hay escasez de viviendas disponibles para la venta. Si bien llevará tiempo revertir esta tendencia, esperamos que el ciclo de construcción actual, que ya se está calentando, continúe durante años”, comenta el experto.
¿Qué impulsará el mercado inmobiliario de Estados Unidos?
Es probable que las mismas cuatro fuerzas que ayudaron a revivir el sector de la vivienda en Estados Unidos recientemente continúen manteniéndolo activo: el apoyo del gobierno, el auge de la vida suburbana, la creciente popularidad del sur como lugar de residencia y el creciente número de millenials que está considerando formar una familia.
Esto no es una burbuja inmobiliaria
Aquellos que recuerdan la burbuja inmobiliaria de 2006-2007 pueden estar nerviosos al ver que los precios de la vivienda en Estados Unidos se han disparado.
Sin embargo, esa burbuja fue impulsada por compras especulativas, algo que no sucede ahora, según JP Morgan.
La actividad de construcción debería acelerarse ya que los altos precios de las viviendas hacen que las nuevas edificaciones sean atractivas, especialmente cuando hay escasez de inventario.
“Esperamos que la vivienda en EE.UU. siga siendo una fuente importante de fortaleza para los inversionistas durante los próximos años. Por supuesto, también existen riesgos potenciales: las tasas de interés podrían subir y la inflación resultará más rígida de lo esperado. Sin embargo, creemos que esos eventos serán manejables”, resumió el experto.